27 de mayo de 2013

27 de mayo de 2013 - Sin comentarios

Sabia joven.



Como la última tertulia se me pasó, por aquello de que fue en lunes, he tenido diez días para preparar la ciento sesenta y seis. ¡Vamos que me he mentalizado para ella como si fuese  la final de la Champions!. Si, la que ganó el Bayer al Borusia de Dormunt.
Y con tanto preparativo y tanta atención estaba en la sede antes que la mayoría de los bracaneros, a excepción de “el silenciosos” y mi amo, que nada más entrar tuvieron que poner a enfriar las cervezas en el congelador del frigorífico, ya que tras la salida a altas horas de la noche del lunes anterior desenchufaron la nevera de las bebidas. ¡Qué le vamos a hacer!.
La cosa siguió con algunos contratiempos, pues cuando mi amo se disponía a preparar unas verduritas salteadas, la bombona de butano se había acabado, con lo que tuvieron que ir a la residencia de “el silencioso”  que a la par funciona como el almacén de hidrocarburos de  Brácana (AHB). A esas alturas de la noche ya había pleno de bracaneros, no así de embajadores, ya que “el puli” no había llegado aún, mientras sí que lo habían  hecho los otros dos, “el gamero” y “el pepo”, este ultimo accidentado, pues un esguince de segundo grado lo tenía imposibilitado para desplazarse, no así para beber y comer.

Pero hoy me quiero centrar en el Consejo de Ministros. Este apartado de las tertulias comenzó de forma intrascendente, como algo para ordenar  el capítulo de invitados y de paso llevar a conocimiento de los bracaneros las ideas y planes de actividades. Mi amo tomó las riendas haciendo un poco de moderador desde el atril. En un principio el personal se mantenía ordenado y pausado y solo de vez en cuando metían alguna cuña a modo de broma o anécdota personal. Pero con el paso de las tertulias la cosa ha ido cambiando, siendo a veces prácticamente imposible mantener el orden, y elevando el grado de “encabronamiento” de mi amo, que en alguna ocasión se ha puesto en huelga, ante el “descocoje” del personal. También recuerdo como en algunos consejos los embajadores han boicoteado el acto interrumpiendo repetidamente al moderador. Pero lo del último consejo rayó el surrealismo. Ante la bacante de embajadores para la última semana de mayo, tuvieron la feliz idea, tras mucha discusión, y sobre la marcha y a través de contacto telefónico de invitar a un embajador que andaba en lista de espera. El presidente pidió autorización para realizar la llamada, y mi amo, conociendo el paño, ordenó silencio y respeto ante la comunicación venidera. Los bracaneros mostraron irritación ante la petición de mi amo, dando por hecho que no era necesaria la matización, (entre ellos “el pijo del padel”). Pero justamente en el mismo instante en que “el presidente” comenzó la conferencia, el propio “pijo del padel” se dirigió hacia la puerta de la sede y con el cuerpo dentro y el culo dando a los montes parapanda, se pegó una traca que sonó allende los mares.
En ese instante “el silencioso” se levantó de su escaño encabronado mientras que el resto de bracaneros  y embajadores se descojonaban. La llamada terminó con la negativa del posible invitado, sin saber muy bien el motivo. Quizás el tronió lo desconcertó.
 Mi amo, que con el bigote y el gorro parecia un recluta del sidi ifni,


 trató de poner orden, algo que se antojaba imposible, y el presidente tras comunicar la negativa, probó con otros embajadores en lista de espera, que a la postre aceptaron la invitación. Luego tomo la palabra “el paticorto de las ondas”, para comunicar que se está  trabajando para dotar la sede de wi-fi, también habló sobre la inmediata puesta a punto y final del segundo tomo de la Enciclopedia Histórica de Bracana, y terminó hablando algo sobre el aumento del índice de natalidad de la republica, pero de esto no me enteré muy bien.
Tras más de media hora larga mi amo puso fin al consejo de Ministros, que a cada tertulia resulta ser un episodio de tebeo.


Del resto casi lo de siempre, de comer, verduritas salteadas y cuartos traseros de pollo al horno,



 luego heladitos y de beber, Fino El Maestro, en sus distintas variedades. Hora mancha, juramentos, hora “di napoli”, himno... Y por supuesto concierto en directo del ligre, interpretando lo mejor de su repertorio.


