25 de diciembre de 2014

25 de diciembre de 2014 - Sin comentarios

El trio incompleto.



La cosa va tocando a su fin, al año bracanero, me refiero. ¡Que nadie se alarme que queda República para rato! Y para celebrar la Tertulia numero doscientos cuarenta y tres y de paso cerrar la temporada de embajadores, tuvieron la idea de reunir un trío de veteranos de guerra, boinas verdes o puretas… como queráis llamarlos, donde se encontraba  “el gordito urbano, el solani el zapa, y el pepillo moreno”. Los tres se caracterizan por pasar de los sesenta y pico años, por gustarles el vino y las mujeres más que rascarse en una pupa, y por tener un gran sentido del humor. Como esas características eran esperado en la sede institucional, pero claro, las criaturas están tan bregadas que uno de ellos, “el gordito urbano” no pudo hacer acto de presencia por una indisposición. La verdad es que, los de ahí abajo se quedaron con las ganas de ver entrar a “el gordito urbano” por la puerta, no en balde, a este personaje al que no tengo el gusto de conocer, en la republica lo reconocen como “su autentico líder espiritual”.
Quizás por eso tenían tantas ganas de compartir un ratito de charlita, vino y comida con él. Con ese panorama el trío se quedaba en dúo, y la verdad que no defraudaron. “Solani el zapa” ya sabía por donde iban los tiros, ya que ha visitado la sede en alguna que otra ocasión, sin embargo “el pepillo moreno” era novato, y como tal tuvo que hacer su juramento, que por cierto realizó a la perfección, además de con gracia y salero... Tanta o más como la gracia y salero que una vez más demostró el Ministro de Alimentación al realizar unos mejilloncitos a la cazuela en salsa geniales, o como fin de fiesta, tras haberse jalado el jamón de rigor con aceite, de unos pinchitos con fondo de patatas fritas que quitó el “sentio”.


Y como de alegrías iba la noche, pues una más se llevaron cuando le metieron mano al Fino Pata Hierro que al parecer está a un gran nivel, tanto que se ventilaron cinco litrillos al paso echando mano del Solera Monumental, el Fino en Rama de Alvear, que según pude escuchar tiene un lema que no falta en los brindis tertulianos.

En fin que despidieron el año de embajadores a lo grande, como no podía ser de otra manera. Para dentro de unos días celebrar Noche Vieja Bracanera, y después año nuevo y luego, como los que no quieren la cosa comenzar con  la sexta temporada.

Ahh, que se me olvidaba, desde el limbo queremos desearos a todos, incluso a los bracaneros, Felices Fiestas, que gastéis poco, que bebais mucho vino, que hagáis mucho el amor, y el que no pueda al menos que fornique.

Y precisamente para animar, aquí os dejo el lema del que antes o comentaba.

 “Si quieres follar y disfrutar bebe solera de la monumental”


22 de diciembre de 2014

22 de diciembre de 2014 - Sin comentarios

Con embajadores así...

Queridos amigos, como quien no quiere la cosa, nos hemos metido ya a mediados del mes diciembre. El año se acaba (de hecho pronto se celebrará la Noche Vieja Bracanera) pero el irmo no para entre las cuatro paredes de la sede. El pasado jueves recibieron la visita de nuevos embajadores que, una vez más, llegaron con las manos llenas. Digo esto porque en la última quedada se pegaron un homenaje gastronómico a los bestia.


Primero vamos con los personajes que llegaron el jueves hasta Brácan, dons de nuevo corte y uno veterano de guerra en estas lides. Los embajadores noveles fueron el Manolo Espejo y el Luis Gómez, bien secundados por el Solani Mora que, a la que puede, se pega un desmarque para ver cómo anda la República. Los dos primeros anda más que bregados en el noble arte del charloteo, alrededor de una buena barra. De hecho, desde que llegaron hasta que se fueron no pararon de darle a la pelaílla, saltando de un tema a otro y, sobre todo, dejando claro que donde se arregla el mundo es en lugares del pelaje de Brácana Center. Con respecto al Solani Mora, más que adaptarse al medio, se camufló con el entorno. Apoyado en la barra dio la noche, entre copa y copa, que, por cierto, fueron munchas. Los embajadores llegaron con algo menos de una arroba de fino Las Camachas. Por las alabanzas que escuché a lo largo de la noche, debías estar de muerte. De hecho, a punto estuvieron de dar con el bag in box de 15 litros. Yo creo que esta vez lo hicieron al contrario. En vez de llevar vino para la comida, llevaron comida para el vino. Digo esto porque se pusieron de jatería como a nadie le importa.


