Reencuentro con la pubertad ~ Tertulias de vino fino

30 de agosto de 2010 -

Reencuentro con la pubertad

El primer día que vi el patio de mi nueva casa, por aquel mes de Enero, no pude ni imaginar que un rectángulo lleno de plantas al aire libre podría dar tanto de sí. Como os lo digo, lo de este jueves ha superado todo lo que mi vista de pájaro ha visto desde aquel entonces.
Hubo “mangueraso” al estilo San Mames, desfile de modelos de ropa interior, agua planning, bautizo con los pies en un barreño, concierto de banda de música…
Claro, si tras unas pocas de tertulias a medio gas por aquello de las vacaciones, se juntan doce inconscientes a cuarenta grados de temperatura exterior y se “jartan” de beber y de comer, pues la cosa estaba cantada. El primero que estaba como una moto era mi amo, que se cambió de ropa más que un artista, primero se colocó la camiseta del Sevilla, luego la de Argentina con su gorro musulmán puesto. No tuvo otra que subirse en una silla y emular a Kempes en la final del 78 contra Holanda, en ese momento “el madri”, vaya noche que dio, pegó el segundo mangueraso de la noche. Acto que aprovecharon algunos de los presentes para hacer agua planing desde una punta del patio a la otra. Yo no me lo podía creer. El personal se tiraba en plancha desde la puerta del lavadero, atravesaban por debajo de la mesa y paraban contra las pilastras. Increible, tios como carros flipando.
Mi amo volvió a aparecer, ahora con la chilaba puesta y llenando los cata vinos de Fino El Puma.
Cuando apareció la fritura de verano, que “el pepelui” preparo con esmero, pusieron el himno, y la cosa se calmo un poco. Parte del personal ya estaba en gayumbos, y en ese momento se abrió el debate de la ropa interior. “el madri” vacilaba de Calvin Klein, y mi amo le dijo que era “el pijo del padel”, este le contesto algo que no recuerdo pero que hizo que mi amo se perdiese unos minutos y apareciera, no os lo perdáis, en chanclas con una camiseta del Partizán de Belgrado, el gorro y unos gayumbos de Bob Marley fumándose un peta. ¡Pa verlo!.
“el migue ortí”, cabecilla de los manguerasos, animo nuevamente a refrescar el ambiente, y en un plis plas, le encalomaron la goma “al majara”, que emulando a Casimiro no dejó títere con cabeza. A estas alturas solo la comida calmaba al personal. “el pepelui” volvió a deleitarlos con unos pinchos de frutos del mar.
Curiosamente con la comida se abrió un debate intenso, nada más y nada menos sobre la dignidad de las personas bajo presión, bajo situaciones complicadas laboralmente, sobre expedientes de regulación de plantilla. Uno de los debutantes en esta tertulia, “el lin”, hablo claro, y demostró que por encima de los malos momentos y de las injusticias queda la dignidad. Eso al parecer y según pude oir es algo de lo que carecen la mayoría de los empresarios. Yo, como pájaro no entiendo mucho de eso, pero esa charlita que se pegaron como seres humanos civilizados me llamó mucho la atención. El otro debutante “el alex” sobrino de mi amo, atendía perplejo a todo lo que allí se estaba viviendo desde que “el cabanas” otra vez por fin en la tertulia, apareciera el primero a eso de las 20`40h.
Como en esta casa todo es al revés, pues tras la calma llegó nuevamente la tempestad, nunca mejor dicho. Mi amo fue a por un libro del que recita pasajes o suras o algo así, se metió en un barreño con agua, a ese barreño arrimaron vino, servilletas, colillas, palillos de dientes, pedazos de pan, y todos repetían lo que mi amo iba diciendo, y como no, todo terminó con otro mangueraso.
Eso dio lugar a los postres. ¡Madre mía! Como se pusieron, pestillos de “la aurori” y tocinitos de cielo de “la mercedes”, todo acompañado de PX del menos güeno, eso dió paso a los digestivos. Cachaza, granizada de limón, lima, azúcar, hielo y una pajita, al parecer eso lo han bautizado como la “caipirinha de la tertulia”, y todo maquinado por mi amo, en ese momento “el madri” bautizó a mi amo, como el pijo de los moros del Islam. A las una y media mi amo empezó a largarlos de la casa, y cuando creía tenerlo todo controlado, en un receso, se le metieron nuevamente “el quini”, “el pepito” (ahijado de mi amo), “el majara” y “el madri”. No tuvieron otra que hacer a las dos y media de la mañana una competición de flexiones con barbilla al suelo. “el madrid” a sus cuarenta y pico años, y “ajumao” se marco 52, “el pepito” 54, “el quini” 30 y algo, “el majara” al intentar la primera se cayó de cara y abandono descojonado, y mi amo ni siquiera se levanto del sofá.

En definitiva, que han vuelto como el ave fenix, y con más fuerza que nunca. “Pa temerles”

Tertulias de vino fino

30 de agosto de 2010

Reencuentro con la pubertad

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