8 de agosto de 2016

8 de agosto de 2016 - Sin comentarios

Situación política inestable

Yo pensaba que el periodo estival iba a ser más tranquilo en Brácana pero, una vez más, me he equivocado. A pesar de que las últimas tertulias han servido para relajar estómagos y mandíbulas, sin embajadores, y con el censo bracanero bajo mínimos, el pasado jueves, primer encuentro del mes de agosto, hubo amago de revuelta popular, con final impredecible. Todo ello viene motivado por las ausencias veraniegas, y en especial la del presidente electo. Desde que obtuvo la victoria en las urnas, el Maestro apenas si ha hecho acto de presencia, dejando abandonado al personal. Es algo que sucede año tras año, pero tengo que reconocer que era cuestión de tiempo que esta tensa situación desembocara en revueltas. En la última tertulia ya vi que al ambiente estaba cargado, sobre todo a raíz de un mensaje del presidente, respondiendo con chulería al personal, alegando que con tantas quejar por su ausencia, se planteaba incluso no volver.


Evidentemente este tema fue tratado en un consejo de ministros en el que saltaron las chispas. Allí pude oir propuestas tan radicales como quemarlo en la hoguera, negarle la entrada o simplemente hacerle el vacio impidiéndole cualquier relación con el personal, a modo de escarnio. Esta revuelta me recuerda a la vivida en la sede en navidades pasadas, cuando los gastos materiales derivados del arreglo de la sede, hicieron tambalearse las arcas, antes los numerosos deserpfectos causados por las hordas bracaneras. No os voy a engañar ¡Miedo me da! Sobre todo porque parece que la próxima semana el presidente pretende convocar un consejo extraordinario para tratar este asunto, poniendo sus lindos cojones sobre el atril. Veremos como acaba todo esto y, por supuesto, lo contaré la semana que viene.
El ministro de alimentación, viéndolas venir, volvió el jueves al redil, interrumpiendo su periodo vacacional para calmar los ánimos. Trató de hacerlo callando por la boca al personal, primero con un salpicón de marisco, y posteriomente con un revuelto de bacalao con patatas paja. Esta vez, los trucos culinarios no surtieron el efecto deseado y la plebe continuó encendida hasta el final de la noche, y eso que acabaron antes de la primera hora más temprana del día.


Tampoco ayudó al relajar la nocche la calidad del vino. No es que no estuviera bueno el C.B. de la bota, que sigue estándolo. Simplemente es que para ponerlo fresquito, lo metieron en unas jarras de plástico que le pasaron todo el sabor al líquido elemento, dejando el fino en un estado imbebible, y provocando las iras del personal, que andaba ya calentito. Aún así tengo que resaltar dos anécdotas. Ahora que han comenzado los Juegos Olímpicos de Río, hay que resaltar la medalla de bronce conseguida por el Ahijao año atrás en los campeonatos de Andalucía en los 100 mariposa, midiendo fuerzas con el mismísimo Rafa Muñoz, a la postre ganador de la prueba ¡Ver para creer! De la natación al rugby, pasando por el baloncesto. Será cosa de la evolución.
Por último tengo que detenerme para dejar constancia de una hecho que empieza a convertirse en costumbre. Tras el cierre de puertas en Brácana, hay quien está apostando desde hace semanas por seguir la noche en Los Patios de Alvear. Ya van dos semanas seguidas... La desidia bracanera ante la ausencia de un gobierno estable que dirija el cotarro, es sin duda la razón de estas situaciones, que pueden acabar como el Rosario de la Aurora. O el presidente vuelve con el látigo, o esta gente se despendola a lo bestia. Claro, que también cabe la posibilidad de que en la sesión de investidura lo manden al carajo, vía democrática, mediante un pacto de gobierno entre alguna de las otras ocho formaciones políticas, que aspiran a hacerse con el poder, desde el pasado mes de junio.


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