Para empezar le tiraron a muerte al nuevo jamón, segundo que llega en la temproada, pero también a la caña de lomo, el queso curado y el chorizo y la morcilla de el Morcillete, que trajeron los embajadores. Con esto hubiera sido suficiente para marcarse unas tapitas decentes.... pero, no. Faltaba algo de marisco y los invitados plantaron unas gambas blancas recién cocidas espectaculares. Aquí hubo un punto de polémica porque hubo quien dijo que eran langostinos. Pero claro, mientras discutían sobre un asunto tan trascendental, llegaron al fondo del plato, alabando al pescador, al cocinero que las coció y, por supuesto, a los transportistas.
Mientras se chupaban los dedos como si no hubiera mañana, se procedió al Consejo de Ministros, que no tuvo más historia que determinar los invitados de la semana próxima, establecer el número de calendarios perpetuos del 2015 que se imprimen este año, y fijar la fecha de celebración de la Noche Vieja. Después de un largo debate, se estableció que el último día del año bracanero tendrá lugar el 30 de diciembre, aunque en principio estaba fijado para el 18.


Una vez solventado el trámite, realizados los juramentos y salvada con éxito la prueba de la sinfonía de tenedores en la mesa de formica, llegó el plato fuerte de la noche. Fue un pisto con huevo, elaborado, como no, por el ministro de alimentación. A tan delicado manjar siguió una piña natural y un turró e chocolate selección gourmet, también aportado por los nuevos embajadores.
Por supuesto no perdonaron los digestivo con los que cerraron un nuevo jueves, a la espera de la próxima semana en la que habrá más sorpresas, seguro.


10 de diciembre de 2014

10 de diciembre de 2014 - Sin comentarios

Brácana es un lugar mágico



No me cansaré de decir que cada jueves es diferente en Brácana. En alguna ocasión ya he tirado de esta afirmación pero, coño, es que es verdad. Además, lo de la pasada semana fue verdaderamente espectacular. El personal alucinó con la sesión de magia ofrecida por uno de los invitados, Tanque el Tahur, que dejó boquiabierto a más de uno y, en especial, a mi compadre el Silencioso. Todo esto pasó en los postres, como dicen los entendidos, pero antes no quiero dejar pasar un par de apuntes que me tienen escamado desde hace semanas. Os podéis imaginar que estoy hablando de los hechos que motivaron el golpe de estado hace algunas semanas y sobre todo, de quién mueve los hilos. Estoy emperrado en encontrar al elefante blanco de la operación. En la última crónica comentaba que hay tentáculos en todo este tinglado y, desde el pasado jueves, veo la luz al final del túnel.


El caso es que sabía que los invitados para la noche eran el Rafa Raya, hermano del ministro de alimentación, además de dos colegas del Niño y el Ahijao: el ya citado Tanque y el Mochu, que ya tiene más muescas en Brácana que las pistolas de Billy El Niño. El caso es que no esperaba encontrarme por allí al Luis Rubio, hermano de la Reina Madre, y uno de los cabecillas de la primera revuelta que trató de hacerse con el poder en Brácana, a mediados de marzo del año 2012. Durante toda la noche lo vi muy observador, pendiente de cualquier movimiento, como claro sospechoso de la trama asturiana del golpe. No le perdí la pista en ningún momento y pude ver cómo iba torciendo el gesto cuando pudo comprobar que la República vuelve a funcionar según los cánones establecidos, estos es, bajo el rigor del vino y la jatería.


Por cierto, por primera vez desde hace semanas el homenaje gastronómico semanal bajó el nivel, porque el Pepelui tiró de despensa para abastecer a las huestes bracaneras. Así, el menú estuvo compuesto fundamentalmente de empanadas, perritos calientes, de la marca Oldenhäuser para más señas, además de un chorizo de León, aportado por el cabecilla de la trama asturiana. En ello andaban, cuando apareció por la sede el Charlie, otro colega de los niños, que se sumó a la fiesta en pleno festín. Esto me hizo caer en las numerosas bajas de la noche. La Pantera andaba metido en algún curso de formación y no pudo asistir. El Ligre ha puesto pies en polvorosa volviendo a Almería, mientras que el Pijo del pádel presentó sus excusas. vía telefónica, aquejado por fiebres bracaneras.


