19 de agosto de 2012

19 de agosto de 2012 - 1 comentario

¿Dónde andará el Presidente?

Al verano del 2012, en el que se ha registrado el récord histórico de temperatura en Montilla, va llegando a su fin. Bueno, aún queda algo más de un mes para que el estío ceda ante la entrada del otoño. No obstante, lo que sí van acabando son las vacaciones veraniegas de los bracaneros. Presumen mucho de República Independiente, pero al final trabajan en la vecina localidad de Montilla, tributando en ese paraíso fiscal, y disfrutando de las vacaciones que les ofrecen. También es cierto que en Brácana no hay Ministerio de Trabajo, pero al menos podrían dejar parte de sus impuestos en el Estado que les acoge cada jueves con los brazos abiertos.


El caso es que las bajas de la semana anterior han dado paso casi a un pleno de asistencia. Digo casi porque el Presidente está como Chuck Norris, desaparecido en combate. Es la segunda vez que se ausenta durante un largo periodo tras ser elegido en las presidenciales. El pasado jueves alguien comentó que ahora va como los hippies porque se ha agenciado una rulot. La verdad es que le pega con el último look que le vi. Llevaba el mismo bigote que se gastaba Dennis Hopper en Easy rider, así que irá a juego. El caso es que sigue sin dar señales de vida. Antes de marcharse, tapó las hambrientas bocas bracaneras con viandas elaboradas por la presidenta consorte y ahora todos comen en su mano.


El caso es que sin presidente, Brácana es más anárquica que nunca. El pasado jueves improvisaron el cumpleaños del Paticorto de las ondas, que será en septiembre, y adelantaron la sección Vinos del mundo, colocones diferentes, que suele ser a principios de mes. Ya digo que no hay por dónde cogerlos. El caso es que el falso cumpleañero rompió todas las reglas llegando el primero a la sede. Tras él, abrió la puerta El Silencioso, dando paso a un reguero de entradas hasta cerrar el cupo en diez. La Tertulia comenzó agitada porque El Ligre se las tuvo tiesas con el vecino de su morada de verano -Villa Locura- a cuentas del barro que se forma en la entrada cuándo lava el coche. Llegó acalorado, pero acabó bajando la temperatura con las cervezas de rigor, las patatas salaillas que se sirvieron en la barra y el tomatico con sal que tenía una pinta estupenda. La Tertulia transcurrió entre las peripecias de viaje de mi amo, allá por las vascongadas, del Paticorto de las ondas, que dobló entre Asturias y Francia, y de las ventosidades del Pijo del Padel. El tío guarro pasó por todas las notas de la escala musical, desde el Do hasta el Si, sin olvidar bemoles y sostenidos y alguna que otra octava. Al menos tuvo la decencia de salir hasta la puerta cada vez que le entraba un ataque de aerofagia. Entre sonidos escatológicos y algún que otro apunte económico, se iba elaborando el primer plato. El Ministro de alimentación se marcó esta vez unos calamaritos en salsa. Apuraron el perol como si el mundo se fuera a acabar ese jueves, entre vítores y alabanzas. Durante el atracón se bebieron una botella de Ojo de liebre y con anterioridad  ya se habían pinchado una botella de Cojón de gato. Ambos son tintos con denominación de origen Somontano, traídos desde Huesca, que agrandan el amplio catálogo de los Vinos del mundo. Los tíos no se privan de nada.


No les falta ni un detalle cuando se trata de comestibles y bebestibles.Además, por si fuera poco, la gente se acuerda de ellos a la hora de arrimar jatería. El jueves se encontraron con una carga de chuletas aportadas por el cuñado de El Ligre. Según pude escuchar, el fin de semana anterior estuvo de bautizo y como no fueron capaces de acabarlas, echaron mano de los bracaneros que se comen lo que haga falta. Agotados los calamaritos y las chuletas, la conversación dio un giro aunque no pude seguirle bien el hilo. Alguna vez he comentado que parece que utilizan un código secreto cuando hablan entre ellos y el jueves volvieron a hacerlo. Por lo visto, alguno de ellos tiene holgura en la olla. La verdad es que todavía sigo dándole vueltas, porque ahí pocos son los que utilizan la batería de cocina, pero ya digo que no acabé de coger la onda. De todas maneras el protagonismo de la Tertulia del jueves fue la comida. Como no habían jalado suficiente, remataron la faena metiéndose entre pecho y espalda un cacho de roquefort traído desde una granja francesa a escasos kilómetros del citado municipio. Para regarlo, se trincaron un Mas Gourdou. Ni más ni menos que un Pic Saint Loup de la denominación de origen francesa Côteaux de Languedoc. Se nota que han estado haciendo turismo. De hecho, mi amo hizo entrega al Abertxale de ca Bellío de una txapela que según él, le entrego el mismísimo Lehendakari cuando se enteró de que había presencia bracanera en Euskadi.


En fin, no faltaron los digestivos al final ni tampoco la charla. El Niño, el Ahijao, El Ligre, el Paticorto de las ondas y el Pijo del padel cerraron Brácana a eso de las 2:00. Se nota que están de vacaciones y que el desorden es evidente, con la ausencia del Presidente.

1 comentarios:

buenas tardes creo que habria que hacer una mocion de censura,yá que el presidente se cree que las tiene todas consigo, y desaparece en combate,mejor dicho desaparecido en la playa moción de censura en el proximo conclave

PRESIDENTE DIMISION

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