27 de enero de 2015

27 de enero de 2015 - Sin comentarios

Año nuevo....



Era de esperar que tras la nochevieja movida que se vivió en Brácana el jueves anterior, la primera tertulia del año 2015 estuviera marcada por un tirón de orejas colectivo. El despendole generalizado con el que acabó el año, hizo que mis colegas entonaran el mea culpa, asumiendo que hay que ser un poquito más comedidos, aunque sin renunciar a las locuras que dan vida y forma a Brácana cada siete días. A decir verdad. el examen de conciencia bracanero no fue completo, aunque por motivos ajenos a la República. El Niño por asuntos laborales, el Pijo del Pádel auqejado de cagaleras galopantes y la Pantera con un nuevo leñasso en la espalda, causaron baja y se libraron del refregón. Bueno, se libraron a viva voz, pero no pudieron darle de lado a un pitido de oidos porque sus nombres también salieron en el refregón.


El caso es que parece que han encaminado bien el rumbo para las próximas semanas, empezando el año con algunas novedades en la sede. La principal fue la limpieza de la sede que ha corrido a cargo del ministro de alimentación y el Silencioso. A ello hay que unir un ordenador que se ha agenciado el Paticorto de las ondas, previo convenio firmado con Cotec Informática, que pasa a convertirse en suministrador oficial de repuestos informáticos de Brácana. Lo más gracioso del tema, es que el ordenador ha salido por la patilla, es decir, que no ha costado un duro ¡Eso si que es negociar un convenio!


Además del revolcón, que no tuvo una voz dominante, ya que todos dieron y recibieron, la noche transcurrió entre charlas de los más variado, como la limpieza de las cocinas en los restaurantes, la falta de sistemas seguridad en las carrozas de Reyes o la religión. Además, parece que han recuperado la costumbre de dedicar la noche a un disco en concreto, aprovechando el nuevo ordenador.
En esta ocasión, la música que sonó durante toda la noche, fue el disco Now that's what I call quite good, de The Housemartins. Ahora sólo falta saber cuanto les dura el arrepentimiento. De entrada, la próxima semana vuelven a repetir sin embajadores, para seguir cerrando asuntos de cara a lo que queda dle año que, como siempre, se presenta largo y duro. SALUD.

16 de enero de 2015

16 de enero de 2015 - 1 comentario

Las cuentas de Brácana y la noche de los cristales rotos


No pensaríais que no había sobrevivido a la Navidad ¿verdad? Pues no, sigo vivo y coleando. Bueno, lo de vivo es una forma de hablar, porque ya sabéis que aquí, en el limbo, es difícil precisar el estado corpóreo en el que vivimos. Ya sé que llevo tres semanas fuera de juego, sin escribir. Aunque claro, vosotros que me leéis semanalmente, también habéis tenido vuestros días de fiestón. Luego yo también tengo derecho ¡Qué carajo!


Esta es la primera vez que tengo un ratico para escribir desde que comenzó el año 2015, así que tengo trabajo acumulado. En realidad, hoy voy a repasar lo sucedido en el último día del año bracanero. El título de la entrada ya da alguna pista de lo vivido en Brácana: mucha fiesta.... y muchos cristales rotos.
El caso es que las miradas del personal nada más llegar a la sede ya anticipaban que se cocía algo gordo. Para empezar los primero que coció el ministro de alimentación, fueron unos frutos del mar, mariscada para más señas, con la que entraron a muerte en los aspectos culinarios del último día del año. Con anterioridad ya habían matado el gusanillo con unos aperitivos a base de aceitunas y jamón aunque, esto ya es algo tan habitual que no hay ni que nombrarlo.
Precisamente en ese momento, mi amo tomó el atril para hacer balance estadístico del año y de la era bracanera. En total se han realizado 240 encuentros, según informó, contando las tertulias del callejón. 189 de ellas se han llevado a cabo en la sede, con 401 invitaciones, para un total de 259 invitados diferentes. Lo voy a llevar a términos estadísticos para comprobar la verdadera dimensión de esta bendita locura bracanera. En Montilla hay una población total de 23.752 personas, aunque, descontando los menores de edad y las personas de más de 70 años, que normalmente no pisan tierra santa, nos queda una población total de 15399 personas. Pero claro, hay que tener en cuenta que el colectivo femenino no entra en estos números, por tanto en Montilla hay una población masculina de 7617 personas potenciales para convertirse en embajadores de Brácana. 240 de ellos ya lo son, así que ahora mismo estoy en condiciones de afirmar que más del tres por ciento de Montilla ya pregona las virtudes de la República, tras realizar juramento.


Todos estos datos, llevaron a mi amo analizar también las estadísticas de asistencia, jueves tras jueves. Con justificaciones o sin ellas, el Silencioso ha sido el más regular, acudiendo al 97'3 por ciento de las tertulias. Tras él se sitúan el Ligre, con un 96'2 de efectividad, y el Pijo del pádel con un 95'7. El Abertxale y el Niño empatan en la cuarta plaza con un 95'2, mientras que en la sexta plaza lo hacen el Paticorto y el Ahijao con un 93'6. Tras ellos son el Pijo de los Balcanes y el pijo del Magreb los que empatan en la octava posición, con un porcentaje de asistencia del 93'1. El Maestro es décimo con un 92, mientras que la Pantera tiene el dudo honor de cerrar la clasificación con un 71'9, motivado sobre todo por sus continuas ausencias durante los tres primeros años. Evidentemente, todo este laberinto de cifras tuvo sus recompensas oportunas, con la intención de motivar al personal de cara a los meses venideros.


A eso de las once de la noche sonaron las señales horarias en Onda Brácana Antena Pirenáica. Al igual que el año anterior, había preparada una emisión especial, con música a cascoporro y la emisión de las campanadas en directo desde la plaza central de el Limbo. Mientras el personal alternaba entre conversaciones y vino, el ministro de alimentación se esmeraba entre fogones preparando un arroz con bogavante para cerrar el año 2014. Ahí llegó el primer break de la noche. Desde la cocina comenzaron a volar bolsas con gorritos, matasuegras, confeti y anfifaces, así que era cuestión de tiempo que la cosa se despendolara. Un año antes el espíritu del Dios Baco ya tomó posesión de los cuerpos bracaneros en una fiesta sin precedentes. No obstante, como no sabían que era imposible superar un sarao de esas características... lo hicieron. Llegaron los avisos desde Onda Brácana. La cercanía de las campanadas hizo que se preparan las ya tradicionales pasas de la suerte al Presidente (no el Maestro sino el brandy). Cada uno como pudo, fue apurando 11 pasas como once soles, que levantaron el ánimo, el espíritu y el caos. Las felicitaciones entre unos y otros fueron llegando y con ellas la destrucción masiva de catavinos, que rodaron por el suelo, y de algún otro objeto que no voy a mencionar ahora. A partir de aquí, todo queda bajo secreto de sumario aunque, no os voy a engañar, ya he oido por los mentideros de Brácana que habrá tirón de orejas para el personal el día de Año Nuevo. Ya os lo cuento la semana que viene pero, para que os hagáis una idea de las razones, os dejo unas fotillos que hice con el nuevo móvil que me ha regalado este año Papa Noël.