8 de marzo de 2011

8 de marzo de 2011 - Sin comentarios

Y de pronto... Saramago otra vez


Dicen que tras la tempestad viene la calma y en Brácana no iba a ser menos, el sexto cónclave fue tranquilo, pero curiosamente donde se lió el revuelo, fue aquí en el limbo, ya que en el limbo seguimos. Y es que cuando llega el jueves todos mis compañeros de fatigas y yo mismo estamos pendientes de lo que sucede ahí abajo. Claro, y como “el abertxale de ca bellio” ha recuperado la hora de Saramago, pues ya os podéis imaginar el subidón que cogió el portugués.
Pero a lo que vamos, el primero en llegar y abrir la sede institucional fue mi amo, poco después apareció “el pijo de los Balcanes”, estos dos dieron lugar al chorreo de bracaneros, hasta que poco antes de las diez llegó “el silencioso” y con su llegada se hizo pleno. Todos los que llegaban iban flipando con las nuevas novedades decorativas, que no eran otras que los visillos de las estanterías de la cocina, confeccionados por “la ana”, la señora de “el pijo de los Balcanes”, el flamante copero de catavinos, y una radio Brighton “multibanda” con más de quince años que no paró de sonar en casi toda la noche, eso sí, en onda media y con sus pitidito pertinentes.
El primer pantano de la noche (montaditos de huevo duro con ensalada de pimiento y ventresca o en su defecto caballa), fue inaugurado al grito de “tapa en barra”. Luego entraron en faena y realizaron el primer consejo de ministros que aunque no estuvo cargado, sí que fue intenso. El orden del día estuvo compuesto por las cuentas, un repaso a la actualidad bracanera e internacional. En este punto se hizo mención especial y reconocimiento a Don Antonio Ferrete. Continuó con el calendario de recepción de embajadores. Tengo que decir que en este apartado empieza a “haber bulla”, ya que son muchos los embajadores que han pedido cita para visitar Bracana Center. También el Ministro de Interior, que no es otro que “el abertxale de ca bellio”, propuso la creación del Premio Gastronómico. El galardón, de carácter anual, consiste en reconocer la labor a lo largo de los años de los cocineros emblemáticos de la localidad hermana de Montilla, haciendo que el galardonado cocine en Bracana Center y a la vez comparta una jornada con lo bracaneros.
Esta propuesta fue muy bien acogida por todo el personal, que viendo como se alargaba el primer consejo de ministros solicitaron a el Ministro de Alimentación un tente en pie. “el pijo de los Balcanes” que gestiona a las mil maravillas sus funciones apareció con una bandeja de croquetas de “la méme” que supieron a gloria. Para terminar con la sesión, siguieron atando flecos sobre una de las actividades venideras más esperadas, “el día de la mujer en Bracana, que al parecer ya tiene fecha y hora.
Y tras la obligación, vino la devoción, aunque devoción es desde que entran por la puerta hasta que salen, pero bueno, como digo a eso de las once y media arriba o abajo, se metieron entre pecho y espalda un perol de migas con sus ajitos, su tocinito y unas rabanitas para rebajar el colesterol. Con dicho perol apareció “el pasicorto de las ondas” pero al parecer y según se ha filtrado por ahí, fue elaborado por su santa esposa, o mejor dicho su pareja, ya que viven en pecado.
Sí, “la marina” se marcó todo un detallazo con las migas, y no es la primera vez que lo hace. Los bracaneros ya han podido disfrutar de algunas gachas, entre otras cosas, de esta mujer que llegó vagando de tierras lejanas y que encontró en la hermana localidad de Montilla un poco de calor.
Y a las doce en punto, chassss. “La hora de Saramago”, el pasaje con el que nos deleitó el Ministro de Interior os lo detalló a continuación de forma integra:
“Vivimos en un sistema de mentiras entrelazadas, las unas con las otras. Y el milagro es que a pesar de todo, conseguimos construir nuestras pequeñas verdades, con las que vivimos y de las que vivimos”.
Y de Saramago a los postres, y como no, inauguración de otro pantano, el cuarto de la noche (peras al vino tinto) elaboradas por el Ministro de Alimentación para celebrar su cumpleaños.

Esto es un no parar.

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