27 de marzo de 2013

27 de marzo de 2013 - 2 comentarios

Tercer premio gastronómico Tertulia de Vino Fino

Brácana ha echado el cierre por vacaciones. Aunque mis coleguillas presumen de laicidad y todo eso, la verdad es que ha sido escuchar tambores de Semana Santa y dejar la sede en tierra calma. Vamos que el que más y el que menos pierde el culo detrás de las procesiones. Bueno, en honor a la verdad, algunos de ellos ahuecan ala y salen incluso más allá de los límites fronterizos de la vecina ciudad de Montilla, huyendo del capilleo. Podría hacer sangre con este tema porque luego se les llena la boca. Pero bueno, unos lo llaman libertad de credo y otros aprovechar la religión pa pegarse un  desmarque. El caso es que en estos días tienen semana blanca, como los escolares. Al menos se han marchado con la tarea hecha (coño que bonito me ha quedado el enlazado académico). La pasada semana adelantaron el jueves bracanero al lunes, con un motivo humilde y decoroso: agradecer  el trabajo de aquellos que les dan de comer cuando deambulan de tasca en tasca, de tugurio en  tugurio o de restaurante en restaurante. Vamos, que hicieron entrega del III Premio al Mérito Gastronómico Tertulia de Vino Fino. En este punto tengo que ponerme serio. Realmente ¿quién conoce al cocinero de un restaurante? Salvo contadas ocasiones, NADIE. Todos acabamos agradeciendo la calidad de la vitualla de turno al camarero, cuando en realidad su única aportación  al plato que lleva en las manos es trasladarlo de la cocina a la mesa (algo que es importante, pero no fundamental para lo que me traigo entre alas). Mis amigos bracaneros, que en la inmensidad de la originalidad nadan como nadie, decidieron hace ahora tres años reconocer el trabajo de aquellos que casi nadie conoce, los que se manchan y se queman las manos para que el plato salga en su punto de los fogones. Por ello, el pasado lunes 18 de marzo, hicieron merecida entrega a Manuel Martínez Márquez del III Premio al Mérito Gastronómico ¿A que no os suena el nombre? Pues eso, ahora se confirma que el arte del cocinero es anónimo y discreto... pero imprescindible. Por el contrario, si añadiéramos un aclaratorio que dijera 'cocinero del Bar Hisa', rápidamente se nos vendría a la cabeza la carrillada en salsa, el bacalao gratinado y tantas otras otras viandas que harían salivar al mejor gourmet.

La ocasión era tan especial que poco después de las 21:00 horas ya había pleno en Brácana Center: once bracaneros, el galardonado y su acompañante, su hermano Pedro, y los otros dos premiados en las anteriores ediciones del reconocimiento culinario: el América y Paco Comino. Para que os hagáis una idea de la importancia que tiene este premio en Brácana, para la noche hubo dupla de pinches: nada más y nada menos que el mismísimo presidente en el apartado de limpieza y el propio ministro de Alimentación echando una mano entre fogones (ojo avizor, por cierto).
Os podéis imaginar el buen rollito que hubo durante toda la velada. Una semana más dieron repaso al anecdotario de la adolescencia aunque, para repaso, el que hicieron de los platos que fueron saliendo de chiqueros, preparados por el galardonado.

Primero de la tarde - Berenjenas con miel

Fueron saliendo escalonadas. Los dos primeros platos mantuvieron a raya al personal. A partir del tercero la cosa de despendoló. Hubo quien pidió el indulto, pero al final acabaron apurando hasta la miel del plato.





Segundo de la tarde - Gulas con patatas y huevo

Cogieron al personal despistado. Con los areneros recogiendo aún los restos del morlaco anterior, llegaron a la mesa por sorpresa. Aún  así, los diestros capotearon de inicio, realizando una faena meritoria a base de miajones, que remataron con media barra de pan puliendo el plato durante la suerte suprema.



Tercero de la tarde - Revuelto de espinacas con salmón, piñones y pasas
Las cuadrillas estaban preparadas después de la sorpresa del bicho anterior. Hubo quien miró torcido al zaino, recelosos ante su casta. A pesar de ello, la faena fue sobresaliente. Terminaron el trabajo agarrochando sin compasión, hasta arrancar los aplausos del respetable.




