23 de septiembre de 2013

23 de septiembre de 2013 - Sin comentarios

Nueva era, la Reforma de Brácana

Todos mis amigos del limbo comentan que llevo una semana diferente y bueno, qué queréis que os diga, es verdad. Ahora mismo, posado en la rama de uno de los árboles de los Montes Bracaneros, miro hacia la sede de la República y no puedo evitar un leve cosquilleo en mi pequeña pechuga de pajarillo tropical. Todo ha vuelto a la normalidad en Brácana. Los jueves vuelven a ser lo que eran, con mis colegas bracaneros peregrinando hasta Brácana Center... con sus embajadores. Aunque la sede ya había acogido las dos últimas tertulias, el pasado jueves tuvo lugar la inauguración oficial. Las semanas de exilio, las sesiones de bricolaje y pintura.... todo ha quedado ya atrás. Lo único que no ha cambiado desde entonces es las ganas que tienen por pasarlo bien en torno al vino. Justamente, con esta premisa, la última reunión fue especial.



Los cuatro embajadores, tres reincidentes y uno de nuevo cuño, son hombres de vino. Llegaron peregrinando a Brácana con vino bajo el brazo, un sinfín de anécdotas y el deseo de olvidar por unas horas la vendimia y el trabajo. Los embajadores reincidentes no eran otros que los dos jefes de Estado de Alvear -Fernando y Luis Giménez- además del primer ministro Bernardo Lucena. La terna dejó maneras en su primera visita a la República, hace ahora casi dos años, y siguen pisando fuerte, mejor dicho, bebiendo y comiendo a tajo hecho (como corresponde). Estuvieron respaldados en todo momento por otro jefe de Estado, en esta ocasión del Lagar la Cañada Navarro, el Manolo Jiménez. A pesar de debutar en la plaza, parecía haber nacido bajo techo bracanero. Con esta visita, mis compinches de parrandas rendían agradecimiento a la familia Alvear por el gran detalle que han tenido a la hora de colaborar con las obras acometidas en la sede. De todas maneras, lo cortés no quita lo valiente y, como ellos mismos reconocen por lo bajini, serían bien recibidos incluso si no se hubieran hecho cargo de estos trabajos. Entre hombres de vino no nos vamos a quitar las copas de la mano. Unos hacen el vino y otros se lo beben pero, en este caso, entre todos lo hicieron y entre todos se lo bebieron.
El caso, que me pierdo con la emoción, es que todo ha vuelto a la normalidad y la sede ha quedado de cojones (perdón por la expresión pero es que ha quedado de lo más cuco). Techo, lámparas, cocina, rincón del bodeguero.... uff. Lo que digo, de cojones.



Entrando ya en materia de lo sucedido el pasado jueves, como la ocasión lo merecía, esta vez no hubo retrasos de consideración. A las 21:15, todos estaban de cuerpo presente, salvo los niños, que siguen esculpiendo su cuerpos en los entrenamientos de basket (de todas formas llegaron apenas diez minutos después). Tras la primera tapita en barra de aceitunitas, la charla copó todo el protagonismo. El Fernando, el Manolo Jiménez, el Luis y el Ministro de Alimentación sujetaban la barra. El Pijo del pádel y la Pantera aguantaban la otra esquina y el resto del personal, deambulaba entre todo tipo de comentarios alrededor del atril. Para ablandar las quijás, desde cocina salieron varios platos de tomatico con sal que levantaron los mejores comentarios ante la calidad del producto, haciendo rular, todavía con más intensidad, el Fino Trampa, primero y segundo, que trajeron los hermanos Giménez Alvear. En estas estaban cuando apareció el Bernardo. Llegaba de supervisar unos caldos, así que, nada poner pie en Brácana, pidió algo diferente al vino (el hombre vendría hasta los mismísimos, digo yo). Ya con pleno de embajadores y bracaneros, cayó una nueva tapita en barra, en esta ocasión unas gambitas, pequeñitas pero matonas en sabor, con las que cambiaron el tercio a Fino Los Olivares.