Estaban ya preparando los digestivos de rigor, cuando el Tanque llamó la atención del personal. Sacó una baraja de póker y comenzó su espectáculo. Cartas que aparecían y desaparecían, naipes que aparecían en sus bolsillos cuando segundos antes estaban en la mano de algún bracanero y algún que otro milagro, al estilo de los peces, multipliando monedas de un euro ante la atónita mirada del personal. El que más lo flipó fue el Silencioso, que se fue para casa dándole vueltas al momento en el que el as de picas pasó de la mesa al montón de cartas que tenía el Tanque en la mano.


Picado en su orgullo, el Luis Rubio también propuso algunos trucos de cartas, imagino que para ganarse la confianza bracanera. Metió un par de trucos que también dejaron pasmado al personal y, en especial, uno con unos palillos de dientes, en los que aparecían y desaparecían unas rayas con un leve movimientos de muñeca.
Como digo, Brácana es un lugar mágico. No sólo se trata de beber y de comer, aunque, después del espectáculo ofrecido por el Tanque, hubo quien dejó caer que si era capaz de multiplicar el vino y la comida, pasaba a ser, en ese mismo instante, el duodécimo bracanero.

¿Cena de Navidad en Noviembre?

Bueno, casi sin tiempo para digerir la última quedada bracanera, tengo que volver a sentarme porque el pasado sábado mi compinches se metieron otra entre pecho y espalda. El título de esta entrada ilustra lo que pasó en el Restaurante El Quijote, en el que bracaneros y bracaneras se dieron un homenaje para celebrar la inminente llegada de la Navidad. No hay mucho que contar porque hicieron más o menos lo de siempre.... comer, beber, charlar y reirse como posesos. Eso sí, no dejaron pasar la oportunidad de echar un ratico con el último premio gastronómico de Brácana, el Alvarito López, que dejó los fogones unos minutos para saber del personal. Al final todos acabaron en la sede de fiesta, así que, como una imagen vale más que mil palabras, aquí os dejo unas foticos para que os hagáis una idea de cómo fue la noche.









5 de diciembre de 2014

5 de diciembre de 2014 - Sin comentarios

Todo vuelve a la normalidad

Todavía con el miedo en el cuerpo, aunque con el ánimo mucho más recuperado, tengo que decir que Brácana vuelve a ser una República, laica, independiente y anárquica, por la gracia de Dios. La revuelta que tuvo como consecuencia el golpe de Estado sufrido el pasado jueves ya ha sido sofocada, aunque me llegan rumores de que los tentáculos golpistas tienen ramificaciones importantes, más allá de los personajes que asaltaron la sede, hace ahora una semana. pero, como digo, por fin todo ha vuelto a la normalidad, y los ministerios vuelven a estar a pleno rendimiento. Aprovechando esta situación, el pasado jueves aparecieron por la Tertulia nuevos invitados, aportando aire fresco al enrarecido ambiente generado en los días anteriores.