Por cierto y para terminar hacer una reseña a los tres embajadores que con su virtuosa juventud demostraron una gran actitud para alternar con puretas y veteranos que se alimentaron de su alegría, su sabia joven y su desenfreno. Desenfreno que se mantuvo en la sede hasta cerca de las cuatro de la mañana. Hora en que algunos de ellos abandonaron la sede poniendo punto y final a un nuevo jueves bracanero.




20 de mayo de 2013

20 de mayo de 2013 - 1 comentario

Entre la realidad y el sueño.



Si os digo que he tenido una pesadilla igual habrá quién me crea, e igual quién piense que es una tontería, pero como los sueños hay que contarlos, aquí os lo dejo.


Resulta que estaba en la velada dieciocho o lo que viene a ser, la tertulia ciento sesenta y cinco. Todo iba normal, los embajadores hicieron pleno, entrando y saludándose como siempre. Recuerdo como el Ministro de Alimentación se colocó un delantal blanco que había colgado en el cuelga catavinos ya que el suyo negro lo había dejado olvidado. Comentaban la mejoría del Fino Pata Hierro que aunque casi carente de olor en lo que respecta al sabor gustó bastante. Yo andaba tranquilamente escondido tras las cortinillas que hay en las estanterías al lado de la puerta de la sede institucional, desde allí atendía al cachondeito que se traían con mi amo, que resulta que ahora se ha dejado un bigote al estilo… ¿Cómo os lo digo?Bueno, le dijeron de todo, Dártagnan, Fredy Mercury, por supuesto mancha, en fin de todo lo que se les vino a la cabeza. Y fue en ese momento cuando tras llamar a la puerta aparecieron dos pichones. ¡Ostia! Yo me acojoné, ya que con esta especie de ave nunca nos hemos llevado bien los pájaros tropicales.

La cosa es que a mi me sonaba un poco la cara de ambos pajarracos, que aunque los llaman pichones, ya son veteranos de guerra. Durante un tiempo no me cosqué y permanecí quietecito al lado del maletín de Julián Ramírez que reposa en la estantería. Pero poco a poco fui controlando y observé la grandeza y generosidad de “El Manolo y el Paco” (los pichones), que al parecer son buenos amigos de los bracaneros. Eso me tranquilizó bastante y decidí aprovechar que estaban con las tapitas para pegar una volada hasta  lo alto de la nevera  e instalarme en la caja de las patatas salaíllas. Desde ese punto pude controlar sin problemas toda la sede y entonces caí en la cuenta de que mi amo estaba hablando con otro tío, otro embajador vamos, ya que los pichones llegaron a la sede como eso, como embajadores. No tenía ni puta idea de quién era el que hablaba con mi amo, hasta que “el Abertxale Ortizabal” lo llamó repetidamente por el nombre de Juanma, Juanma ¡Claro era el Juanma Martinez! el compadre de mi amo con el que ha estado entrenando este año a los niños del baloncesto.

El Juanma resultaba ser para mi muy familiar, ya que a pesar de no haberlo visto nunca, tenía conocimiento de él, de tantas veces como en los Consejo de Ministros mi amo lo mentaba para meterlo en la lista de visitantes a la sede. 
Seguro que os ha pasado alguna vez que habéis tenido un sueño y lo vivíais tan real como si estuviese pasando, pues eso mismo me sucedía a mi. Recuerdo como si hubiese sido verdad el Consejo de Ministros, los juramentos, los brindis en la mesa central antes de comerse las alcachofas con lomo, y después de haberse jalado unos langostinos con huevos estrellados, y rematar con una tarta de tres chocolates con la que apareció "el Juanma". También recuerdo cómo sonó el himno y todo el mundo se puso firme, o la hora mancha, y la di napoli, y los digestivos y como poco a poco se iban marchando hasta quedarse en la sede "el Paticorto de las ondas", "el Abertxale", el Juanma y mi amo, hasta cerca de las dos de la noche.

En ese momento me desperté, mire el reloj y eran mas de las diez de la noche del jueves. Entonces me peiné las plumas y me afilé el pico y cuando iba a salir del limbo como un cohete, me encontré a Saramago que me pregunto a dónde iba. A la tertulia de Brácana le contesté yo. Y entonces me dijo: Pero Punselito si la tertulia esta semana la han tenido el lunes. Entonces caí en la cuenta de que  era verdad, que la habían adelantado por no sé qué motivo.
Con las mismas me di la vuelta y me fui a cenar algo, mientras lo hacía tuve la sensación de haber vivido mi sueño.

