Abril comenzó fuerte, (jueves cuatro) la visita a La Solera en Moriles resultó toda una experiencia.
Allí estaba el Toni esperándolos a puerta gayola, y cumpliendo con lo prometido. Buen vino y mejores viandas. Exquisitos torreznos, maravillosas lonchitas de tocino de veta, majestuoso salchichón ibérico, extraordinario chorizo… Y lo que aún es mejor, noche de tertulia de alta calidad, con el vino yendo y viniendo, de la bota del abuelo a las soleras. De las soleras a las jarras, y de las jarras a las almas bracaneras, que conforme pasaba la noche iban purificándose hasta llegar al éxtasis. Tampoco faltaron las criticas al Consejo Regulador y su escasa promoción de los vinos de la tierra en pos de los intereses políticos y personales de los elementos que lo dirigen.Y es que El Toni es un prófugo del sinsentido, y el tio defiende los vinos propios y de su zona de manera ejemplar, de la que deberían tomas nota más de uno.
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