19 de junio de 2014

19 de junio de 2014 - Sin comentarios

Felipe VI y el Mundial de Brasil

Con todo el ajetreo de los últimos días, no he tenido tiempo de sentarme hasta hoy, a escasas horas de una nueva quedada bracanera. Como digo, la última semana estamos teniendo un trajín inusitado, a pesar de que mis colegas bracaneros andan bastante tranquilos por ahí abajo. A ellos no parece afectarles ni la reciente coronación de Felipe VI, ni la eliminación de España del mundial de Brasil, a las primeras de cambio. Bueno, a decir verdad, estos dos asuntos se los trae al fresco, aunque ambos tuvieron su momento de debate el pasado jueves. Fue una tertulia tranquila, sin embajadores, para reposar las quedadas anteriores, en las que se ganaron un merecido descanso. El caso es que, como digo, la monarquía o la República, además del fútbol, ocuparon buena parte de las charlitas que se establecieron durante toda la noche. Respecto a la coronación de Felipe VI, el Príncipe Felipe hasta este jueves 19 de junio, hay que decir que se debatió mucho y bien sobre la idoneidad de uno u otro sistema político. Algunos ponían de vuelta y media a los Borbones, por su escasa aportación en el día a día de país, su carácter antidemocrático por su condición sucesoria y, sobre todo, la pasta que cuesta mantener en el cargo a toda la familia, con cargo al erario público. Otros defendían el papel fundamental jugado por el Juanca (ahora ya se puede hablar de él en plan colega puesto que ya no es Rey) durante la transición, además de su carácter diplomático, representando a España por todo el mundo. Después de un buen rato de disputa verbal, que no física, nadie convenció a nadie. Esto suele pasar en toda discusión y Brácana no iba a ser menos. Como muestra valga el ejemplo de la selección española, aunque aquí hay más unanimidad.



La mayoría piensan, y eso que todavía no sabían el batacazo que se iba a dar la Roja contra Chile, que estos jugadores están ya para ponerlos en las estanterías de la FEF y mostrarlos como máximos exponentes de uno de los grupos de jugadores más brillantes de la historia del fútbol. Otros, los menos, todo hay que decirlo, piensan que Del Bosque está para pasarle una pensión y que todos sus éxitos anteriores se deben a la flor que le asoma allá donde la espalda pierde su honesto nombre. Tanto da de sí el fútbol, que incluso han hecho una porra con sus pronósticos del mundial. La han rellenado todos menos el Pijo del pádel, que el pasado jueves se iba de vareta y no apareció por la sede. Recibió la llamada del ahorro, alrededor de la medianoche, pero fue la Mari Carmen la que escuchó el feliz en tu día, debido a la onomástica de el Madrid, que también es la de el Paticorto de las ondas. El tío estaba tan malo que ya planchaba la oreja a esas horas. Ver para creer.



Entre charlas de política y fútbol, el ministro de alimentación estuvo una semana más a lo suyo, mojando el vino de la noche, Fino Pata Hierro para más señas. Sigue evolucionando de manera oportuna, según pude escuchar. No obstante, como se jalaron todo el que llevó mi amo, tuvieron que echar mano de las reservas traídas desde Alvear, durante la última visita de el Fernando Giménez y el Bernardo Lucena. Mientras bebían, fueron cayendo tapas de caracoles, platos de aceite, de jamón, y unos montaditos de presa y solomillo con pimientos.
No faltaron los brindis ni el consejo de ministros, en el que se trató de buscar nueva fecha para la fiesta de disfraces que estaba prevista para final de mes. Creo que todavía no han encontrado una, así que pegaré la oreja este jueves a ver lo que cuentan.



Me despido porque dentro de unas horas tengo que bajarme para abajo a ver qué inventan esta noche. Os cuento lo antes posible porque hoy se espera jatería de la buena, por lo que me ha contado una lechuza que habita en los montes bracaneros. Además, no van a dejar títere con cabeza tras la eliminación de España del mundial. Ya os contaré.

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