14 de mayo de 2013

14 de mayo de 2013 - Sin comentarios

Cayó la pata del gorrino...

Bueno, pues aquí estoy de nuevo, algo más en forma que la última vez, pero todavía seriamente tocado tras la fiesta de comunión de la Amy. Resultó todo un éxito, sobre todo por la última incorporación que hemos tenido aquí, en el limbo. Esta semana, casi de sopetón, ha llegado a nuestro cubil el gran Alfredo Landa y claro, os podéis imaginar la que se ha armado. Todo estaba programado. Rockberto era el cura de la ceremonia y en vez de incienso... os podéis imaginar. Como padrinos ejercían Freddy Mercury y Janis Joplin (peticiones expresas de la niña) Pero claro, con el revuelo que causó la llegada de Alfredo Landa, al final Freddy le cedió el puesto. La fiesta fue por todo lo alto. Comenzó el lunes al mediodía y acabó el jueves pasado, a eso de las 20:30. Como veis, chapé con el tiempo justo para pegarme una volá, con algún tumbo que otro, y llegar hasta Brácana. Mis amigos fueron llegando uno tras otro a la hora prevista con un nuevo embajador, el Antonio Olivares y dos boinas verdes como el Josalfonso Bellío y el Solani Mora, que repetían visita.
Respecto a la anterior tertulia hubo dos altas y una baja, vamos que no hubo pleno. El Presidente y la Pantera volvieron al redil, mientras que mi amo, el Pijo del Magreb, se ausentó por encontrarse en Sevilla como entrenador, disputando el CADEBA cadete masculino con el equipo de la vecina localidad de Montilla. Como hay que tener contactos en todo el mundo, le pegué un telefonasso a un colega que vive en los árboles de La Alameda de Hércules, para que ejerciera de espía y me contara que tramaba por allí. En menos de diez minutos me devolvió la llamada con un escueto mensaje:
- Punselito, aquí no está haciendo mucho, pero como no se encalome en breve un medio de vino, no se le va a quitar el temblor de las manos en semanas.
Es lo que tiene el síndrome de abstinencia. Llega el jueves y si no obtienes tu dosis, puedes pasarlo mal. El caso es que apenas 15 minutos después, era mi amo el que llamaba al Paticorto de las ondas, evitando la llamada del ahorro que ya mascullaban algunos. Hubo insultos, nostalgia y saludos varios a través de las ondas y también una breve pero intensa poesía de mi amo para estar presente en Brácana, a pesar de la distancia.
De todo lo que pasó la noche del pasado jueves el hecho más significativo es que el jamón se ha acabado y que el vino con el que llegó el nuevo embajador, estaba de muerte. Respecto a la pata del gorrino, ciertamente ha cumplido con creces las expectativas depositadas en ella. Ha aguantado estóicamente las estocadas semanales del Ministro de Alimentación, manteniendo el tipo hasta el último momento. Con respecto al vino, baste decir que los cinco litracos duraron lo mismo que un caramelo en la puerta de un colegio. Es el dato más evidente de la calidad del producto degustado.

El Consejo de Ministros fue breve. Apenas si dieron cuenta de la modificación del día de quedada para la semana siguiente. La tertulia se pasa del jueves al lunes para adecuarse a los horarios de los embajadores entrantes, los Pichones, y también de el Juanma Martínez, que formará terna con los citados anteriromente.
De jatería no estuvo mal la cosa. El Solani Mora llegó a Brácana con morcilla y tocino bajo el brazo que sirvieron de entrantes, tapa en barra y primer plato. Previamente ya se habían zampado  la segunda caracolá de la temporada, preparada magistralmente una semana más por el Pepeluí. Aún así, poníendose tiernos como se estaban poniendo, con el plato estrella de la noche se deshicieron los paladares más exigentes. El Ministro de Alimentación lo llamó Viandas de porcino con no se qué aliñadas de algo. Cada vez se me hace más difícil comprender los nombres que le pone a los platos porque, con tanto ver el programa Máster Chef ese, en el que hay una concursante de la vecina ciudad de Montilla, se le están subiendo un poco los humos. Al final resultó ser presa ibérica a la plancha con adobo (manda cojones).
El caso es que dieron cuenta de todo y entre charla, vino y los digestivos de rigor, una vez más superaron la primera hora más temprana del día, antes de abandonar la sede institucional de Brácana Center.

