11 de diciembre de 2011

11 de diciembre de 2011 - Sin comentarios

Una y no más, Santo Tomás.


Muy felices se las prometía mi amo cuando el pasado jueves se disponía a dirigir la primera fusión de vino y comida de Bracana Center. Y digo fusión de vino y comida ya que lo de cata dirigida no le gusta demasiado. Y la verdad es que durante un tramo importante del rato que se pegaron bebiendo y comiendo los pudo controlar, otra cosa muy diferente fue la segunda parte tras el descansillo.

Para empezar decir que pocos fueron los que llegaron a la hora elegida, solo el Ministro de Alimentación, “el silencioso” y mi amo estaban a las 13´30h, bueno más bien llegaron antes, ya que fueron los encargados de preparar la mesa, emplatar la comida y dejarlo todo a punto.

Poco a poco fueron llegando los bracaneros y bracaneras a excepción hecha de “la pantera” y su chica que andaban cogiendo aceituna. También faltó “el niño” que tenía que estudiar, ¿¿??. Y quizás la baja más dolorosa y significativa fue la de “el paticorto de las ondas” y “la marina” que se encontraban en Francia dándole el último adiós al padre de “la marina” que días antes había fallecido.

A eso de las 14´15h más o menos comenzaba la cata (perdón la fusión de vino y comida). Mi amo con una botella de Viña Verde 2010 en la mano empezó a detallar las excelencias de este vino joven. Las pautas de rigor. Examen visual, olfativo y degustación acompañada de gambitas y langostinos de Huelva, cocidos personalmente por el Ministro de Alimentación. Hasta aquí todo controlado, el personal seguía las pautas de mi amo que para no agobiar al personal iba detallando a la par que el personal degustaba el marisco.

Del vino joven pasaron al Fino EL Puma, más de lo mismo, examen visual, olfativo y degustación del vino fino acompañado en esta ocasión por jamón ibérico de Guijuelo.

El personal seguía disfrutando del vino y el jamón de forma relajada, comentando las sensaciones que a cada uno le aportaba.

Entre la segunda y tercera degustación mi amo metió un capitulo de las reminiscencias de Bracana, mientras el Ministro de Alimentación le daba el último hervor al potaje de garbanzos.

Pocos minutos después y tras varios debates sobre el vino que llegaba a continuación, mi amo dio paso al Amontillado Carlos VII. Aquí empezó el personal a descontrolarse un poquito. Es más, más de uno antes de que ni tan siquiera mi amo empezara a mencionar las excelencias del amontillado, ya le habían metido la cuchara a los garbanzos. La fusión resultó de lo más sabrosa y novedosa para muchos bracaneros y bracaneras. Y quizás aquí estuvo el punto de inflexión, ya que a partir de ese momento el personal se descontroló de forma importante. El descanso solicitado por el Ministro de Alimentación ( y es de entender, el tio no paró durante todo el rato) hizo que el personal se descontrolada. Trabajo costó volver a colocar al personal en la mesa central, además la llegada de tres invitados inesperados, y no por ello menos agradablemente recibidos, hizo que sobre la marcha tuvieran que adaptar a los nuevos invitados a la cata (perdón, fusión de vino y comida). Como pudo mi amo enumeró las características del Reserva 2005 Palacio Quemado, que fue acompañado de una carrillada con patatas fritas exquisitamente preparada por el Ministro de Alimentación. De aquí al final una locura, mi amo entregó la cuchara superado por las circunstancias. La bandeja de dulces destinados a la degustación conjunta con el P.X. llegó a la mesa central empezada. Pocos eran los que a estas alturas permanecían sentados en la mesa, por no decir ninguno. Bracana Center se había convertido en un antro en el que el personal deambulaba de un lado a otro no haciendo ni puto caso a mi amo. Y que viéndose perdido optó por dirigirse al barril del P.X para llenarse la copa y tras ello pegar un golpe importante a la bandeja de los dulces.

Pocos minutos antes El Presidente y la Presidenta se marcharon hacia el Hospital Provincial donde se encuentra ingresada la madre de la Presidenta, a la que yo desde el limbo le mando mucha salud.

Tras el P.X y los dulces, Brácana Center se transformó en la sala de guateques Disco Bracán donde todos los asistentes, incluidos “el Abertxale” y “la Eva” que un rato antes habían ido a ver al carpintero ¿¿??, disfrutaron hasta altas horas de la tarde de los digestivos y la música del Ipod de “el pijo del padel”, con la novedad, eso sí, del nuevo disco de Rafaela Carrá, llamado Ligre, ligre, ligreray.

0 comentarios:

Publicar un comentario