4 de julio de 2015

4 de julio de 2015 - Sin comentarios

Preparando el verano

Como quien no quiere la cosa, en Brácana se ha estrenado el mes de julio. Parece que fue ayer cuando celebraba junto a mis colegas la llegada del Año Nuevo Bracanero, y lo que estamos ya metidos es en el verano. Por cierto, que la canícula que está cayendo trae de cabeza a la República, y en especial a mi amigo el Silencioso. El caso es que, según pude escuchar, la máquina de aire acondicionado no tira como debiera. Por ello, a más de uno se le escapó el jueves más de un chorreón de sudor, y eso que tanto calor no hacía.
Respecto a lo que pasó en la última quedada hay poco  o mucho que contar, según se mire. A ver si me explico. Fue un jueves de transición porque la cercanía de las vacaciones veraniegas iniciará el éxodo bracanero en breve. Por ello, la actividad de las próximas semanas será más reducida, comenzando por el jueves que viene. Brácana permanecerá cerrada con motivo de la Feria de la vecina localidad de Montilla. Esto no quiere decir que no se junten pa pegarse unos tientos, tal y como hicieron el pasado año en el recinto ferial. Aún recuerdo la que liaron... y seguro que este año serán reincidentes.


Otro asunto del que no se habló el jueves, pero yo os lo cuento, es el aplazamiento sine die de las elecciones presidenciales hasta después del verano. Me han contado que la ausencia del Carlitos Gracia esta semana hacía imposible su celebración. No obstante, os diré que el verdadero motivo del aplazamiento, ha sido una misiva de la ONU en la que se advierte que "sin un observador oficial que supervise las votaciones, los resultados electorales obtenidos no tendrán validez internacional".
Evidentemente pasaron de puntillas por este punto, aunque el jueves hubo pleno bracanero y, además, con puntualidad casi exquisita. Con deciros que hasta el Paticorto llegó con hora... Aún así, la puntualidad y la suspensión sistemática de eventos en Brácana, fue uno de los asuntos largamente debatido en el Consejo de Ministros. El caso es que para el sábado cuatro de julio, se había programado un perolete de convivencia, en sustitución de la fiesta de disfraces, que también ha sido aplazada. Aunque en principio la fecha estaba fijada, al final el Paticorto y la Pantera se van de boda, el Niño y el Ahijao tienen planes, y mi amo, el Pijo del Magreb, tiene una cita culinaria ineludible, según dijo. Vamos, que en vez de perol, el resto podía quedar para jugar al parchís. Por este motivo, ante tanta ausencia, han decidido aplazarlo de nuevo, algo que dio pie a todo tipo de opiniones sobre cómo se acaban pasando por el forro las decisiones adoptadas en los consejos de ministros. Recapitulando, en las últimas semanas se han comido la cata maridada de vinos, la paella a la que hago referencia, la fiesta de disfraces... tienen pendiente la visita a la Casa de las Aguas y muchas otras que estaban sobre la mesa, pero que al final no han llegado a buen puerto. Como esto siga así, la actividad bracanera va a quedar reducida a los fiestones de los jueves, y poco más. A pesar de ello, han hecho propósito de enmienda, con la intención de corregir todos estos aspectos organizativos tras el verano.


El otro gran tema de debate el jueves, fue el estado del fino Pata Hierro. Aunque en principio era el hilo conductor previsto para la Tertulia, los caras de mis compinches tras los primeros sorbos, no anticipaban buenos comentarios. Efectivamente, hubo incluso quien dijo que eso no se lo beben ni los perros, y mira que esta gente se trinca hasta el líquido imponible. El caso es que una delegación bracanera tuvo que poner pies en polvorosa, rumbo a ca la Eladia, para adquirir un bag in box de emergencia. El elegido fue el Fino Cabriñana, por aquello del colegueo con el Pepín Carbonero, solucionando una situación delicada en la República, como la ausencia de buen vino. El mal estado del Fino Pata Hierro, dio pie a todo tipo de especulaciones sobre el estado de la madera del barril y, sobre todo, la necesidad de tirarle con saña para que el vino se mantenga en buenas condiciones. Por ello, han tomado la decisión de que la bota permanezca en la sede durante los meses de menos calor, conservándose en la bodega de el Maestro durante el periodo veraniego.
Como veis, aunque la Tertulia fue tranquilita, la conservación fue variada. De hecho, ni he comentado nada de la jatería del jueves. En cuanto a tapitas, se metieron entre pecho y espalda unos tomaticos de montilla con sal y pimienta, abundante en los platos que preparó el pinche, unos corazones de alcachofa con anchoas y unas gambas blancas de la parte alta de la Carchena, cocidas para la ocasión por el ministro de alimentación. Y para rematar, cerraron la tanda gastronómica con una ensaladilla y unas rodajas de sandía.


También hay que decir que, aunque algunos bracaneros abandonaron la sede tras el postre, los más osados no perdonaron los digestivos. Tampoco los perdonó el Puli, que estuvo como embajador veterano durante toda la noche, y que se unió a la ya habitual cuadrilla de lingotassos, que forman el ministro de alimentación, el Maestro, el Paticorto, y en esta ocasión , el Niño y el Ahijao. Mientras daban con los pelotassos, salió a relucir la crisis que se vive en Grecia y lo mal que vamos con el sistema económico mundial. Hablaron de la zona euro, de la poca vergüenza de la clase política, del Tratado Trasatlántico de Comercio e Inversiones entre la Unión Europea y los Estados Unidos, y de un montón de cosas más, que justifican el cabreo generalizado del personal. Así, entre charla y cubatas, cerraron la noche, pensando ya en la Feria de Montilla, que está a la vuelta de la esquina, y que supondrá, salvo sorpresa mayúscula, la nueva quedada bracanera para la semana que viene.

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