13 de mayo de 2013

13 de mayo de 2013 - Sin comentarios

Mayo es mu complicao

Mis queridos lectores. Ya sé que llevo quince días sin aparecer por aquí pero es que, como dice el título, Mayo es mu complicao. Por poneros algunos ejemplos, aquí han organizado en las últimas dos semanas tres catas de vino (finos,tintos y rosados) un desfile de cruces bocabajo y un concurso de patios. No contentos con esta actividad desmedida, ahora están preparando la comunión de la Amy, a la que Florinda Chico le está haciendo un traje blanco con encaje y todo. Con todo este trajín, supongo que comprenderéis que hasta ahora no me he podido sentar un ratito para contar lo que pasa por ahí abajo que por cierto, no es menos movido. El primer jueves del mes, como manda la tradición, mi colegas de tertulia se enrocan en la sede sin embajadores. Mayo, a pesar de todo el trajín que lleva consigo este mes en Córdoba, no ha sido una excepción. Aún así, la primera reunión tuvo dos bajas de consideración: el Presidente, de viaje institucional por Málaga y la Pantera de la ITV, según dijeron por allí, aquejado de cagaleras y ciencia infusa. El caso es que sólo los echaron de menos en el recuento inicial. Pasados quince minutos de charla, el personal sorbeteaba a destajo el primer guiso de caracoles del año, que preparó el Ministro de Alimentación.

Primera caracolá de la temporada
Apenas en una hora ya habían tocado el fondo de la olla, así que se enfrascaron en la habitual charlita de barra esperando el Consejo de Ministros y las viandas de la noche. En este último capítulo hay que hacer esta semana especial hincapié. Aunque lo he pasado por alto en anteriores comentarios, hace algunas semanas los bracaneros rindieron un merecido homenaje al Pepeluí por su trabajo semanal entre fogones. No voy a entrar en detalles, pero el caso es que en ese homenaje le regalaron un libro de pintxos, para que fuera leyendo un capítulo cada noche antes de acostarse ¡Hay que tener la cara dura, un regalo para que siga currando! Como este tío es un bendito, sin decir ni mú, ha ido estudiando y el jueves trajo el fruto de sus primeras investigaciones culinarias, cortesía de la familia Raya Muñoz. Aquí está el menú:
- Berenjenas a la miel.
- Hojaldrada de chistorra.
- Gulas con huevos pequeños de codorniz encamados sobre lecho de pan.
- Solomillo con tomate cherry sobre base de calabacín.
Ahí queda eso¿Es para ponerle un monumento o no? Entre plato y plato tuvo lugar el Consejo de Ministros que resultó denso en contenido, aunque sosegado en líneas generales. Entre otras propuestas debatidas, se habló del sistema de elección de embajadores para el futuro o la preparación de la fiesta de disfraces de verano, cuya temática parece que será elegida por las cónyuges. Otro punto del orden del día, fue el análisis de la situación y actuaciones futuras a  realizar con el meteorito aparecido en Brácana Center. Esto no es otra cosa que ver qué se hace con el techo, después de encontrar un trozo de escayola en el suelo. A partir de aquí la cosa se despendoló con razonamientos tan abstractos como la matemática bracanera, en la que un mes son dos semanas (el Pijo del padel) o la lógica bracanera para elegir entre la sandía y el arroz (el Ligre). La cosa estaba tan calentita que sólo faltaba una chispa para que aquello ardiera. Así que cuando a eso de las 23:30 el Ministro de Alimentación preguntó la hora para echar el arroz, prendió. Dicho y hecho en un periquete tenía la cazuela en el fuego y el sofrito, hecho con la salsa del codillo a la andaluza del homenaje gastronómico, en los fogones. Como cabía esperar, poco antes de la primera hora más temprana del día estaban apurando con sopones la cazuela de barro gritando aquello de otro día que nos acostamos sin comer. De ahí pasaron a los digestivos de rigor y bien calentitos, cerraron una nueva tertulia, cerquita de la segunda hora más temprana del día.

