12 de marzo de 2011

12 de marzo de 2011 - Sin comentarios

!Comed cabrones!


Diez de Marzo, séptimo conclave de la era Brácana. Sexagésima primera tertulia de ambas eras, tertulianas y bracaneras. ¿Y desde que yo estoy por las altura?. Yo qué sé, he perdido la cuenta, pero como dato diré que dejé el mundo terrenal en uno de Noviembre, par más INRI, el dia de todos los santos.
Desde que estoy aquí, al igual que cuando estaba abajo, he visto de todo, pero lo del jueves lo recordaré como uno de los días que comieron sin conocimiento.

A las nueve y media ya había pleno, y record en Brácana Center, estaban todos lo tertuliano, “la pantera de la itv” incluido y los dos embajadores correspondientes que no fueron otros que “el paco”, cuñado de “el abertxale” y “el carlitos gracia” primo de “el pijo del pádel”. En este punto cabe destacar que los bracaneros cuando aún eran tertulianos, realizaron diversas visitas a los palacetes de los que dispone dicho embajador. Por cierto agradecer a “el paticorto de las ondas” el esfuerzo que hizo atendiendo a sus obligaciones de bracanero, haciendo acto de presencia a este conclave a pesar de que pocos dias había sido sometido a una “complicadisima” intervención de cirugía. Jugándose la vida.

A las diez y media más o menos, apareció “el aijao” con un extintor actualizado, que dota a la sede institucional de todas las medidas de seguridad que una instalación de estas características requiere. La procedencia del artilugio, es algo que todo el mundo se preguntaba, pero que cumpliendo una de las leyes fundamentales de bracana quedo sin contestación. La ley en cuestión agradece todo lo que entre en Brácana Center pero no se pregunta su procedencia. En la ausencia de “el aijao” habían degustado la primera tapa en barra de la noche, unos corazoncitos de alcachofas con anchoas o aceitunas. Y la cosa es que costó que el personal atendiera a “el ministro de alimentación”, ya que todos revoloteaban en torno a la mesa con conversaciones de diferente calado.
Uno de los temas que trajo de cabeza el conclave fue el urinario para mujeres a instalar para la celebración del día de la mujer. Las propuestas fueron desde una palancana o cuña, a una cuba de cinq, incluso “el ligre” apuntó que podían “mear de pie como los tios”. Y en este momento recordó con su amigo de corredurías, “el pijo del padel” que en una ocasión presenciaron como al lado de ambos una “mariquita se marcó una mea de pie”. Los detalles de la descripción quedan bajo secreto de sumario. Otra de las reglas de oro, de las tertulias, claro.

Poco después entraron en el capitulo de cuentas, mi amo que debía veinte céntimos a la caja, intento colar cinco dhirham, alegando que su deuda era debida al desembolso económico hecho en su reciente visita al Magreb, como viaje institucional de su ministerio de asuntos sociales. En este momento “el abertxale de ca bellio” negó dicha propuesta de mi amo, y esto encendió un debate en todo los bracaneros. Al final los cinco dhirham no fuero aceptados. Mi amo, se enfado bastante e incluso amenazó con una moción de censura a “el abertxale”.

Mientras tanto “el ministro de alimentación” a los suyo. Plantando un par de platos de boquerones en vinagre que tenían una pinta cojonuda, de hecho duraron poco en la barra. De beber tampoco iban mal, a pesar de que por primera vez desde que se inventaron esta historia, el Fino Pata Hierro no hizo acto de presencia, su lugar lo ocupó el fino El despiste que volvía tras una ausencia importante y tinto bueno por un tubo, mejor dicho por catavinos que se iban llenando a todo trapo. Uno de ellos traído por uno de los embajadores en señal de gratitud por la invitación. “el paco”. “El niño” intentó colocar la hora mancha, pero como esto es una anarquía, pues pasaron del pobre chaval. Por cierto a lo de republica, independiente y anárquica, hay que unir con matiz en lo de laica, y es que el “ministro de alimentación” que está en todo, matizó, “laica por la gracia de Dios”.

Una vez con los solomillos a la ciruela en lo alto de la mesa y antes de inaugurar el pantano correspondiente a este plato, el ministro de alimentación subió al atril y tomo la palabra.
Quiso reconocer y a la vez agradecer, el “trabajo” que se pegó “la mariquilla”, cocinando con todo el cariño del mundo (y eso se notó) dicho solomillo y una tarta deliciosa con la que deleitó una vez más a la concurrencia. Como digo “el pijo del padel” vaciló de “periqita” al grito de “Comed Cabrones”. Y así lo hicieron, ¡valla si comieron!.
El himno ya había sonado y entonces mi amo enchufó la radio “Braiton” en onda media para escuchar un rato “el parte”. Alguien dijo: ¡”coño esto parese el bar la tizne”!

De aquí pasaron al juramento de los embajadores, y tras el acto, ahora sí, colocaron la “hora mancha”, en la que hubo polémica, ya que aprovechando el ambiente de lujuria que se produce en esos momentos, parece ser que hubo algún intento de agresión sexual al ministro de defensa.
Todo quedó en nada, ya que para amansar a la fiera y sin que este lo esperase, le cantaron el cumpleaños feliz con la luz apagada y las velitas encendidas. Por cierto sonaba John Travolta.
La tarta estaba de muerte y el personal agustito. Tintos, y Pedro Ximénez se mezclaban con carcajadas, música y halagos generalizados a “la mariquilla”. Sin apenas tregua, “el abertxale” toma el atril y en esta ocasión no nos cuenta pasajes de Saramago, en esta ocasión cita algo de un escritor francés premio Nóbel en el 97 que viene a decir algo así, como: “Cree en aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado”. Esto tan simple, hizo dudar al personal que tomo la barra para “cacharrear” un rato. Pero como no tienen “jartura”, “el silencioso” dejó caer una frase cargada de peligro a eso de la una menos cuarto, ya sabéis, ¿no?.
Pues sí, un: “!no hay cohhone de comernos un salchichón!”. Y dicho y hecho, un salchichón troceado estaba en la barra en menos que “canta un gallo”. Y una bolsa de patatas fritas, y aceitunas violadas de pepinillos, y avellanitas y tocino de beta y gominolas y yo que se.
¡Que cabrones, con lo que se habían “jalao”!
“El ministro del alimentación agobiado ante la avalancha de hambruna que allí se palpaba, salió de la barra, se dirigió “al aipo” de “el pijo del padel” y enchufó a Joselito. ¡Que crack! “el pepelui”, aplacó el hambre con música, como a las fieras. Pero siguieron, el jueves estaban a tope, apuraron, el ron negro, la ginebra güena y echaron mano del mítico ron cañita.
Luego siguió Luz Casal, los Mojinos, “el pijo del padel” de rey de la pista. (en estos momentos y durante la “hora mancha” parece “la saturno, mitica discoteca en la localidad amiga de Montilla) etc…
Y a eso de las una y pico de la primera hora más temprana del día pusieron rumbo a la realidad. A mas de uno seguro que no le costó coger el sueño. Jajajaja

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