Dándole a este vino, llegó la tercera tapita de la noche, berenjenas a la miel, para dar paso al Consejo de Ministros. Recordaron que la próxima semana hay peregrinación a la Bodega San Miguel y poco más. Pero lo mejor estaba por llegar porque el reelegido Presidente, el Maestro, se dignó a nombrar ministerios, algo que no llevó a cabo en la anterior legislatura bracanera. Bueno, la verdad es que tampoco se notó mucho, así que podía haberse ahorrado el tajo aunque, ahora que ya están nombrados, no hay posibilidad de escaqueo. El caso es que la intervención de el Maestro fue poco menos que su discurso de investidura. Así que, como corresponde a un Jefe de Estado, nada más y nada menos que el bracanero, lo reproduzco de manera íntegra:



Brácana, 19 de septiembre de 2013

Queridos ciudadanos de Brácana y embajadores llegados desde la vecina Alvear y la Cañada Navarro. Os saludamos efusivamente y agradecemos vuestra presencia, en esta vuestra casa. Antes de nada quiero comenzar este discurso agradeciendo el esfuerzo empleado por la familia Alvear, para conseguir que el sueño bracanero, el de once enamorados del vino y su cultura, siga vivo. Del mismo modo, sería injusto no reconocer también la colaboración de otros embajadores pasados y futuros, que han pisado la sede, aportando su grano de arena para que cada jueves el mundo se detenga. Muchos de ellos incluso han llegado a ofrecer sus propios hogares para llevar a cabo nuestros cónclaves de cada jueves, durante el exilio. Esto nos obliga a pensar en la necesidad de que Brácana siga sumando y ampliando fronteras, a pesar de que ya dispone de embajadores por otros puntos del extranjero como Montilla, Francia, Montalbán, Astuaris, Fernán Núñez o Aguilar de la Frontera, siempre al amparo de la Contitución Bracanera.
Brácana nació como República Independiente, Laica y Anárquica, por la Gracia de Dios, pero todos sus miembros y embajadores están unidos por las palabras AMISTAD, COMPROMISO, TOLERANCIA y RESPETO. Todas ellas, y muchas más que podríamos mencionar en cada uno de los brindis en torno al vino, verdadero alimento espiritual, nos hace seguir en la tarea, sin defraudar a todos cuantos nos siguen pero, sobre todo, a nosotros mismos. 
Por ello, los nuevos Ministerios de la República adquieren el mismo compromiso: sumar ideas, proyectos, alegrías, amistades y, por supuesto, nuevos embajadores.
Como Presidente electo, procedo ahora al nombramiento del nuevo organigrama de funcionamiento de la República de Brácana:

  • El Pijo del pádel: Vicepresidente Primero y Ministro de Intendencia
  • El Ligre: Vicepresidente Segundo y Ministro de Industria y Agricultura
  • El Niño: Ministro de Deportes y Medio Ambiente
  • El Ahijao: Ministro de las Nuevas Tecnologías y su aplicación
  • El Paticorto de las ondas: Ministro de Información y Comunicación y Secretario General de Planificación Familiar
  • El Abertxale de ca Bellío: Ministro de Fomento de la Cultura, la Educación y las Infraestructuras
  • La Pantera de la ITV: Ministro del Interior
  • El Pijo del Magreb: Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación
  • El Pijo de los Balcanes: Ministro de Alimentación y Nutrición
  • El Silencioso: Ministro de Finanzas
Y para que conste en acta, el Maestro, Presidente de la República Independiente, Anárquica y Laica, por la Gracia de Dios, queda a su servicio para los que ustedes manden.

Ahí queda eso. Después de esta parrafada, al estilo Bienvenido Mr. Marshal, despedida con aplausos emocionados, cualquiera le tose. El caso es que dejó al pueblo con las patas colgando, embajadores incluidos. Precisamente, tras el discurso de investidura y la proclamación de los nuevos Ministerios, el Bernardo, el Luis y el Fernando, juraron bandera (el Fernando ya lo hizo en su segunda visita a Brácana). Tan institucionalizada andaba la cosa que menos mal que el Ministro de Alimentación, que es un  auténtico crack, metió de nuevo al personal en faena con una carrillada en salsa que hizo olvidar tanto discurso y tanto protocolo. La República volvió de esta manera a sus raíces más profundas: el vino y la charla, dándole a la mandíbula. De ahí hasta el final, la cosa siguió por esos derroteros con digestivos incluidos, antes del cierre de puertas semanal.
Comienza una nueva era, la historia de Brácana tras la Reforma. Ahora que han puesto la sede de dulce, a ver quién los echa de allí.

17 de septiembre de 2013

17 de septiembre de 2013 - 2 comentarios

Viéndole las orejas al lobo

Si tuviese que ponerle un titular, que no un titulo a la última velada lo haría con aquello de: “El Maestro reelegido presidente por los pelos”. Y es que tras  la celebración de las terceras elecciones a la presidencia de la República quedó patente que han sido las más igualadas y emocionante de la historia.



