22 de febrero de 2011

22 de febrero de 2011 - Sin comentarios

De TeBeo


En el limbo seguimos, nosotros digo, ahora se nos ha unido Florinda Chico. Por una vez y creo que sin que sirva de precedente, todos coincidimos, en lo que nos hemos reído con esta mujer, y es que poner de acuerdo a Berlanga, Saramago, Labordeta, López Vázquez es bastante complicado. Pero para risas la que echamos el jueves pasado viendo como ahí abajo, en Brácana Center, siguen a tope.

El capitulo de inauguraciones sigue a todo trapo, en esta ocasión, en el conclave como ahora lo llaman, inauguraron el horno, las cortinas del urinario, por cierto confeccionadas por Josefita la paticorta, y también inauguraron la freidora, además de colgar algunos cuadros y la talega, (dos más están de reserva), y sobre todo fliparon con el colage de fotos de las tertulias pasadas. De hecho la primera inauguración de pantano que fue de veruritas al horno y tortilla de la esperanza, fue en honor de “el maestro” autor de dicho montaje, y también en honor de “el luis”.
“El luis” cuñado de “el pijo de los Balcanes” pasará a la historia por ser el primer invitado a los conclaves de Brácana Center. El tio flipó y tuvo el detalle de dedicar en una hoja de libreta unas letritas que “el pijo del Magreb” leyó avanzada el conclave. Todo ello trascumplir con el "ritual del invitado".

A estas alturas de la noche, ya se habían metido entre pecho y espalda las verduritas con la tortilla, había sonado el himno tras meses sin oírse y procedieron al estado de cuentas, donde colocaron una nueva falta a “la pantera de la itv” que sigue sin aparecer. Una vez con los deberes hechos, pasaron a la barra. Este es un momento en que los conclaves toman una nueva dimensión, una dimensión diferente, de taberna. Os lo describo, “el pijo de los balcanes” dentro, entre la barra y la cocina, y el resto del persona fuera o a medio camino, formando corillo en donde se pueden escuchar conversaciones de calibre diferente que van desde los monos que había en el paseo de las casas nuevas, con sus ciervos, sus patos, sus peces, su pajarela o sus pavos reales, todo ello con el Gran Capitan en pose masturbadota en perfecta sinfonía con los monos que también se la tronchaban a “punta pala”, y un poco más abajo, tras bajar las escaleras, la mítica encubadora con el chanquete sirviendo "latigassos" . En otros corillos se repasa la actualidad local y general, por ejemplo, el incendio en Sant Briyis o los vecinos que habitan en esta calle de Montilla, como el legionario, la monte y el ote o la malena entre otros. Solo van a una, cuando “el pijo de los Balcanes, con paño al hombro pega un par de manotazos en la barra al grito de “tapa en barra”. Está frase crea una expectación sin igual en los tertulianos, que entusiasmados esperan la tapa. En esta ocasión no fue una, fueron varias, eso sí, todas de frutos del mar, como unos boquerones vitorianos, unos “jureles” unos calamaritos o el rey del mar “el salmonete”. Todo llegado desde Málaga y conservado en perfecto estado para deleitar al personal.

Entre tanto “el niño” y de improvisto sorprende con la “hora mancha”, este apartado se ha instaurado de forma fija en los conclaves, os lo explico también.
Apagan las luces y echan a andar el sicodélico acompañado de una música movidita, en esta ocasión, Explota mi corazón de Rafaela Carrá. Claro aquí se ponen locos “perdios” es más, en esta ocasión la “hora mancha” acabo con las luces encendidas y todos girando alrededor de la mesa. En ese momento “el pijo del padel” se vino arriba, enganchó a Joselito en su pijo “aipó” y cantó a viva voz Malagueña Salerosa, y solo paraba para decir; a Joselito lo explotaron, le reventaron la garganta”.
En fin que como no tenían bastante, “el aijao” quiso “combidar” a sus compañeros con un poste de tres chocolates, para celebrar su cumpleaños, claro, todo ello regado con PX de “el pepeluí”.

Unos minutillos después de la primera hora más temprana del dí los bracaneros abandonaban su sede institucional y ponían rumbo a la cruda realidad. Tan cruda que a pocos metros de dicha sede las fuerzas de seguridad del estado, “los picoletos” vamos, interrogaban a “el maestro”, a “el pijo de los Balcanes”, y al “pijo del Magreb” cuando se disponían a depositar un par de bolsas de basura en el contenedor del cruce de hacienda. Su autoridad se acercó a mi amo y le dijo:
“Buenas noches, me pueden decir que lleva ustedes en las bolsas". Tras la concisa explicación de mi amo, los agentes despidieron con risas de soslayo a los tres elementos que parecían salido de un TBO.

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