21 de agosto de 2011

21 de agosto de 2011 - Sin comentarios

De Bracana a Cuatro Vientos, y de Cuatro Vientos al Limbo.

Ando fastidiado, o más bien podríamos decir que ando bastante encabronado,
Os cuento, la tertulia ochenta y una, por lo poco que pude saber, resultó ser una tertulia como las de antaño. Y digo pude, ya que a eso de las once de la noche, tuve que abandonar y meterme en un microbús con mis compañeros del limbo, para poner rumbo a Madrid, donde el viernes tuvimos audiencia papal. Todo parte de una idea de Monseñor Tarancón, con el fin de que si nos portábamos bien obtendríamos nuestro pase directo al cielo.
Como digo en la tertulia correspondiente al jueves dieciocho de agosto no faltó de nada, bueno sí, faltó “el paticorto de las ondas” que anda por tierras gabachas. Por lo demás hubo tomates del terreno, montaditos de presa y pimientos fritos, langostinos al ajillo, salmorejo, cerveza, Fino El Maestro y Fino Pata Hierro, vino tinto, digestivos, fruta, gominolas, partida de dardos inacabada, tres embajadores que hicieron sus correspondientes juramentos, (“el polillo”, “el arturito” y “el dani”). Hora mancha, competición de flexiones a una y dos manos, discusión sobre la visita del papa, debate sobre el dedo en el ojo de Mourinho a Tito, y sobre todo muy buen rollito y risas, muchas risas.

En fin que a las 23´30h del jueves partíamos en un microbús para la capital del reino, más bien al aeródromo de cuatro vientos, tardamos poco en llegar, y cerca de las dos de la mañana estábamos en unas camaretas destinadas para visitantes de todo el mundo. Allí había gente de todas las razas. A excepción hecha de bracaneros. Un niño pijo con unas bermudas azules, sostenidas por un cinturón con los colores de la bandera de España, unos náuticos y un chalequito blanco con la inscripción JMJ, nos dio un carnet con una numeración en la que ponía, Defenestrados del limbo, Hora de recepción, tres de la tarde. ¡Ojo con estos!

Luego nos llevaron hasta un hangar donde habían montado un comedor, y nos repartieron el rancho. Tras el “tente en pie”, nos reunieron en unos jardines donde los chavalitos cantaban canciones religiosas y alabanza a Mazinguer. Claro, esto ya era mucha tela para parte de los limberos que no creen ni en lo que ven. Rockberto y la Amy Winehouse empezaron a hacer de las suyas y rápidamente llegaron dos seguratas, cogiendo a cada uno por el brazo y sacándolos de la multitud en volandas, eso hizo vociferar al resto de los limberos, que fueron reducidos también por la fuerza y llevados con sus dos compañeros. Saramago y Labordeta, una vez en el compartimento donde los llevaron a todos, empezaron a tramar una conspiración para reventar las jornadas mundiales de la juventud, pero al final y ante la insistencia de Florinda Chico y Manuel Alexander, tomaron la decisión de pasar lo mejor posible las horas que nos quedaban allí.

Y a las quince horas, del viernes, hora señalada, empezaron a desfilar por delante de Mazinguer los lamberos, a su lado estaba Esperanza Aguirre, Gallardón, Rajoy, Rodrigo Rato, Botín y un poco más escorado Zapatero con una de sus niñas góticas, a la que tenían amordazada y atada de manos. En la fila de atrás estaba Rubalcaba, Bono, Chaves y Pepiño Blanco. Y más atrás aún, estaba el cura paco con la Leti y Doña Sofía. El rey al parecer no ha podido asistir ya que a última hora echó en falta a su Bribón y andaba por Palma de regatas.

María Isber y Florinda Chico fueron las primeras en saludar a su santidad y tras un ratito de charla (un minuto por cabeza) le besaron el anillo y le regalaron un tapete de croché para el reposacabezas del papamóvil, además de darle dos fotos de Fray Leopoldo de Alpandeire para que se las firmara.
Los siguientes en desfilar fueron Manuel Alexander y José Luis López Vázquez que como andan por la misma edad que Mazinguer tardaron un “huevo” en subir las escaleras y dirigirse a su santidad, Alexander se confundió y se fue en busca de Rajoy, al besarle la mano, Rajoy se levantó y le dijo, ¡Coño Don Manuel que se ha equivocado usted!, entonces le señaló con la mano donde estaba el papa, y cuando se dirigía hacía el, Esperanza Aguirre que no pierde una, se levantó para ayudarle. Alexander aturdido y sofocado por el bochorno, tropezó y fue a caer con su cara el los pechos de la Espe. Esto disparó las risas de los demás limberos que esperaban su turno, e incluso se oyó algún grito salido del grupo, que decía, Dale caña Manolo, dale caña…
Para sofocar el incidente, José Luis López Vázquez cogió a Alexander del brazo lo apartó de la Espe y lo colocó delante de Mazinguer, este al verlo se levantó y se preocupó por su estado. Una vez, con ambos delante de Mazinguer le besaron el anillo y le entregaron una replica pequeña de una cabina de teléfonos, momento que aprovechó José Luis para decirle a el papa, Su Santidad sáquenos del limbo que estos cabrones, refiriéndose a los limberos, tienen una marcha que ya no podemos aguantar.
El siguiente en pasar fue Colombo, este lo hizo con su cigarrito en la boca y con la gabardina puesta. Quítate la gabardina Colombo, le gritaban sus compis. Colombo giró la cabeza y los miró sonriendo, luego se giró hacia su santidad y cuando este le extendió el puño cerrado para que le besara el anillo, se abrió la gabardina y sacó un ejemplar del caso donde en portada y en letras grandes se podía leer; Aparece muerto en su alcoba Juan Pablo Primero, y un poco más abajo y en negrita, Podría tratarse de un envenenamieno vinculado con la crisis del Banco Ambrosiano. El papa escondió el puño y haciendo un gesto de perdón le puso las manos en los hombros a Colombo y charló con el unos minutos, luego dos de seguridad invitaron a Colombo a bajar las escalerillas, mientras este escribía algunas notas en una moleskine con un bolígrafo con publicidad de la CNT, que le había regalado Leo Bassi.