Pero de eso hablare más adelante aunque tengo que decir que las votaciones acaparon casi la totalidad de la tertulia 181, en la que hubo pleno de bracaneros y en la que ejerció de pinche “el silencioso”
La noche comenzó como viene siendo habitual, con la llegada escalonada del personal y con la primera tapita en barra servida por el Ministro de Alimentación. Una vez con todos lo bracaneros en la flamante y remodelada sede, mi amo se dirigió al atril para informar sobre su último viaje institucional en el que ha unido lazos de hermanamiento con la ciudad de Delhi en la India y concretamente con la comunidad Sikh (si, esos que llevan turbante y se dejan el pelo de la barba y la cabeza crecer sin cortar). Tras leer el acta del hermanamiento hizo entrega a la República de un recordatorio regalado por el líder de dicha comunidad, (un tal No Tijeri Piojin). Concretamente se trata de un elefante de la buena suerte con el que al parecer los bracaneros quedan purificados de espíritu.








Pero con lo que quedaron purificados fue con la fritura de verano que plantó en la mesa central el Ministro de Alimentación, autentico líder espiritual de los bracaneros.
La fritura llegó tras las votaciones que discurrieron por los cauces de la normalidad que se les esperaba a los votantes tras las dos últimas elecciones algo movidas. “El Pijo del Padel” intentó alterar el proceso electoral, pero tras una reunión de emergencia de la mesa electoral compuesta por “el aijao” y “el maestro” todo quedó solucionado de forma magistral. 





Y con el estomago llenó y regadito por el Fino El Maestro se procedió al recuento de las papeletas. Momento este que desató una euforia difícil de explicar entre la población bracanera. Al veinti cinco por ciento “el maestro dominaba”, al igual que tras el setenta por ciento escrutado. Todo parecía un camino de rosas para que “el maestro” consiguiera su segunda reelección sin problemas, pero al noventa y pico escrutado la cosa ya no estaba tan clara… Y es que “el ligre” igualaba  a “el maestro” en número de votos obtenidos. Sin duda la gran labor realizada por “el ligre” a lo largo de la última legislatura como Adjunto de Nuevas Tecnologías Aplicadas al Baile unido a la irresponsabilidad mostrada por “el maestro” durante varias etapas de la recién terminada legislatura hicieron dar un vuelco rotundo a la situación. Con ese panorama se llegaba al recuento de la última papeleta, en la que “el maestro” obtuvo el voto que le deba nuevamente la Presidencia de la República.




Luego vinieron las felicitaciones de rigor y las amenazas de que si no es capaz de nombrar los ministerios para la próxima tertulia “ira a la puta calle” sin calentar el sillón presidencial.
Con los ánimos algo más calmados se dio paso al Consejo de Ministros, en el que se tocaron temas de mayúscula importancia para el devenir de la República en las próximas fechas, con el calendario de actividades, y las inauguraciones de la reformada sede entre otros.

Y para terminar unos huevos rellenos de la presidenta que se guardaba en la manga el presiente, y que honrosamente no quiso sacar hasta terminadas las votaciones. De haber perdido hubiesen sido los últimos huevos de la presidenta, pero al conseguir la victoria fueron los primeros huevos de la presidenta de la nueva era bracanera.

Ah se me olvidaba, con tanto trajín... El Ministro de Comunicaciones "el paticorto de las ondas", hizo entrega del Segundo Volumen de la Enciclopedia Ilustrada de la Historia de Brácana, que ha quedado radiante de contenido e ilustraciones, mejorando si cabe al primer tomo. También recibió la felicitación de sus conciudadanos por el trabajo realizado.