Cuarto de la tarde - Bacalao gratinado
Los bufidos que se oían desde chiqueros hacían prever una faena complicada. Los espadas vieron el lomo del perlino y tras tomar aire, prescindieron del capote, tomando la muleta con la diestra. Sudorosos por la bravura y nobleza del animal, precisaron de varias estocadas y descabello para acabar la faena.



Quinto de la tarde - Codillo a la andaluza
La salida del galafate provocó tal suspense que dio con los diestros en el burladero. Poco a poco las cuadrillas fueron armándose de valor hasta recibir al morlaco en el centro de la plaza, hasta cuajar una faena sobresaliente. Hasta tres pañuelos blancos sacó el presidente del festejo, reconociendo la pureza del animal y la destreza de los espadas.



Sexto de la tarde - Rosquitos de cá Bellío y digestivos
Entre pitos y pañuelos, los diestros se retiraron de la plaza cabizbajos y fatigados por el esfuerzo, pero contentos por el conjunto de la labor realizada. Simplemente no llegaron a rematar la faena hasta tal punto de que media caja de rosquitos fue indultada y repartida entre los diestros.




Entre faena y faena hubo tiempo para el relevo de cuchara. Para los que desconocen el protocolo del Premio al Mérito Gastronómico Tertulia de Vino Fino, en el reconocimiento, el galardonado de la anterior edición entrega la cuchara que simboliza la cocina de Brácana, el sancta sanctorum de esta joven república. Primero lo hizo el América con Paco Comino y este último lo ha repetido con Manolo Martínez. Durante un año tendrá en su poder esta herramienta culinaria, que dentro de doce meses tendrá que entregar al próximo premiado.


De esta manera, aunque con muchos más detalles que mi pequeña memoria de pájaro no alcanza a recordar,  transcurrió la noche, comenzando la semana de pasión de Brácana. Aunque la reunión del Jueves Santo ha sido aplazada, seguro que se inventan alguna quedada clandestina. Ya os contaré.

19 de marzo de 2013

19 de marzo de 2013 - Sin comentarios

"Habemus Volti"

Que ya hay Papa lo sabe todo el mundo, y lo fácil sería hacer las bromas tipicas que van rulando de aquí para allá. Pero lo que yo os voy a contar no es ninguna broma, y es que  cuando el jueves pasado me dirigía hacia la tertulia ciento cincuenta y ocho (que se dice pronto), y justamente al salir del limbo y estando en caída directa  como el Baumgartner, dos ángeles me trincaron al vuelo y me llevaron hasta la Iglesia de los Jesuitas de Montilla, y allí al lado de la pila bautismal estaba esperándome el mismo Francisco Primero (F1).
Con todos los respetos. Francisco I (F1)
!Ostia, el nuevo Papa!, dije yo tembloroso. Y F1 me contestó, !tranquilo Punselito!, solo quiero hablar unos minutos contigo. Dígame su santidad, contesté. Déjate de formalidades Punset, que entre pájaros tenemos que entendernos llanamente. Mira, es que lo primero que he querido hacer tras mi elección ha sido informarme de como anda el limbo, y me han dicho que tu eres el que controla ese tema.
Hombre yooo... yo hago lo que puedo, porque Mazinger (su antecesor), nos tenía muy puteados, y claro, la caterva de ahí arriba estaba despendolada. Bueno no te preocupes, se que esta noche tienes tertulia y no te quiero entretener, me dijo. !La ostia! con perdón, ¿pero hasta en el Vaticano nos conocen?, contesté. Si hombre sí, no ves que el vicio le gusta a todo Dios. (con perdón, también). Solo comentarte un detalle, es que tras leerme el informe que había encargado mi antecesor, he encontrado un detalle que quiero que le trasmitas a los bracaneros. Tranquilo, no tiene nada que ver con las turbias finanzas, ni tampoco con la red de prostitución de homosexuales de la que se habla, el tema es de más importancia aún. Sí como dijo mi antecesor los Reyes Magos eran andaluces, yo he llegado a la conclusión de que el tío cagando que hay en todos los belenes era de Brácana Cénter, así lo demuestran las heces analizadas que confirman restos de Fino Pata Hierro y Fino el Maestro.
Yo me quedé de piedra y solo pude contestarle que no se preocupase, que así se lo haría saber a los bracaneros a mi llegada a la sede. Pero claro como llegué tarde, ya tenían montado el belén. Y lo que más me llamó la atención, es que había un tio bajillo y cocinado un arroz tras la barra, el cual  me sonaba su cara.
Ese detalle me despistó y entre que no atinaba a ponerle nombre al chaval y que en la barra ya estaban servidos dos platos de jamon y aceite, se me pasó comentar el mensaje de F1. Una pista me ayudó a tener el nombre del peronaje en la punta de mi piquito, si... Fino El Profesional fue la pista.


