Tertulias de vino fino

Dicen que no hay mal que por bien no venga, bueno, puede ser. Esto viene a pelo por el último articulillo que colgué en este blog. ¿Recordáis? Lo titulé: Semana Santa, se “jodió” el invento. Pues nada de eso, más bien al contrario, los tertulianos decidimos hacer “jornada de puertas abierta” y tras reunir a casi veinte personas, pasamos una jornada inolvidable (para alguno más que para otros).

La visita a Bodegas Alvear, ya hacía presagiar que el Sábado Gloria, podía convertirse en Sábado de Pasión, y efectivamente así fue. Lo de pasión lo digo por las ganas que puso el personal en beber vino y comer los manjares de la abuela Dolores y en especial de “el volti” (Valla crack). El tío apareció con su kit de cocina, que incluía, incluso, una mesilla de terraza de bar de inoxidable. (Alguien dijo, que era del llano palacio).

La mesa principal fue improvisada, dos caballetes y una tarima vinieron que ni a medida. Y el vino (Fino el Profesional y Fino el Maestro), se multiplicaba como en el milagro de la bodas de canaan. La comida era elegida para la ocasión; ensaladilla, salmorejo y acelgas con garbanzos, y la música era una vez más escogida para la ocasión por “el Madrid”. Pero a las 17´10h exactas de la tarde, tuvimos una actuación inolvidable de “el Fariza”. Si, esto viene a ser un hibrido entre el Fari y el Ari.

A partir de este momento, me veo obligado a guardar como secreto de sumario todo lo ocurrido, sobre todo porque la mayoría de los presentes tienen una reputación que yo empiezo a sentir como perdida.

Es más, creo que por segunda vez, desde que existe este blog, un articulillo va sin foto, y ni tan siquiera viñeta, sería perjudicial para los presentes, y más teniendo en cuenta que la tertulia estaba formada, por padres de familia, profesores de instituto, jóvenes comprometidos, hijos modelo, responsables de grupos deportivos, encargados de centros de alimentación (coño el mercadona) comunicadores de TV, o “¿conductores de fibopal?”. (Preguntar "al ariza"). Y ya se sabe, que en estos tiempos, la reputación es importante, menos la mía, por eso las tertulias son en mi morada, que por momentos se convierte en un antro.

El concierto en directo de “el Fariza” sirvió como punto de inflexión para pasar del Sábado Gloria al Viernes Santo con el descendimiento incluido, es decir el vino nos hizo retroceder en el tiempo y como digo, vernos en plena estampa del descendimiento, (los que la llevan la entienden).

La procesión siguió por diversos antros de Montilla, haciendo que la vela (o cirio) pareciese no acabársele a más de uno, y haciendo la entrada en sus respectivos templos ya en la madrugada del Domingo de Resurrección, viviendo así su particular “madrugà”.

Ahora toca examen de conciencia, y en algunos casos, lo que es peor, “hocico con patatas”, durante algunos días.

A mi no me dan tregua, y ya empiezo a preparar la próxima tertulia, que será la número trece. No veas el número, yo que no era superticioso... ahora empiezo a dudarlo.