11 de septiembre de 2013

11 de septiembre de 2013 - 1 comentario

Todo vuelve a la normalidad

La última vez que tuve que dar repaso escrito a mis amigos bracaneros, andaban por Villa Locura viendo en directo el España-Italia de la Copa Confederaciones que, por cierto, se llevó Brasil. Desde entonces hasta el pasado cinco de septiembre, mis colegas anduvieron por la residencia de verano de el Ligre, a base de tomatico con sal y vino fino. Este exilio, forzoso por cierto, ha venido motivado por el hundimiento del techo de la sede que ya ha quedado reparado. Podría comenzar la crónica de hoy por el mes largo de exilio que se han pegado en Villa Locura, aunque eso ya queda demasiado atrás y, tampoco hay mucho que contar, salvo que, fieles a su costumbre, se han puesto tiernos de vino y comida. También podría hacer una narración detallada de los importantes y numerosos cambios que ha experimentado la sede o quizás podría empezar por hablar de los primeros embajadores que han llegado a Brácana tras el verano. Ufff..... ¡son tantas cosas! En fin, a ver si no se me queda nada atrás.
Vamos primero con lo más importante, la remozada sede de Brácana. Con techo nuevo, flamantes lámparas y novedades importantes en la cocina, la pasada semana mis amigos comenzaron la temporada de comilonas y bebilonas en Brácana Center. Atrás han quedado ya los días de penuria y trabajo que, por cierto, ha sido mucho. Desmontado del techo, limpieza, pintura.... todo está ya averiguado. Por eso, el pasado jueves se reunieron todos, como manda la tradición, y recibieron a los primeros embajadores de la campaña de otoño. Bueno, se reunieron todos los que estaban. La Pantera de la ITV causó baja y mi amo, el Pijo del Magreb, andaba por terreno hindú, en viaje oficial, estableciendo lazos comerciales para el intercambio de especias. Pero a lo que vamos, que me despisto. Los primeros embajadores tras el verano, pasarán a la historia por ser los primeros franceses que ponen pie en Brácana. La cosa tiene su miga, porque su paso por este sagrado lugar, llegó motivado por motivos profesionales. Los nuevos bracaneros, el François Musseau y el Bruno Fert, andaban por los alrededores recabando información sobre Montilla para un artículo sobre el municipio que publicará la revista francesa Geo, seguramente en noviembre. Preguntaron a algunos lugareños por aspectos singulares en torno al vino y... zas.... acabaron en Brácana ¡Mira tú por dónde, aunque singulares sí que son!

La comunicación no fue ningún problema. El François le pega al español que no veas, así que la conversación fue fluida. Más problemas tuvo el Bruno. Entiende un poquito y se defiende hablando como gato panza arriba, aunque, después de varios cancanassos, tampoco se le vio al hombre muy desconectado que digamos. De hecho, en su honor tengo que decir que a la hora de los digestivos fue el único que declinó la oferta, optando por seguir dándole al vino fino ¡Con dos cojones! Entre fotos, charla, chistes y anécdotas, la noche fue avanzando, juramento incluido. Para la ocasión, hubo que traducir el texto al francés, evitándole al Bruno un sofocón de órdago. A ello contribuyó el François que accedió gustoso, mientras que él juraba lealtad a la República en español afrancesado (por el acento, vamos). El texto ha quedado guardado porque, nunca se sabe quién visitará Brácana en el futuro. Menudo problema puede crearles el hecho de que las particularidades bracaneras queden reflejadas en el artículo de Geo. Imagino a los turistas franceses llegando a Montilla y preguntando:
- Poj favoj Monsieur.... donde se encuentrja Brjácana?


Tiene coña la cosa. El caso es que el François y el Bruno no debieron coger del todo la esencia de la cultura del vino, porque el sábado tuvieron un segundo golpe junto a los bracaneros. Desde las dos de la tarde hasta las seis más o menos, agotaron las reservas vinícolas del Punto y Coma, y luego remataron en la sede otra vez. Es que no tienen jartura. Ahí quedó este encuentro internacional, histórico en la joven República, que ha servido para ampliar las amistades, más allá de los Pirineos.
Si creéis que la cosa queda ahí, os equivocáis. El domingo siguiente Brácana volvió a escribir una nueva página histórica, realizando su primera vendimia. Los viñedos de Villa Locura fueron el lugar elegido para este evento. A las ocho y media de la mañana, todos los efectivos físicos disponibles estaban a pie de tajo.

El Maestro, el Ligre, el Pijo del Pádel, el Silencioso, el Pijo de los Balcanes y el Abertxale comenzaron la recolección con la fresquita... y algún incidente. El Silencioso, nada más empezar, se pegó un tajo en el dedo.... seguramente para escaquearse, algo que finalmente no pudo conseguir. Cortaron la uva con los progenitores de el Ligre como manijeros. Ambos supervisaron el estado de la uva, en su momento óptimo de madurez, y dieron el visto bueno, con mucho más salero del que tuvo la presidenta de la Diputación de Córdoba, en la Fiesta de la Vendimia de Montilla. Después de cortar la uva, procedieron a la pisa de la misma, obteniendo el primer mosto bracanero de la historia. Ya reposa en la tinaja, que no en una ánfora romana, fermentando a la espera de ser catado.

Como veis, no paran... y me alegro. Después del verano insulso que he tenido, lo echaba de menos. No obstante, seguro que los echaré de más en los próximos meses, sin ir más lejos, la próxima semana con las elecciones......
BRACANEROS.......... AUH, AUH, AUH (François y Bruno... también va por vosotros. Los primeros embajadores franceses de Brácana tienen las puertas abiertas para volver)