Fino "El Profesional"
 Entonces empecé a hacer memoría, ese vino me sonaba. recuerdo que se ponían ciegos cuando lo degustaban en la sede del callejón. !Ay que tiempos aquellos!. Y con el jamón con aceite por un lado y el Fino El Profesonal por otro comenzaron con sus charlitas de rigor. Era como el conclave vaticano, todo se tramaba dentro y sin que desde el exterior supieran de que iban las conversaciones, y claro tanto papa, tanto conclave y tanto... pues llegó la primera fumata, negra claro.


Y al rato, !pun!, arroz en cazuela de barro en la mesa central. Yo pegué una "vola" y me planté sobre el aparato de aire caliente de la sede, desde allí el personaje bajito presentó el plato con todo detalle y los bracaneros no paraban de agasajarlo por lo bueno que estaba. Luego llegó el juramento y claro, llegado a ese momento no necesité más pista, sobre todo cuando "el abertxale ortizabal" lo llamó al atril, al grito de Antonio Morales Páez (con acento en la a).

"El Volti" tras el juramento
 !Claro era el volti!. Entonces se me vino a la cabeza los rabos de toro que guisó en el callejón, o las acelgas con garbanzos, o los conejitos con patatas, o ... yo que sé. Recuerdo que cuando la cosa andaba regular por el callejón, y cuando menos se esperaba aparecia con su parafernalia de sus ollas y su vino y alegraba al personal. La verdad es que me alegró volverlo a ver junto a los bracaneros muchas tertulias después. Es más, a el hay que otorgarle entre otras cosas el himno de Brácana Cénter.
La noche siguió entre carcajadas y anecdotas mientras que "el volti" volvía a los fogones para rematar el plato estrella de la noche, carrillada con patatas fritas. Si con el arroz fliparon con la carne ni os cuento. Lógicamente y antes de entrar a matar hicieron la melodía de tenedores y los brindis de rigor. Una vez concluida la carne, el embajador se retiró al atril para dedicar unas letrillas en el libro de visitas. Mientras los bracaneros seguían contando historias e increpando a "la pantera de la itv" que ejercía de pinche y respondía a cada provocación de manera intimidadora. Pero "el volti" daba muestras de encontrarse a gusto, tanto que continuaba escribiendo media hora después de haber comenzado a hacerlo. Ahora los ataque de los bracaneros venidos arriba entre carcajadas y bromas iban dirigidos a su persona. Hasta que por fín el embajador hizo amago de leer lo escrito. !Fumata blanca! dijo alguién anunciando la lectura, pero los bracaneros entraron en un estado de catalepsia risueña que los mantuvo bloqueados y solo respondían a una risa contajiosa que causó "punsá en la sien" (la pantera), dolores de "quija" en la cabeza (el ligre), contracciones musculares, o dolores en las costillas entre otros síntomas  Los "quejios" de "garraspera" en la garganta se sucedían y aún más cuando el ligre hizo un ensaño sobre las "agujetas". Según dijo, estas aparecen a las veinticuatro horas del esfuerzo y nunca van mas allá de las cuarenta y ocho. Tras más de veinte minutos de terapia risueña se hizo un silencio casí sepulcrar que aprovechó el embajador para repasar en voz alta lo escrito. A mi se me vino a la cabeza F1, y sus conclusiones sobre el tio cagando de los belenes. Sin duda estaría bien conseguir una figurita de esas a tamaño real y plantarla a la puerta del aseo de la sede.
En fin, que la noche continuó con los digestivos y el himno, con la hora mancha y las gominolas y con unas ganas de cachondeo que a mas de uno le pasó factura en la mañana del viernes. Viernes de pasión, sin duda.






