25 de diciembre de 2013 -
Sin comentarios
...Y de pronto, tres puretas.
Cuando me enteré que para acabar
la ronda de embajadores de este año habían elegido a tres puretas, no pude
evitar pensar que la cosa andaría tranquila, ya que las últimas semanas se
habían calentado más de la cuenta. Pero cuando una vez infiltrado en la sede
compartí sin que ellos se dieran cuenta el jueves de tertulia, me dí cuenta que
la apuesta había resultado ser la más acertada. Y es que claro, si la gente
joven aporta vitalidad y energía los puretas que acudieron a la tertulia ciento
noventa y cinco dieron el toque necesario de veteranía y saber estar, y todo
ello en charlitas amenas relacionados con el vino, ya que si entre los tres
sumaban mas de ciento ochenta años, esos mismo años los han pasado disfrutando
del mundo del vino. “El manolo luque, su cuñado luis y el paco cabello”,
demostraron no haber perdido el tiempo, ese mucho tiempo que dan los años
contando anécdotas, historias, aventuras
de boinas verdes y con el vino como
bálsamo espiritual. Además no quisieron dejar pasar la ocasión de
compartir la noche arrimando buenas viandas, queso, salchichones, tortillas, un
pastelón de Manolito Aguilar y una botellita de Larios del bueno.
La noche iba sobre rueda, aunque
la baja de “el pijo del padel” se hizo notar, y de que manera. Se echaba en
falta su alegría, sus barbaridades y su facilidad para calentar a “pantera de
la itv” que hasta bien pasada la noche no cogió el ritmo que suele demostrar
cuando tiene a su vera a “el pijo del padel”. Sobre todo en el Consejo de
Ministros donde suelen ser amonestados por mi amo semana tras semana. Y es que
una rodilla maltrecha tiene al chaval en el dique seco y por ello y para que no
faltara su presencia, pasadas las once de los bracaneros realizaron la llamada
del ahorro, y así pudieron sentir, aunque fuese via telefónica la presencia de
“el Madrid”.
Por lo demás lo de siempre, pero
como digo, con el toque de veteranía que aportaron los puretas embajadores.
Como se pudó ver en los juramentos, que probablemente resultaron ser , de los
más elegantes que se hayan realizado en Brácana Cénter. Tampoco mostraron dudas
en los juramentos, que salieron a la primera antes de dar paso a una merluza
con salsa de almejas y langostino. Eso sí, y ya metidos en el temas
gastronómico recordar que le pegaron otro achuchón al jamó con aceite, a las
aceitunas y a todo lo que había llevado los embajadores.
En fin que se acabaron los
embajadores del dos mil trece, y como dije al inicio con un toque de
distinción, y elegancia. Ahora solo resta la tertulia del próximo jueves que
servirá para poner el broche de oro al cuarto año de reuniones semanales, o
mejor dicho y como ellos mismos llaman a la terapia de los jueves.
Por cierto y antes de cerrar este
articulillo un par de cosas.
Primero el pinche fue mi amo que
durante buena parte de la noche pensaba que le estaba realizando el servicio a
“el pijo del padel” hasta que “el ligre” lo puso al corriente haciéndole ver
que era el, a quién le tocaba realizar el servicio de pinche.
Y lo segundo y más doloroso, fue
ver al maestro, “Presidente” deambulando por la sede en un lamentable estado.
Yo diría que de embriaguez, pero después pude averiguar que se trataba del
efecto que le causan los medicamento que está tomando para camuflar su
maltrecho hombro derecho.
En fin que
cada cúal piense lo que quiera...