21 de febrero de 2013

21 de febrero de 2013 - Sin comentarios

En el limbo se vive mejor


Los asiduos de este espacio me habréis puesto falta desde hace días. Mea culpa, lo reconozco. En puertas de una nueva reunión tertuliana, todavía no conocéis los detalles de la anterior. Los culpables son los de ahí abajo. Bueno, habría que especificar para no dar pie a mal entendidos. Los bracaneros siguen a lo suyo, pero no veas la que hay montada en España, estado que circunda la República de Brácana. Entre sobres barceneros, renuncias papales e interioridades monárquicas, aquí en el limbo tenemos temas de conversación para rato, porque opiniones hay para todos los gustos. Es la razón por la que no me he sentado hasta hoy para escribir. Hay comentarios que incluso me han dejado con las patitas colgando. Vamos, a quien se le diga que Labordeta dijo el otro día que Benedicto XVI los tiene bien puestos, se cae de espaldas. Mi buen amigo considera que para ser el único que deja el cargo, con la que hay liada en su empresa, hay que reconocerle mérito. Hay quien piensa también que se pira antes de que le salpique algún asunto turbio (Florinda, López Vázquez y Saramago) e incluso quien cree que tiene algún chanchullo por ahí que le interesa más que vivir a tuti pleni en Castel Gandolfo (la Amy y el Rockberto).


El caso es que el tema de la renuncia del Papa se vive aquí con cierta expectación. En el limbo, mundo entre los vivos y los muertos para quien no lo sepa, cada uno tiene su particular opinión sobre las consecuencias de la decisión tomada por Bene. Desde que Ratzinger ha dicho que lo deja, hay más movimientos de lo normal. La llegada de un nuevo Papa en marzo puede desestabilizar el concepto actual del limbo con nuevas órdenes desde Roma y entonces, a ver dónde cojones nos metemos nosotros (de momento mis compinches y yo elegimos el infierno por unanimidad). El tema religioso ocupa el 33 por ciento del tiempo en el que no estamos durmiendo. El mismo espacio del día ocupa el análisis político en España. Sobre él hemos hecho un juego. Los papeles de Bárcenas se leen aquí más que la Penthouse en los años 80. Por eso, hace algunos días, el amigo Saramago  hizo una diana con los caretos de los implicados en este asunto. Nos sirve para afinar la puntería y descargar con ellos nuestro cabreo, que también es el que tienen los de ahí abajo. Ya de paso ha metido entre los objetivos algunos cabecillas de la trama Gürtel y miembros de otros grupos políticos porque como él mismo dice, aquí sâo todos de merda hasta la cabeça.


El que tiene más puntuación hasta ahora es Rajoy (100 puntos) y curiosamente el segundo es Rubalcaba (90). Tras ellos, Ana Mato (80), Pepiño Blanco (70) y la expresidentísima, Espe Aguirre (70), son los más codiciados. Bueno, tampoco se escapan el todavía yerno del Rey, Iñaqui Urdangarín (80), la Infanta Elena (80) ni Diego Torres (60). Y es que la diana en cuestión tiene tres metros de diámetro porque de otra manera no había cojones de meterlos a todos.
Entre dardo y dardo, el pasado jueves me dio tiempo a pegarme una volá hasta Brácana Center para ver cómo andan mis compinches, que también le dan un repasillo a estos asuntos de vez en cuando. De hecho, el menú de la pasada semana pudo ser el siguiente:


MENÚ
Ratzinger (Papa con huevos)
Rajoy (Chorizo sin huevos)
Urdangarín (Pescado con muchas pasta)
CAFÉ
Bárcenas (Manchado de sobre)



Pero bueno, los que han puesto pie en Brácana, saben que este menú acabaría por indigestarse. Por ello, el ministro a Alimentación dispuso ágapes variados, con la ayuda de mi amo en alguno de ellos, con los que olvidar a toda esa chusmilla de la que os he hablado anteriomente. Por cierto, se me olvidaba. Dos nuevos embajadores visitaron la República.
El Blas y el Arce sólo fallaron en la sinfonía de tenedores sobre la formica, que hubo que repetir en alguna ocasión. Por lo demás, repartieron charla, anécdotas y vino con mis colegas hasta poco antes de la primera hora del día. De jatería la cosa estuvo bien. Esta vez se sirvieron hasta tres tapitas en barra. Las aceitunitas del Pepelui ya son todo un clásico junto al jamón, que esta vez llegó acompañado de unos pimenticos fritos, que estaban pa rabiar, según dijeron. La tercera fue Sibaritesen de peces que remontan el río para encontrar huevos duros, traducido a lenguaje común, salmón ahumado con huevos duros. El plato fuerte de la noche fue lomo a la plancha con pimientos, para cerrar la velada gastronómica con un surtido de fruta traído por los nuevos embajadores. Pa remojar tan exquisitos manjares, se jalaron unos litricos de Fino Cebolla del que contaron maravillas. Así, entre bocados y sorbos se zamparon una nueva tertulia que se cerró con la tradicional hora mancha y los digestivos de rigor.
Por cierto, la foto que veis más abajo es la pierna del ministro de Alimentación; consecuencias de hacer el insensato e irse a jugar al pádel, emulando al Pijo. A la vejez, viruelas. Es lo que hay.


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