24 de agosto de 2012

24 de agosto de 2012 - Sin comentarios

Brácana 1-0 Barça-Madrid

Ni el fútbol puede con los bracaneros y eso que el pasado jueves se paralizó el país como consecuencia del enfrentamiento de ida de la Supercopa entre culés y merengues. Fieles a su cita, mi amo y sus colegas cerraron una Tertulia más, marcada por la tranquilidad. La ausencia del Presidente ya es un hecho asumido por el personal, no obstante las bajas del Pijo del Padel, que anda por la Costa del Sol de vacaciones, y la de la Pantera de la ITV que se quedó en el taller arreglando el coche de un panadero, se dejaron notar.


Hubo tan poco jaleo que hasta yo me preocupé. Normalmente se ponen hasta arriba de comer y beber y luego, bajo el efecto embriagador del vino, lían la del pulpo. Aún así este jueves fue diferente, jatería y fino no faltó, pero las conversaciones y los diálogos fueron más sosegados durante la mayor parte de la noche. Se nota que las vacaciones están causando estragos en la anárquica organización bracanera y el Ligre tuvo que asumir el turno de pinche ante la tardanza del Ahijao que llegó acompañado de el Niño poco antes de las diez de la noche. Este cambio tuvo su importancia, ya que ejerciendo su cargo, el Ministro de Infraestructuras acometió labores de mantenimiento en el fregadero que, por cierto, no vive sus mejores momentos, con un atranque que trae de cabeza a pinches y Ministro de alimentación. Justamente, este pequeño inconveniente, dio pie a la primera hora di Napoli con tropezones de la historia de Brácana.

Aunque no supuso ningún contratiempo, la tertulia del jueves tuvo un telón de fondo futbolero. El enfrentamiento entre Barça y Madrid se vivió en la lejanía gracias a la radio que funciona en la sede, y de que manera, desde hace algunas semanas. En muchas ocasiones no estoy de acuerdo con algunas de las cosas que hacen cada jueves, no obstante, pasar del fútbol por televisión, escucharlo por la radio y no faltar a la cita con la Tertulia, da prueba de la importancia que tiene Brácana. Aunque para importante, la comida. tras los aperitivos de rigor, a base de cerveza y patata salaíllas, el Pepeluí se marcó como tapita en barra una fritura de bacalao con lecho de ensalada. Tras el primer plato, hubo un consejo de ministros denso y largo, que sirvió de preparación para la temporada otoñal. Por un lado, emplearon más de media hora en dar forma al orden en que llegarán a Brácana los próximos embajadores. Por increíble que parezca, ya tienen pilladas las fechas hasta noviembre. Entre los asuntos tratados, dos llamaron especialmente mi atención. El primero de ellos es la visita que van a realizar próximamente a la vecina localidad de Montalbán. Allí les esperan, con mucho peligro según pude escuchar, un grupo de expertos bebedores de vino que harán de anfitriones recorriendo varias bodeguitas. Lo gracioso del tema es que será el partido de ida, porque la visita será correspondida más adelante en Brácana. Además, están preparando una salida cultural al mes para estrechar lazos con la localidad de Montilla y con aquellos pueblos que se presten a recoger en sus brazos a los bracaneros.

Tras tanto debate, se sirvió un nuevo picaillo campero (comida oficial del verano en Brácana) que una vez más fue finiquitado a base de miajones. Terminada la comida, se cerró la Tertulia porque la ausencia de hielo impidió que me jalaran los digestivos de rigor. En fin, que la Tertulia fue tranquila aunque positiva. El próximo jueves cierran el mes de septiembre con la Fiesta de la Vendimia en el horizonte. Algo he oido de que la fiesta del vino y la tapa va a arder este año. No me extraña. Hace ahora doce meses acabaron comiendo en plenos montes bracaneros. Este año se repetirá la historia. Seguro.

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