La cosa se estaba poniendo fea, y todavía quedaba por desfilar lo mejor de lo mejor.
En el siguiente turno iban Ernesto Sábato y Berlanga, llegada la hora ambos se negaron a subir, y tomaron su lugar Saramago y Labordeta. El segundo iba con su mochila y un bastón de andar, al verlo venir la Espe, Rajoy, Gallardón y Rato empezaron a soltar una sonrisita irrespetuosa. Saramago al ver el panorama le dijo a su amigo, Tranqui compi, bastante tienen con ganar la elecciones, no saben lo que se les viene encima. Labordeta le contestó, Como me toquen los cojones otra vez los pongo finos. Siguieron andando, al pasar a la altura de la Espe, pasó lo que tenía que pasar. Esta le dijo, Te acuerdas cuando nos mandaste a la mierda, pues fíjate ahora somos los que mandamos. Labordeta se disponía a contestarle cuando Saramago le puso la mano izquierda en la boca, y dejándolo paralizado metió la mano derecha en la mochila y sacó un ejemplar de Ensayo de la Ceguera, entonces se lo dejó caer a Gallardón sobre sus piernas diciéndole, Toma y dáselo a tu jefa, a ver si así y de pasó te da un ministerio antes de que te manden a la mierda. Labordeta soltó una carcajada, mientras que desde el grupo de los limberos se oían vítores y carcajadas.
También sonrió Zapatero y entonces se calentó Labordeta y le dijo, De que te ríes Bambi con la que tienes liada. Y suelta a la niña, socialista descafeinado.
Siguieron hacia su santidad y una vez frente a frente, Saramago volvió a meter la mano en la mochila de su compi y sacó un ejemplar de Cain, y al entregárselo a su santidad le dijo, No creo en dios, no lo necesito y además soy buena persona. Labordeta miró a su santidad y dijo, Ídem., y apostillo, Tienes cara de mala persona. Y con una revolera abandonaron la poltrona papal.
Rockberto y la Amyy se disponían a subir las escaleras cuando un segurata se dirigió hasta ellos para decirles que no podían hacerlo con el cigarrito de la felicidad que llevaban cada uno de ellos en la boca encendido. Rockberto lo miró de arriba abajo y le dijo, Vete a trincar curas viciosillos y déjanos en paz. Nosotros somos almas libres, lacayo. En ese momento Zapatero levantándose hizo un gesto al segurata para que dejase tranquilos a la pareja, y pudieran subir. El segurata pasando del presidente, miró a la Espe esperando su autorización. La Espe asintió con la cabeza y entonces Rockberto y la Amy se plantaron delante de su santidad. Este le extendió la mano cerrada mostrándoles el anillo para que se lo besaran, pero en un plis plas, el líder de tabletón se lo quitó para dárselo a su amiga que no dudó en enganchárselo en el pircing que tiene en la lengua y mostrar la conjunción poligonera al papa, con la boca abierta y moviendo la lengua de forma viperina. Entonces Mazinguer levantando las manos hacia el cielo dijo, Señor perdónalos porque no saben lo que hacen. Pero la sorpresa fue cuando desde el cielo se oyó una voz que dijo, Déjate de rollos y de tanto viajito de gorra inquisidor y gástate la pasta que tenéis en comprarle condones y comida a los negros, que se están muriendo contagiados y de hambre, ¡Cojones!.

Acto seguido se empendoló un tormentón con aparato eléctrico y descarga de granizos como huevos de gordos, acompañados de maná y anillos vibradores. El personal despavorido empezó a correr sin conocimiento. Aprovechando la coyuntura Berlanga gritaba desde lejos mientras nos metían en un furgón policial a palo limpio, ¡Mazinguer, Mazinguer! ¿Qué fue primero el huevo o la gallina?

Minutos después íbamos caminito del limbo en dicho furgón policial y a punta de pistola. Solo nos alegró el trance la vista a lo lejos, un poco antes de la llegada a nuestro reducto en el cielo, de Bercebú con una ristra de sobrasada ibérica en una mano, una perola con chorizo al infierno en la otra y una cuartilla de Fino PataHierro colgando del tridente. Y gritando a la vez que se descojonaba de risa, “la que habéis liado cabrones”…

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