Tertulias de vino fino

 Dicen que no hay mal que por bien no venga, pues algo de eso sucedió en Bracana el cuarto jueves del mes, (día 22) ya que los invitados que le correspondía al “Abertxale de ca bellio” hicieron la rabona y tras insinuar con no aparecer días antes de la cita, dejaron un vacío que sirvió para tomar fuerza a los bracanaros con una tertulia sin invitados. Sin invitados, pero con vino y comida hasta reventar.

Esto vino a ser, algo así, como amansar las aguas. Pero ya sabéis aquello de; líbrame de las aguas mansas que de las malas me libro yo. Si, tan simple como eso. Ya que siete días después, el jueves veintinueve llegó la noche vieja bracanera. Menú especial con el ya tradicional arroz con bogavante, vinos selectos, champan para brindar por la entrada del año nuevo, pasas de la potra, confetis, programación especial de Onda Brácana Antena Pirenaica, con su programa estrella “cachitos de vino y lomo” y yo que sé más. Desde los tiempos de los cotillones en Don Gonzalo o en Jarata no había visto un descontrol tan grande. Años llevaba la bola sicodélica sin girar a todo trapo, con deciros que cuando salí en lugar de tirar para el limbo, tiré para la rotonda de la toba… Y, ostia como ha cambiado eso, incluso vi tinajas allí “arrumbiadas” y pensé: Me voy de aquí al cuarto de vuelta que como estén llenas de vino y se enteren los bracaneros, la fiesta rave de La Peza va a ser un cumpleaños de guardería comparado con la que pueden liar.

Una vez en el limbo, y boca arriba en mi nidito, no podía cerra los ojos, todo me daba vueltas, aún así me dio tiempo a recordar tantas y tantas historia y anécdotas vividas con los cabrones de ahí abajo en este año que se acabó. Entonces un escalofrió recorrió mi cuerpecito desde la colita hasta el pico. Eso me puso un poco nervioso, pero todo se tranquilizó cuando con voz bajita y al oído mi compadre de habitación “El America”. Si, “El Rubito de Bracana” me dijo:

Duerme Punselito, descansa, que esos caaabrones no nos dan tregua, y tenemos que estar
pendientes de ellos, nos ves que tu y yo somos sus ángeles de la guarda.