12 de junio de 2013

12 de junio de 2013 - Sin comentarios

La petanca es un juego de pijos


El primer jueves de cada mes siempre tiene un componente especial en Brácana. No obstante, el estreno de junio era esperado en la República con ansiedad porque, como ya os he contado en anteriores entregas, ha sido la fecha elegida para la celebración del II TIP Brácana (Segundo Torneo Internacional de Petanca). El evento había levantado tal expectación que el mismísimo Matías Prats (padre), director de El Heraldo del Limbo y conocedor de mis escarceos por ahí abajo, me había pedido una crónica del torneo para abrir la sección de deportes. Evidentemente no podía negarme, así  que hoy os dejo lo publicado el pasado fin de semana.

La dupla formada por el Pijo del padel y el Pijo del Madreb, toman el relevo de el Lata y el Francis tras adjudicarse el II Torneo Internacional de Petanca de Brácana, el pasado jueves. La pija pareja supo adaptarse mejor a las características del terreno de juego, aguantó la presión en los momentos decisivos y sobretodo, hizo gala de un juego ultraconservador, que le valió para asegurar los puntos en cada enfrentamiento. A pesar de este último dato, en la final doblegaron con contundencia a la pareja formada por el Maestro y el Chechu, único jugador extranjero de la competición, aunque con acreditación como embajador de la República. El siete a dos final que registraba el marcador, refleja la superioridad mostrada por los ganadores, en un partido poco vistoso de cara al espectador, que precisó de ocho partidas para llegar al límite de los siete puntos finales, fijados para el triunfo. Comenzaron los pijos con un claro 2-0 en el primer choque, que estuvo marcado por la precisión y el juego ofensivo. No obstante, el vendaval atacante que se pudo ver en el primero de los enfrentamientos, dio paso a un juego rácano y oscuro por parte de el Pijo del Magreb, que no arriesgó ni una sola vez, desperdiciando incluso algunas oportunidades para haber certificado el encuentro por la vía rápida. Este hecho se tradujo en constantes enfrentamientos entre los integrantes de la dupla ganadora, que tuvo más de un roce a la hora de elegir la táctica de juego. En cualquier caso, el catenaccio propuesto por los pijos, ahogó al equipo rival. El Maestro y el Chechu fueron meros espectadores del choque. Sólo metieron algo de presión a sus contrincantes, tras forzar el 3-1 en contra, en los primeros compases del partido. Tres puntos consecutivos de los pijos en otros tantos enfrentamientos, dejaron la final vista para sentencia, poco después de las once de la noche, tras más de dos horas de dura competición.

Tercera fue la dupla integrada por el Silencioso y la Pantera, que tuvo la mala fortuna de quedar encuadrada en el grupo de la muerte, junto a los subcampeones y la pareja formada por el Abertxale y el Paticorto. El pase a la final en este grupo se decidió por los puntos, después de un triple empate del que salieron beneficiados el Maestro y el Chechu. El Silencioso y la Pantera le endosaron un rotundo 7-0 al Abertxlae y el Paticorto, pero perdieron claramente con los subcampeones del torneo por otro claro 1-7. Este resultado abría las posibilidades de clasificación, dejando el pase a la final en el aire para las tres duplas. El Abertxale y el Paticorto apuraron sus opciones ante el Maestro y el Chechu, arriesgando al máximo. Ganaron por 7-2
pero acusaron la paliza sufrida en su debut, quedando eliminados por solo dos puntos de desventaja ante el Maestro y el Chechu que, con sorpresa, lograban el pase a la ronda final.

El otro grupo fue dominado claramente por los vencedores del torneo. Ganaron con apuros a el Ligre y el Niño (7-5) en el choque más disputado del torneo, ganando con autoridad a el Pijo de los Balcanes y el Ahijao (7-2). En el otro partido del grupo, el Ligre y el Niño compitieron, pero no pudieron superar al Pijo de los Balcanes y el Ahijao (7-4), que lograban de esta forma eludir el farolillo rojo de la clasificación final. De esta manera, el grupo quedaba resuelto a las primeras de cambio, sin dar opción a ninguna de las otras parejas que, aún así, dejaron detalles a destacar, como el depurado estilo de el Ligre, un auténtico estilista de la petanca, al que le vino larga la dureza del terreno de juego. Precisamente, el estado del albero de la pista, fue motivo de reclamaciones constantes por parte de los jugadores, asegurando al término del partido que un torneo de tales características no puede quedar empañado por "una pista de categoría regional". 



Pues esta es la crónica del II TIP Brácana que también tuvo un componente gastronómico y enológico. El ministro de alimentación no eludió sus responsabilidades y plantó sobre la mesa auxiliar desplazada a pie de cancha, unos entrantes a base de cabeza de cerdo y tocino de veta, para rematar la faena con un picaíllo campero. El lunar negro de la noche fue el fino Pata Hierro. Llegó hasta el lugar de juego seriamente degradado por bacterias anaerobias, presentando un aspecto turbio y haciendo madeja como los aceites, debido a su viscosidad. Vamos, que estaba ahilao de cojones. Todos coindidieron en que habrá que tomar medidas en el futuro.
Por hoy me despido. Espero que el bueno de Matías Prats considere esta crónica lo suficientemente mala como para no volver a trabajar más.

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