16 de diciembre de 2022

16 de diciembre de 2022 - Sin comentarios

17-11-2022 ENTRE ADAMUZ Y ADAMUZ, UNA DE VINO

 ¿Se puede comer y beber hasta estar a puntito de reventar, sin llegar a ello? 

Otra pregunta,  ¿se puede beber y comer hasta casi reventar y no estar un par de días malo como un perro? Con la intención de encontrar respuesta a estas dos preguntas y algunas más se presentaron en la sede el tercer jueves del mes (17/11/22), los hermanos Adamuz y su sequito de artistas.


Un sequito bastante concurrido y formado por cinco boinas verdes que sabedores de lo que suponía llegar hasta brácana de la mano de Juan y Antonio hicieron todos los esfuerzos posibles y alguno más para no defraudar.

A lo largo de la velada hubo tiempo para casi todo, y no lo digo por aquello de comer y beber, que eso se da por hecho. Lo digo, por aquello de que hubo una catica dirigida de los nuevos vinos que presentaron los miembros de los Insensatos al pueblo bracanero, entre ellos figuraban el Pretil y… la Manga del Negro, entre otros. Tampoco llegaron faltos de los derivados del cerdo, la granja o la huerta. Es decir, pusieron toda la carne en el asador para que la respuesta a las dos preguntas con las que comienzo este relato fueran certeras.


El culmen de la noche llegó con la carrilada con pataticas fritas que sirvió el Ministro de Alimentación para poner el broche de oro a una velada donde la arroba se quedó corta, y la fiesta vino larga.


Y con respecto al experimento, la respuesta a la primera pregunta es la siguiente: no saben, no contestan, o no se acuerdan. Y con respecto a la segunda: Imposible, salvo que seas pinche, te tires toda la noche fregando como la canillera en el quijote, o simplemente no te guste el vino.

Lo dicho imposible.









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