30 de octubre de 2014

30 de octubre de 2014 - Sin comentarios

Una noche de motores

Vaya ajetreo en las últimas semanas. No me dejan parar y es que parece que no entienden a un pajarito que está aquí arriba y al que los otoños le sientan cada año peor. No sé si será porque me acuerdo de aquellos años en los que mi amo empezó a recibir en su casa a aquellos locos que decían ser sus amigos. Yo estaba vivito y coleando y, como dicen por ahí abajo, los años no pasan en balde. Los cambios de estación con la caída de la hoja me da mal yuyu, presagio la llegada del invierno y aquí, a veces, también hace frío y los jueves por la noche, a veces, no sé donde refugiarme para que no se me escape detalle.


El caso es que me está costando coger el ritmo y ponerme al día y eso que me tienen entretenido y a mis colegas………. cuando les cuento las noches de catas, de toros, de petanca,… se vuelven locos y todos quieren bajar, hasta las mujeres, ¡vaya mujeres que hay aquí! ¡y pájaras! Y eso que saben que no pueden entrar. Siempre me dicen “CUANDO HAY PUERTAS ABIERTAS”.
En fin, otro jueves más y después de este preámbulo me estoy viniendo arriba como El Niño El Molino del Toro que aunque no ha podido asistir, mi amo, sé que está contento y preparando un viaje para celebrar “ el convite” que a su vez celebró con su familia y amigos. Sí, así como suena, un convite y herido de la corrida de la semana anterior. Otro que también faltó a esta cita fue el Ministro de Información y Comunicación por culpa de un latigasso en la espalda que lo dejó hecho una alcayata (Esos latigassos con otros latigassos se quitan, dice un dicho por ahí).  Si cuando digo que no tienen jartura, digo bien ¡Que se me va el pico y la cabeza por los cerros de Parapanda!


La noche empezó tranquila pero al ver  a los debutantes de la noche que venían de la mano de El Ahijao (Ministro de Nuevas Tecnologías…..) y a su vez  mecánico también en la vecina localidad de Montilla y amigo de su jefe el Villar, me hice temer otra noche loca: Algún rally, carrera de Fórmula 1 ó una de motos… y es que todos los debutantes estaban relacionados con el mundo del motor, a saber:
Rafa Villar junior (El Villar), mecánico de coches; Carlos López (El Charli), mecánico de motos;  Rafael López (El Rubito);  José Cerezo; Emilio López de la Ahumada  que vino desde Lucena para estar con sus colegas y José Luque (El Pepillo), estos dos últimos también relacionados con el mundo del automóvil.


Su entrada en Brácana fue triunfal pues igual que los reyes magos entraban triunfales por todas las localidades en el día de reyes, ellos también venían cargados de regalos para la tertulia del día: Gambas, tortilla de patatas y huevos rellenos y eso unido al fin de fiesta preparado por el Ministro de Alimentación y Dietética, pusieron el colofón a una degustación del vino Fino Morris (tetrabrick de 5 l) y posterior remate al tetrabrick del lagar Blanco. Y es que, según decían los invitados: En este país se bebe vino, “si se bebiese así en mi pueblo.”
Los juramentos para el nombramiento de nuevos embajadores se fue realizando conforme al protocolo establecido, hasta que se oyó el apellido “de la Ahumada”, apellido insigne a lo largo de los dos últimos siglos en la vecina España. Aunque no se le preguntó al Emilio por su procedencia, puede que sus antepasados procedan del Primer  Duque de la Ahumada, allá por el año 1778.


La noche transcurrió con tranquilidad y a eso de la primera hora más temprana del día, después del cancanasso correspondiente a los digestivos, los tertulianos se fueron retirando agradecidos y contentos. Todos excepto los más jóvenes que quisieron disfrutar un poco más de la noche y permanecieron un rato más. Aunque esperé para verlos salir, no pude más y me dormí. Una pajarita, que dormía a mi lado,  me ha dicho que al día siguiente a algunos se les pegaron las sábanas.
Y ya queda menos para el jueves próximo….

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