20 de mayo de 2013

20 de mayo de 2013 - 1 comentario

Entre la realidad y el sueño.



Si os digo que he tenido una pesadilla igual habrá quién me crea, e igual quién piense que es una tontería, pero como los sueños hay que contarlos, aquí os lo dejo.


Resulta que estaba en la velada dieciocho o lo que viene a ser, la tertulia ciento sesenta y cinco. Todo iba normal, los embajadores hicieron pleno, entrando y saludándose como siempre. Recuerdo como el Ministro de Alimentación se colocó un delantal blanco que había colgado en el cuelga catavinos ya que el suyo negro lo había dejado olvidado. Comentaban la mejoría del Fino Pata Hierro que aunque casi carente de olor en lo que respecta al sabor gustó bastante. Yo andaba tranquilamente escondido tras las cortinillas que hay en las estanterías al lado de la puerta de la sede institucional, desde allí atendía al cachondeito que se traían con mi amo, que resulta que ahora se ha dejado un bigote al estilo… ¿Cómo os lo digo?Bueno, le dijeron de todo, Dártagnan, Fredy Mercury, por supuesto mancha, en fin de todo lo que se les vino a la cabeza. Y fue en ese momento cuando tras llamar a la puerta aparecieron dos pichones. ¡Ostia! Yo me acojoné, ya que con esta especie de ave nunca nos hemos llevado bien los pájaros tropicales.

La cosa es que a mi me sonaba un poco la cara de ambos pajarracos, que aunque los llaman pichones, ya son veteranos de guerra. Durante un tiempo no me cosqué y permanecí quietecito al lado del maletín de Julián Ramírez que reposa en la estantería. Pero poco a poco fui controlando y observé la grandeza y generosidad de “El Manolo y el Paco” (los pichones), que al parecer son buenos amigos de los bracaneros. Eso me tranquilizó bastante y decidí aprovechar que estaban con las tapitas para pegar una volada hasta  lo alto de la nevera  e instalarme en la caja de las patatas salaíllas. Desde ese punto pude controlar sin problemas toda la sede y entonces caí en la cuenta de que mi amo estaba hablando con otro tío, otro embajador vamos, ya que los pichones llegaron a la sede como eso, como embajadores. No tenía ni puta idea de quién era el que hablaba con mi amo, hasta que “el Abertxale Ortizabal” lo llamó repetidamente por el nombre de Juanma, Juanma ¡Claro era el Juanma Martinez! el compadre de mi amo con el que ha estado entrenando este año a los niños del baloncesto.

El Juanma resultaba ser para mi muy familiar, ya que a pesar de no haberlo visto nunca, tenía conocimiento de él, de tantas veces como en los Consejo de Ministros mi amo lo mentaba para meterlo en la lista de visitantes a la sede. 
Seguro que os ha pasado alguna vez que habéis tenido un sueño y lo vivíais tan real como si estuviese pasando, pues eso mismo me sucedía a mi. Recuerdo como si hubiese sido verdad el Consejo de Ministros, los juramentos, los brindis en la mesa central antes de comerse las alcachofas con lomo, y después de haberse jalado unos langostinos con huevos estrellados, y rematar con una tarta de tres chocolates con la que apareció "el Juanma". También recuerdo cómo sonó el himno y todo el mundo se puso firme, o la hora mancha, y la di napoli, y los digestivos y como poco a poco se iban marchando hasta quedarse en la sede "el Paticorto de las ondas", "el Abertxale", el Juanma y mi amo, hasta cerca de las dos de la noche.

En ese momento me desperté, mire el reloj y eran mas de las diez de la noche del jueves. Entonces me peiné las plumas y me afilé el pico y cuando iba a salir del limbo como un cohete, me encontré a Saramago que me pregunto a dónde iba. A la tertulia de Brácana le contesté yo. Y entonces me dijo: Pero Punselito si la tertulia esta semana la han tenido el lunes. Entonces caí en la cuenta de que  era verdad, que la habían adelantado por no sé qué motivo.
Con las mismas me di la vuelta y me fui a cenar algo, mientras lo hacía tuve la sensación de haber vivido mi sueño.

1 comentarios:

punselito a ves si dejas ya los vicios ahi arriba y recuperas la memoria

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