1 de mayo de 2013

1 de mayo de 2013 - Sin comentarios

Jueves de penitencia en La Fundi



PUNSELITO: ¡Coño maestro!. ¿Qué haces tú a estas horas en la calle?¿Pero no estabas tieso con la espalda?
MAESTRO: ¡Coño Punselito! Qué sorpresa ¿Y tú que haces por la Calle el Horno a estas horas? Son casi las dos de la mañana.
P. Yo vengo de Montalbán con los bracaneros, ¿pero dime, qué haces por aquí?
M. Pues me he sentido un poco mejor y he salido a pasear a los perros, que desde que me he jubilado son los únicos que me entienden. Pero cuenta, cuenta, como ha ido eso.
P. Eso ha sido la barbaridad más grande que he visto en mi vida. Además el lugar es auténtico que te cagas.
M. ¿Pero que habéis estado al aire libre o encerrados?.
P: Para ser exacto el complejo se llama LA FUNDI, y tiene un patio de naranjos con algún granado, todo salpicado de tinajas, piedras de molino, e incluso un chilancón. Además tiene una bodeguita pequeñita pero encantadora y un pequeño salón repleto de fotos y arreos de labranza.
M: ¡Coño, que no faltaba de ná!
P: Pero ná de ná.
M: ¿Y al final quién habéis ido?.
P. Todos menos tú, y nos ha acompañado el Pichichi.


M: Entonces genial ¿no?.
P: Y tanto, hemos comido como bellacos y hemos catado unos pocos de vinos. Mostico, un par de vinos en rama geniales, Pedro Ximénez. Pero lo de comer ha sido increíble. Salchichón, caña de lomo, morcilla,  queso, chorizo a la brasa, chuletas a la brasa, panceta a la brasa, dulces, postre y para finalizar al Juan se le metió en la cabeza empezar un salchichón del saucejo que lo cortó tan gordo que las ruedas parecían solomillos.
M: Y yo con la espalda tiesa.
P: Maestro te tienes que cuidar, que mira como estás. Cada vez más canijo y mas dejao.
M. Y supongo no habréis parado de reír.
P: ¿De reír! Te juro que en mi vida me he reído tanto. Tu ya sabes, que  conforme van pasando las tertulias el personal se va animando ¿no? Pues esta vez no ha sido menos. Mira te cuento una. Cuando ya estaban hasta la bola de comer se le ocurrió a Juan meterlos a todos en la bodeguita a degustar barriles con venencia en mano. Y claro una copa de este, otra del otro y de pronto se arrancaron con el cante. Mi amo, salió por el Cabrero y el Juan por Víctor Manuel, el Pijo del Padel por Joselito, y cuando ya estaban locos como posesos se arrancó el ligre con el rap del Café Negrito.
M. ¿El rap del café negrito?
P: Si maestro, así lo bautizaron. El tío irrumpió como un demente y gesticulando toque de bajo y micrófono en mano, consiguió que el personal cayera en un ataque de risa que en el caso de algunos duró mas de diez minutos incontrolados.
M: Menos mal que el Ministro de Alimentación, y como siempre saliendo al quite y tras controlar la risa, enchufó en la barbacoa que estaba en el patio de LA FUNDI, un golpe de panceta para aplacar a las bestias.
M. Pues no te creas que no me he acordado de vosotros.
P: Pues anda que nosotros de ti, incluso el brindis que hemos hecho cuando le hemos entregado a Juan el diploma de recuerdo que le hemos dado ha sido en tu nombre.
M. ¿Y que ha dicho Juan, cuando se lo habéis dado?

P. ¿Juan?, ese tío es una maquina. No veas como nos ha atendido, bregando de aquí para allá. Entrando por una puerta y saliendo por otra, arrimando comida, arrimando bebida, contando sus historias y anécdotas y controlando el más mínimo detalle para que no nos faltase de nada.
M. ¿Y fotos habéis echado?.
P. Mi amo y el Paticorto de las Ondas, no han parado con los móviles.
M. Menos mal, tenía yo un pellizco con lo de las fotos.
P. Pellizco el que traigo yo viéndo como se han puesto de vino y que tenían que venir para Montilla.
M. Pero que han conducido jartos de vino.
P. No hombre no, el Abertxale, el Ahijao, y el Pichichi no han probado sorbo. Yo lo digo por el cipote que le han podido liar los otros en el coche.
M. ¿Entonces que ha ido bien la noche?
P. La noche genial, otra cosa será la digestión de cada uno. Estoy por apostar que la mayoría van a pasar una noche jodidilla.
M. Bueno Punset que me voy para dentro. Que voy a coger frio.
P. Si tira pa dentro, que como sigas así, te vas a ir con la caída de la hoja. Y cuídate Maestro cuídate  Que sin ti, estos se despendolan mas de lo que le pertenece. Que sin ti la República va a la deriva.
M. Gracias Punset.