4 de diciembre de 2018

4 de diciembre de 2018 - Sin comentarios

En miércoles, pero con la misma intensidad

Hoy vuelvo dos semanas después de la última Tertulia. Tras la visita de los maestros se dieron, bueno nos dimos, una semanita de respiro sin invitados, para preparar futuros saraos. En realidad fue una semana también de preparación, porque el Mario Alférez visitó una vez más la República para preparar la visita de un embajador de más allá del Portichuelo, que según parece llegará en breve a la República con un menú de lo más contundente.


No perdonan una los mu cabrones. Baste como ejemplo que el Paticorto y el Suerto aterrizaron en Brácana recién bajados del AVE, después de un día intenso de contactos en Madrid, participando en nombre de la República un año más, en la Feria Internacional del Turismo. Vamos, que lo único que les hace falta a esta gente es promoción.
El caso es que con esa tertulia de transición, en la que no faltó el vino y la jatería, se han plantado ya en la última quedada del mes de enero (otro a la talega, que diría mi amo). No tuvieron más remedio que pasar la quedada al miércoles por problemas de abastecimiento eléctrico a la jornada siguiente en Alvear.


Pero como los principios en Brácana son relativos, del jueves al miércoles y bebo porque me toca. Tres nuevos embajadores tiene la República desde entonces: el Miguel Gómez, el Juan Muñoz y el Francisco Villar. Todos ellos son colegas de el Silencioso que ha enmendado sus estadísticas de invitados. Ahora sí que responden pero claro, allí en Brácana, siguen llamándole matagatos. El caso es que fue una charla amena, esta vez sin borricadas dignas de mención, porque los cuerpecitos todavía están resentidos tras las navidades. Aún así, todavía tienen estómago para seguir comiendo y bebiendo, que eso sí que no lo perdonan. Los nuevos embajadores llegaron con un jatillo importante bajo el brazo, integrado por queso, salchichón, caña de lomo y aceitunas. No contentos con ello, prepararon de manera paralela unos mejillones de 'la mer' y un arroz con churrasco de pollo (esto no acabo de entenderlo, la verdad). Vamos, para que les dé algo malo un día de estos.


Yo también estoy sufriendo los efluvios de la Navidad y no me quedé con todos los temas de conversación, que fueron muchos y variados. Sí recuerdo que la nostalgia de épocas pasadas predominó en el ambiente, contando batallitas de lo más peculiar. También se habló de fútbol porque el Real Madrid ha caído eliminado de la Copa del Rey ante el Leganés. Evidentemente son cosas que no son pasadas por alto por un alto porcentaje de bracaneros entre culés, palanganas, colchoneros y béticos. Dicho de otra manera, que pusieron a los merengues de vuelta y media.
Otro aspecto destacado de la noche es que están preparando la diáspora hasta Medina Azahara, prevista para abril.


Ahí andan dándole vueltas a ver cómo pueden meter una bombona, un perol, el sofrito del arroz y un bag in box de vino en el yacimiento. Si es que son muy bestias. La pobre Inma, consorte de el Kichi, será la guía de la visita cultural y no sabe lo que se le viene encima. Ya os contaré.

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