13 de marzo de 2013

13 de marzo de 2013 - Sin comentarios

Jueves de anécdotas


Sería injusto decir que mis compañeros del limbo me tienen hasta el pico, pero es que es verdad. Ahora que ya ha comenzado el cónclave en el que se elegirá el nuevo Papa, aquí todo el mundo anda despendolao, incluidos mis compinches de fiesta. Antes de repasar lo acontecido en Brácana el pasado jueves, que fue mucho por cierto, os cuento cómo se afronta aquí la reunión de cardenales en la Capilla Sixtina. El caso es que desde que Ratzinger dijo que se daba el piro, se han formado dos bandos encabezados por los ángeles y los demonios. Los primeros opinan que Benedicto XVI ha dado muestras de generosidad al abandonar su cargo y ceder el testigo a un nuevo Papa, que prosiga su labor con mayor fuerza. Los segundos por su parte, opinan simplemente que es un rajao. Cada uno de estos grupos trata de reunir el máximo de adeptos en el cielo, en el infierno y también aquí, en el limbo, para reforzar la figura de sus candidatos preferidos. Según me han contado veteranos del lugar como Groucho Marx, aquí cada vez que hay un relevo en el Vaticano, el nuevo Papa llega bajo el brazo con una normativa nueva. Por lo visto cambia el menú, los horarios, las actividades de ocio y cosas por el estilo. Dependiendo del cariz que tenga el elegido, las cosas mejorarán o empeorarán, así de simple. En una de estas disputas, en la que andaban enfrascados los ángeles y los demonios, pude hacerme una idea de la dimensión del problema. Para los demonios, periodos papales como el de Alejandro VI, Rodrigo Borgia para los amigos, fue el de mayor esplendor en el limbo por sus fiestas y bacanales. Claro que los ángeles consideran que fue el de mayor deterioro y perversión. Los alados prefieren un  Papa del estilo de Juan XXIII, Angelo Giuseppe Roncalli para los allegados, por su reconocida bondad. De él no quieren ni oir hablar los demonios, al considerar que perderían mucho de lo andado en los últimos años. Pues así llevan toda la semana. Papa p'arriba y Papa p'abajo. A ver si sale ya la fumata blanca de las narices y me dejan tranquilo. El jueves pasado iba para Brácana que echaba humo, nunca mejor dicho, después de una charlita entre ángeles y demonios que duró más de tres horas. Llegué con el tiempo justo para ver como las fieras eras amansadas de nuevo por el ministro de Alimentación, con más jamoncito con aceite, mientras prepara su especialidad, Fritura de la huerta. Si a este lo nombran Papa, acaba con el hambre del mundo en menos tiempo de lo que tarda en persignarse un cura loco.

Volviendo al resumen del último jueves, la velada fue un poco especial porque los bracaneros celebraban el cumpleaños del Pijo del padel y del propio ministro de Alimentación. 25 y 24 años respectivamente, según apuntaron. El caso es que para tan ilustre efeméride, invitaron a tres embajadores veteranos como el Francis, el Patxi y el Jose. Los tres traían una sorpresa que dejó atónitos a todos los bracaneros: un venenciador hecho con tuercas, tornillos y otros retales de metal. Coño, hasta a mi me emocionó el detalle por su originalidad y lo chulo que queda. Parte de los comentarios sobre el nuevo inquilino de Brácana discurrió sobre el lugar donde se ubicaría en la sede, aunque inicialmente parece que quedará junto al monumento del Chori. Superadas las tapitas en barra y el primer plato de la noche, bracaneros y embajadores se enfrascaron en un carrusel de anécdotas cono dos personajes protagonistas: el Niño y el Ligre. El primero de ellos, en alguno de sus escarceos amorosos, sufrió una  lesión leve, según pude ver en el parte médico, que levantó a parte iguales comentarios de admiración y de burla. En estas estaban cuando el Pijo del Padel plantó sobre la mesa el plato estrella de la noche.

Una vez más, la Mariquilla, consorte del susodicho, encandiló al personas con un solomillo en salsa, relleno de pasas y ciruelas del que no dejaron si rastro. Tal fue el jinchón de comer que se pegaron, que la vuelta cubana que se pegó el Ligre fue algo más inestable que en ocasiones anteriores. Y claro, era cuestión de tiempo que pasara a convertirse en protagonista de la noche. Entre mi amo, el Pijo del Padel y el Francis, cuñado del Ligre, aportaron historias de este hombre mitad león, mitad tigre, para escribir el libro. Aunque la normativa bracanera prohibe sacar al exterior me tomaré la licencia de contar al menos una. Según parece, en una de las parrandas juveniles, el tío no tuvo otra cosa que cogerse el micro de un Burguer King para demandar, con su característica voz aterciopelada, los Whooper que se había pedido junto al Pijo del Padel. Me puedo imaginar la cara de la pobre camarera cuando vio llegar al menda dispuesto a pedir lo que legalmente  le correspondía. Fue una de muchas, porque anécdotas hubo para aburrirse. Aunque aburrirse, lo que se dice aburrirse, no se aburrió nadie. Si no que se lo digan a la Pantera de la ITV que por poco vuelva del taburete al Paticorto de las ondas, de una suave caricia.
A grandes rasgos, así pasó la noche hasta que echaron de nuevo la llave a la sede de Brácana.

