Tertulias de vino fino

Empiezo a percibir que mi amo se está acomodando, y que ha encontrado una buena ganga en mi faceta de pájaro escritor. Por lo que voy viendo el jueves tocaba tertulia relajada, es decir “el pepe”, “el madrid”, “el cabana” y mi amo y aunque esto no garantiza que luego la cosa este relajada, la verdad es que son más suaves a las que empieza a entrar gente por la puerta sin parar, (yo ya he visto una de esas en el poco tiempo que llevo aquí). La verdad es que cuando están solos son más educados, ya que conforme van entrando por la puerta y antes de entrar a la cocina me saludan de forma agradable, otra cosa es cuando se despiden, ahí hay que temerles, sobre todo a “el pepe”, que cambió esta semana el grito “ahuracanado” que marca el fin de las fiestas, sí como el petardo gordo de los fuegos artificiales en la feria de julio. Pues sí, lo ha cambiado por el ruido de una ambulancia, vamos “pa” pegarle un tiro al majara ese. Y los otros flipando, pero bueno no me quiero irritar no vaya a ser que me abran la jaula, invitándome a salir. ¡Ni de coña me voy yo de esta casa!.

De comer se pusieron finos, tostaditas con sobrasada ibérica mallorquina (no de Cataluña, ni ostias), unos embutidos ibéricos y atún encebollado, y de beber Fino El Pureta. Otra vez el Fino Patahierro ni lo probaron, y no veas como se mosquea mi amo, que a esas horas le parece a Mustafa con el gorro ese que se pone.

Y reirse, no veas como se reían, en un arrebato Mustafa, perdón mi amo, cogió la jaula y se dirigió al centro de la reunión. De pronto vi aparecer la cara de “el majara” (“el pepe”) y tras pegarme un grito con la nariz pegada a la jaula, dijo: ¿Los pájaros tienen orejas? o ¿oyen por las glándulas salibares?. Yo mire a mi alrededor y vi a “el pepe” revolcándose de la risa y diciendo: Ay, Ay, que me va a dar una “alferesia”. Creo que se dio cuenta de la barbaridad tan grande que había dicho. En ese momento “el cabana” en su esquina del sofá, soltó su conocido; Ayyyyyyyyy, ayyyyyyyy. Al parecer por lo que pude oir en medio de aquella “alferesia”, este es el aullido que “el cabana” emite cuando está contento. (ahora si, madrid se la debia).