30 de septiembre de 2015 -
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Peregrinos por septiembre
Se ausentó de la quedada el Niño, argumentando cansancio tras una larga jornada de trabajo -manda cojones- pero el resto, fatigados o no, llegaron más o menos puntuales. Al entrar en la bodega rememoraron el impresionante chaparrón que el año anterior acabó por poner como sopas al personal, al término de la velada. El tema salió a colación por los cartones que salvaguardaban el albero de San Miguel. El caso es que días atrás un grifo mal cerrado o una goma en mal estado, no recuerdo las razones verdaderas, acabó por anegar la bodega, dejando el albero en un estado perfecto para una pelea de barro, pero no para una cita vinatera. Pero claro, una peregrinación es una peregrinación, y con unos cartones quedó arreglado el asunto.
No tengo mucho que contar salvo un evento futuro que quedó hilvanado el pasado jueves. Aunque el vino es el verdadero leitmotiv de Brácana, a principios del mes de noviembre van a hacer un pequeño paréntesis, para entregarse de lleno a la cerveza. Aprovechando la existencia en Montilla de una fábrica de cervezas artesanales, Cabbeer para más señas, habrá visita guiada y cata de las diferentes variedad, si el Cóndor Bendito de los Andes no lo impide. Aprovecharon para hablar tener una primera toma de contacto, gracias a los conocimientos de el Gaspar, que ejercerá de anfitrión ese día. Previamente, según pude escuchar, una comisión creada para tal efecto, visitará las instalaciones, con el objetivo de confirmar la existencia de todos los menesteres necesarios para darse un nuevo homenaje.
En fin, ya os contaré, aunque la verdad es que la iniciativa no tiene mala pinta. Aún así, antes de esta nueva cita bracanera, todavía quedan por delante cinco largos jueves para seguir disfrutando del vino y la comida. Sin ir más lejos, la semana próxima van de Cata Ciega, así que ya podéis haceros una idea de cómo acabarán.....
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