29 de julio de 2016

29 de julio de 2016 - Sin comentarios

Sin novedad en el frente

La diáspora bracanera sigue marcando el ritmo de la República. Las bajas estivales siguen haciendo mella y esta semana, al igual que la anterior, no le vi el pelo ni al Ministro de Alimentación ni al Presidente. Ambos se están pegando la del pulpo por esos mundos de Dios, sin que se conozca de momento la fecha de vuelta al redil. El resto siguen fieles a la tradición y, un jueves más, aparecieron por la sede a eso de las nueve de la noche, dispuestos a encalomarse su dosis semanal de vino y viandas.


No tengo mucho que contar al respecto porque estas tertulias, sin embajadores y bajo mínimos, suelen  ser bastante tranquilas. Ya sabéis charlita alrededor de la barra y repaso a la actualidad de la vecina localidad de Montilla. De hecho, el jueves hicieron la crónica social de todas las semanas, repasando entre otros asuntos, la actualidad política y deportiva. Sobre el primero de esos asuntos, la situación de interinidad del Gobierno de España, sigue dejando un reguero de opiniones en Brácana, donde no son ajenos al devenir del país vecino. No es plan de ponerse ahora a desgranar lo que opina cada uno, así que al menos voy a dejar constancia de la jatería del jueves.


Ante la ausencia del Ministro de Alimentación, una vez más fue mi amo el que cogió la sarten por el mango, para aplacar las ansias culinarias del personal. Así, tras as aceitunitas y las patatas salaíllas de rigor, plantó en la barra sendos platos de tomate con anchoa del cantábrico, a los que siguió un perol de chorizo a la sidra. Remataron la faena con una gambitas y unas cerezas como postre.
Así cerraron el mes de julio y se preparan ya para afrontar el mes de las vacaciones por excelencia en el que habrá nuevas bajas. Parece que la Pantera de la ITV será el próximo en buscar un sitio donde poner el huevo, así que la próxima semana no tengo ni idea si habrá cuórum. De todas maneras escuché algunos movimientos al respecto de invitar a algún embajador, así que igual me sorprenden.


Por cierto, que no lo había contado, cuando la tertulia ya estaba bien avanzada, entró por la puerta como por arte de magia el Tanque. Esta vez no hubo trucos, limitándose a pegarse a la barra acompañando al personal en el noble arte de trasegar vino de la jarra a la copa, y de esta a la boca. Precisamente fue él junto a el Ahijao, los que cerraron la sede, porque el resto del personal ahuecó ala relativamente pronto. Serán las cosas del verano, ola de calor incluida, que mantiene a Brácana sin novedad en el frente, hasta nueva orden.

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