7 de septiembre de 2014

7 de septiembre de 2014 - Sin comentarios

No dejes para mañana, el vino que te puedas beber hoy...



Rara, rara, rara, se me ocurre calificar la noche de la doscientos veintiocho tertulia. Como siempre se suponía un guión establecido, pero ya sabéis que en Bracana todo es posible y por ello hubo visitas inesperadas y agradables, bracaneros que empezaron asistiendo y luego se fueron de concierto. Embajadores nobeles, ausencias bracaneras y una tortilla de “La Aurori” que estaba estupenda y dio mucho de sí.

Con este panorama y nada más llegar los primeros bracaneros, apareció en escena un intruso de lujo, “El pepito follangas”, compañero de trabajo de “el silencioso”, “el ministro de alimentación” y de mi amo, que llegó a saludar. No en vano es embajador de la república, y aprovechando la coyuntura se pegó un golpe.
Poco después y con los bracaneros casi en su totalidad ya presentes, hicieron acto de presencia los embajadores. “El juancho”, “el jose baena” y “pavitos”. Los tres familia política de mi amo, para ser más exactos cuñados y primos, y como era de esperar no aparecieron con las manos vacías. Detalle este que se agradece en Bracana


Concretamente aparecieron con una tortilla de patatas y unos litricos de Fino de Los Borbones de bota. Y claro poco tardaron en meterle mano a la “jateria” y al liquido elemento. La tortilla elaborada por “la aurori” madre, suegra y tia de los embajadores, como digo, dió para picar sola, y posteriormente con salmorejo, el salmorejo dio para meter la cucharita a los platos con jamón picado, y todo ello regado por el vino que estaba estupendo.

La noche se iba consumiendo entre tan majestuosos manjares, vino y charlita que acabó con anécdotas de infancia del “pijo del padel” que supo animar el evento a la perfección ante las significantes ausencias de “el ligre”, “el paticorto de las ondas” y “el abertxale de ca bellio” que a esas horas ya estaba en un concierto de musiquita rara de esa que tanto le gusta.

Mi ano tomó el mando del atril y enganchó el consejo de ministros con los juramentos, y asistido por “el aijao”, hicieron desfilar uno a uno, a los nuevos embajadores. Que asumieron a la perfección el nuevo reto de representar a la república allende los mares.

Y como plato estrella unos solomillos en salsa, y vino. “OTRO VINO”, y risas, mas risas. Y digestivos, más digestivos, y otro jueves que se acostaron sin comer ni beber