Por esta semana os dejo, que tengo una buena preparada con la Amy y el Rockeberto. Me acaban de mandar un whatsapp diciendo que burlando a la guardia suiza, han puesto un pigmento rosa en la hoguera del cónclave. A ver la cara que ponen los periodistas.

3 de marzo de 2013

3 de marzo de 2013 - Sin comentarios

Comenzando fuerte la semana

La novena velada del tercer año republicano bracanero, tuvo la particularidad de celebrarse en Lunes.
!Asi empezaron la semana los chavales! Y aunque fueron en lunes también las tertulias en las que se celebraron los dos premios gastronomicos que se han realizado en Brácana Cénter, tengo que decir que en esta ocasión y tras ciento cincuenta y seis tertulias se debutaba en el primer dia de la semana. El motivo no fue otro que la celebración de el Dia de Andalucia el jueves 28. Dia en el que cayó una copiosa nevada y que mantuvo los pueros de los cuatro caminos y el puerto del paseo de los monos en las planicies de los montes de parapanda (accesos, ambos dos,  a Bracana desde Montilla) cerrados durantes varias horas de la mañana. Pero  como en Brácana son muy respetuosos con las celebraciones, tuvieron a bién adaptarse para no entorpecer el dia de festividad de la vecina y amiga comunidad autonoma. Llegado este punto tengo que recordar que Bracana  al igual que Ceuta y Melilla recoge en sus estatutos de constitución el privilegiio de ser Ciudad Autónoma, con la salvedad de que a la par y como todos vosotros sabéis esta reconocida en la O.N.U. como República Idenpendiente Anárquica y Laica por la Gracia de Dios.

Viñedos bracaneros nevados
Con este panorama y con tres embajadores que ya habían pasado por la sede en fechas anteriores, "el cholo", "el torre" y "el juliaco" se dedicaron a disfrutar a tope de una noche en la que solo comieron y  bebieron y por supuesto  rieron y no dejaron caharlar. Y digo esto, ya que se saltaron a la torera el Consejo de Ministros y el Juramento.
Lo segundo ha sucedido en mas de una ocasión pero lo primero fue toda una novedad y es que desde los comienzos de la República este hecho nunca se había producido.
Así pues los catorce comensales, (pleno bracanero e invitados) se dedicaron, como ya he comentado, a no parar de comer y beber casi sin conocimento.


Tapitas en barra


Salteado de verduras


Pastel de berengena
La cosa comenzó con aceitunitas y patatas salaillas para hacer el pie de cuba, luego y meintras mi amo preparaba unas verduras salteadas, le metieron mano a unos platicos de queso y cabeza de cerdo (donada por "el cholo") para acompañar al Fino El Maestro. De ahi pasaron al jamón con un poquito de aceite, y luego, y tras un descanso que aprovecharon para "jartarse" de beber, charlar y reir, le metieron mano en la mesa central a la perola de verduras. Para frenar un poco la avalancha de "jateria" y vino (una botellita de Fino Protesico, donada por "el torre"), el Ministro de Alimentación bien secundado durante toda la noche por "el abertxale ortizabal", tuvo a bién hacer un receso para que los embajadores firmaran en el libro de visitas. Pero como poseidos, no dieron tregua a los escribientes y una vez recitados sus versos  del libro de visitas el Ministro de Alimentación plantó sobre la mesa central un pastel de berengena (donado por "el juliaco") que supo a gloria. No acabó ahí la cosa y es que para rematar no escatimaron en el postre y sacaron unas frutitas y una tarta.

El Himno


Los invitados
Menos mal que en esta ocasión no se les olvido cantar el himno al unísono, como tampoco la hora mancha ni la melodia de tenedores en la formica, preludio del brindis. La fiesta continuó con los digestivos, eso sí, en algunos casos con el freno mano echado ya que aún quedaba toda la semana por delante.