2 de enero de 2013

2 de enero de 2013 - 1 comentario

Rebosando ácido úrico para cerrar el año

Homenaje a los mariscadores onubenses
Hoy me he levantado con dolor de cabeza y un poco nostálgico. Tanta fiesta, tanto amor y tanto cariño me han puesto blandengue en los últimos días. Por eso, en este primer día del nuevo año, después de curarme el resacón con un caldito que rulaba aquí, en el limbo, no he podido dejar de acordarme de mi familia terrenal. Aunque me molesta hasta el ruido del teclado, me veo en la obligación de escribir la crónica de la última reunión, antes de que comiencen a tomarle el pulso a este nuevo 2013. En este particular Estado, que cumple ya tres años entre  la era pre-bracanera y la post-bracanera, despidieron el año varios días antes de su final, con una quedada cien por cien autóctona. Esto es, sin embajadores. Comienza a ser tradición que la última tertulia del año sea un sentido homenaje a los mariscadores onubenses y en esta ocasión no ha sido una excepción. Vamos, que se pusieron de marisco hasta arriba. Pero a lo que íbamos. Cuando me he puesto a escribir he pensado en estos últimos tres años. Tiene mérito reunirse todos los jueves, apenas sin faltas, durante todo este tiempo.  Incluso a mi, que soy un invitado etéreo casa siete días, me entra un cosquilleo cada lunes cuando miro el almanaque. Ahora, cada jueves, tengo que decidirme entre mi familia terrenal y la de aquí arriba. Al final siempre me quedo con las dos ¡Será larga una semana! Pero vamos a entrar en materia que tengo muchas cosas que contar y un dolor de cabeza digno de Guinness. La última tertulia del año fue de las más puntuales ya que poco después de las 21:00 horas estaban presentes todos los bracaneros. Abrieron fuego con un salchichón, unas aceitunitas y un tocino de veta que se jalaron en la barra, como ya es costumbre cada jueves. Mientras, el Paticorto de las ondas se escanciaba una sidra Menéndez sobre un capacho, que alternaron con la cerveza y los primeros testarazos de fino.
Asturias se hermana con Brácana
Acto seguido se celebró el último consejo de ministros del año Brácanero en curso en el que se trataron algunos asuntos de interés para el futuro de Brácana. De todos ellos resaltaré dos. Por un lado el interés de la familia Alvear en repetir visita próximamente. A pesar del apretado calendario bracanero, finalmente encontraron fecha para recibir con todos los honores a los representantes del mecenazgo de Alvear, que en breve compartirán viandas, fino y tertulia en la sede de Brácana. El otro asunto debatido largamente fue una propuesta del presidente que dividió al personal. El caso es que el Maestro entiende que hay que oxigenar la actividad bracanera y para ello pretende que sus habitantes se conviertan en monologistas de manera esporádica. Hubo sus detractores, pero también quienes estuvieron a favor. Así que como suele pasar en estos casos, todo se dejó al buen hacer de cada uno. Finiquitado el asunto, se dio paso a una animada aunque tranquila charlita, que no hacía prever el torbellino final. No faltó la visita de Antonio El Buchaco. Sirvió para recordar que se cumplía el primer aniversario de la muerte de Frasquito Ojos Claros, sindicalista y luchador hasta el tuétano, que bien hubiera encontrado acomodo un jueves cualquiera en Brácana. Alguna vez lo he visto por aquí junto a Santiago Carrillo, por eso me emocionó el recordatorio. La visita del camarada fue efímera y en menos que se persigna un cura loco, ya se había encalomao el medio y ponía rumbo a la vecina ciudad de Montilla. El Ministro de alimentación tomó entonces el protagonismo firmando el segundo golpe de sidra de la noche, sirviendo culines a diestro y siniestro y anticipando el plato fuerte de la noche.
Ácido úrico en vena....
Se pusieron ciegos de marisco gracias a las gestiones realizadas por el Pijo del padel que se encargó personalmente de supervisar la calidad y cantidad de tan exquisito manjar. Si no recuerdo mal, sólo dos de los bracaneros dieron con su porción completa. Hasta aquí todo fue más o menos bien. Tras la comilona, algunos incluso dieron por acabado el año y se retiraron. No obstante, quedaron los valientes y se vinieron arriba. El Pijo del padel enganchó un barreño y un martillo de madera con los que se marcó las 12 campanadas que el resto acompañaron comiendo otras tantas avellanas. Fue un momento de trance porque el personal se transformó. Vamos como Jekyll y Mr. Hyde. Omitiré detalles para no herir la sensibilidad de las personas ajenas a estas reuniones. El caso es que una vez más pude comprobar que lo que allí pasa cada jueves es impredecible.

Campanadas según el Pijo del Padel


A falta de uvas, buenas son avellanas

El caso es que ya se cerró el año en Brácana. Es el tercero desde que iniciaron esta locura con las tertulias del Callejón y el segundo en la sede institucional. Quién lo iba a decir. SALUD Y BUEN AÑO 2013.

Última foto de grupo del año 2012

Por cierto, ya se me olvidaba. Es que tengo tantas cosas en las que pensar que al final siempre se me queda algo en el tintero. La República Independiente, Anárquica y Laica por la gracia de Dios de Brácana, ya cuenta con logotipo institucional y bandera. Le faltaba un detalle heráldico y el primer boceto se ha encargado de llevarlo a cabo Luis, el golpista fallido, a la sazón, hermano de la Reina Madre. De su puño y letra os dejo el boceto más abajo que debatirán en el primer consejo de ministros del año. Si alguien más se anima, cualquier propuesta será bien recibida....

Boceto heráldico para la República de Brácana

1 comentarios:

no teneis jartura cabrones..........

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