Uno de ellos es ya un boina verde en el noble arte vinatero y ya había pasado por la sede años atrás. No obstante, el Félix el de la tele, vino acompañado de dos prendas de cuidado que, no sólo no desentonaron, sino que por momentos parecieron dos bracaneros más. El Mario y el Javi Mora aparecieron temprano. El primero de ellos lo hizo con unos litracos de María del Valle, fino elaborado en Bodegas Pérez Barquero, en el que desarrolla su labor como pregonero de las virtudes de los caldos que allí se elaboran. Su sorpresa fue mayúscula cuando se encontró tras la barra a un rival comercial como el Fernando Giménez. Me pareció que el hombre se sintió un poco desorientado al entrar en los aledaños de Alvear con un vino de una marca diferente. Pero  claro, era cuestión de tiempo que todos abrazaran el bag in box, como definitivamente sucedió, incluido el Fernando, que también se pegó unos tientos diciendo que el vino estaba bueno, pero que el de Alvear está mejor. De hecho, para limar asperezas, por la sede vi rulando una cantidad indefinida de Fino Dos Rombos, como no, de Alvear, que generó una discusión amable, aunque no por ello menos apasionada, sobre las virtudes de uno y otro caldo. El Javi Mora entró más comedido, con una empanada de la firma Moramar, aunque poco tardó en desatarse, acompañando al personal en una nueva noche de vino, charla y buen rollo. Precisamente ese fue el canalizador de la noche. Semana a semana podéis leer que si algo le gusta a mis colegas es la charla en torno a la barra de una taberna. Si a esto unimos que el trío de ases que llegó el jueves obtuvieron Cum Laude en la Universidad de Tabernas (no confundir con la localidad de Almería), sólo faltaba echarle carne a las ascuas. Bueno, en realidad, esta vez la cosa fue de pescado. El Félix llegó con una perola de atún encebollado pa quitar el sentío. Según contó se pegó buena parte de la noche anterior preparándolo en su casa. No obstante, después de horas pegado a los fogones, los mu cabrones apenas si tardaron diez minutos en jalárselo, mojando sopones en la salsa como auténticos posesos.



Tras la comilona, no cabe denominarla de otra manera, llegó el postre y los digestivos, momentos que no se perdonan en Brácana. Pasada la hora más temprana del día, el personal puso rumbo a sus respectivos hogares. Se puso fin a una nueva Tertulia, incorporando a dos nuevos amigos, que salieron por la puerta rumiando que volverían.

3 de diciembre de 2014

3 de diciembre de 2014 - Sin comentarios

Segundo golpe de Estado... esta vez con acierto

Hijos de la Gran Urraca, todavía me estoy recuperando del susto ¡Seréis mamones! Me he tirado una semana en la UCI del Hospital recuperándome del paro cardíaco que sufrí el pasado jueves.
¡Joder, vaya susto que me lleve! Mucho Ministerio de Defensa y muchas gaitas pero luego, a la primera de cambio, se os cuelan tres papanatas con una pistola y se os sale el mojón por el pernil del pantalón. Bueno, la verdad es que dicho así acojona bastante, al verdad. Pero, por el Cóndor Bendito de los Andes, si es que aquello fue un coladero.
Los asiduos de esta bitácora habréis apreciado que desde hace días el blog ha estado literalmente clausurado y Brácana en estado de excepción tras la imposición de la Ley Marcial. El motivo no ha sido otro que el Golpe de Estado que sufrió la República el pasado 20 de noviembre. Sí, como lo estáis oyendo. Por segunda vez, los golpistas intentaban hacerse con el control de la sede, sólo que esta vez sí lo consiguieron.
Yo llegué a la reunión a eso de las 21:00 horas. Todo parecía más o menos normal, con la única excepción de que esta vez hubo pleno casi desde el principio, además de el Carlitos Gracia, que se apunta a un bombardeo, sin llevar casco. Esto me escamó un poco, aunque con los antecedentes que aseguraban fiesta de la gorda para la noche, tampoco me extrañó. Se preveía la llegada de una horda de embajadores compuestos por personas noveles, como el Manolo Feria, el Luis Cantero o el Enrique Sánchez, además de veteranos de guerra como el Rafa Villar, el Cabello, el Paco Jiménez o el Ramón Jurado.


Con estas previsiones era de esperar que se liara la traca y, vaya si se formó. A eso de las 21:30, Onda Brácana Antena Pirenaica recordaba el fallecimiento de Franco, con una emisión especial en la que sonaba de fondo la voz de Gutiérrez Mellado y la canción Adivina, adivinanza, de Joaquín Sabina. Entre cerveza, vinos y aceitunitas andaba la cosa, cuando se oyó un fuerte estruendo en los montes Bracaneros. Parecía una explosión, de manera que varios bracaneros se acercaron a la puerta para comprobar qué pasaba. Nada más descolgar el pestillo, entró un Guardia Civil, pistola en mano, pegando tiros y acompañado de un requeté, instando al personal a tirarse al suelo bajo pena de muerte. La impresión fue brutal. El Abertxale tardó lo justo en besar el cemento, mientras que mi amo se arrodillaba junto al atril, rajando papeles e implorando que todo fuese una broma. El resto del personal andaba boquiabierto, con una expresión entre el miedo y la incredulidad. Tras unos minutos de descontrol, el requeté en cuestión se dirigió al atril, entonando el siguiente discurso:


    El lamentable estado en el que se encuentra sumido este gran pueblo bracanero, causado por el desgobierno ejercido durante tantos años, donde dirigentes convertidos en malandrines y borrachines, sin fe en Dios, entregados a la lujuria, el vicio, las fiestas y sobre todo a la canilla del vino, donde ignorando los estamentos y valores civiles que todo gran país honra y enalterce, como son el ejército, la Iglesia, los Poderes económicos y financieros, etc, etc. Habéis encendido y motivado a los aquí presentes a ejecutar este valiente asalto al gobierno, con el único fin de establecer un orden social, militar y católico. Para tan gran desafío, contamos con el beneplácito de organismo internacionales, así como de la bendición de la Santa Sede. Y lo más importante, contamos con el respaldo de una población, cansada de ver como los consejos de ministros de cada jueves, sus representantes sólo los emplean en comer y beber y beber, hasta salir a altas horas de la madrugada con enormes borracheras. En breve llegará la persona que se haga cargo del gobierno, quien marcará los patrones que guiarán a esta Gran y Libre, por el camino que le permita retomar el rumbo perdido, y de la que sólo puedo decir FRANCO HA VUELTO.




Después de esta parrafada, se me quedaron las patitas colgando. Coño, que auqello era un golpe de Estado en toda regla, aderezado con tiros al techo que, por suerte, no causaron ningún desperfecto en la Sede. Entre la incredulidad y el acojone, de nuevo se abrieron las puertas de Brácana y apareció un tipo, mezcla de Franco, Hitler y Gambrinus, acompañado de unos pocos secuaces, que portaban carteras de ministerios. Entonces caí en la cuenta de que algunos de ellos eran los embajadores que se esperaban para la noche. Mis colegas habían caído en la trampa y, haciendo gala de generosidad, habían abierto las puertas a los que pensaban acabar con las idílicas reuniones de los jueves. De todo esto me di cuenta, cuando el cabecilla de la revuelta tomó el atril, dirigiéndose al pueblo bracanero en los siguientes términos:


   BRACANEROS
   Es un motivo de orgullo y satisfacción, hacerme cargo de esta Nación. Mi larga y dilatada experiencia en anteriores dictaduras, antes en España y ahora en el Limbo, me avalan como el único capaz de imponer los valores perdidos. Con la ayuda de Dios, los poderes eclesiásticos y el apoyo de Punselito, no me temblará la mano para tomar las decisiones necesarias para que permitan conseguir estos objetivos. Para ello, vengo acompañado de mis fieles colaboradores que ocuparán sus ministerios.
   Seguidme con paso firme y marcial, cara al sol, con la camisa nueva, y no os levantaréis sabiendo lo que vais a comer mañana. Seguidme y conmemoraremos los grandes momentos de antaño. Ah, Punselito me ha dado recuerdos para todos, que Dios os pille confesados.
   VIVA BRÁCANA
   ARRIBA BRÁCANA
   Dicho esto, sólo me queda decir, vino para todos y FIESTAAAAAA


¡Lo que me faltaba por oir! Es cierto que hace algunos días un tipo con un bigote extraño me preguntó qué sabía acerca de Brácana. Pero, carajo, lo que no me esperaba era que se tomara las justicia por su mano. El caso es que, al menos, las primeras horas en estado de excepción no fueron malas del todo. Habrá qué ver cómo evoluciona, porque de entrada se metieron entre pecho y espalda morcilla de la Paticorta y una empanada Mariana, traídas por los golpistas. Estos también llegaron bajo el brazo con un lebrillo de migas, además de un perolón de lengua en salsa. Todo ellos estuvo pertinentemente regado por vino de la Cañada Navarro y de la Fundi, además de unos litracos de Fino el Golpe, especialmente sacado para la ocasión. Para terminar, se jalaron unos mantecados de ca Cabello y celebraron el Golpe (es que son unos chaqueteros) metiéndose entre pecho y espalda unos digestivos.
Ver para creer. Ya os contaré la semana que viene cómo evoluciona la cosa.