4 de febrero de 2015

4 de febrero de 2015 - Sin comentarios

De Fitur al arroz negro, pasando por...



Cuando digo que cada tertulia es una historia, se que suena a tópico. Pero es que de verdad os digo que cada jueves cuando bajo del limbo camino de la sede una hormiguilla recorre mi buche de pajarillo ante la incertidumbre de no saber lo que me voy a encontrar. Y quizás por ello cada vez me siento más privilegiado de formar parte de esta historia, que sí que es interminable. Aunque uno ya se va acostumbrando a algunos tópico como por ejemplo que “el paticorto de las ondas” llegue tarde y es que sus dos churumbeles lo atan más de lo que es quisiera, y para colmo esta semana no solo llegó tarde, sino que se fue antes de tiempo ya que el pequeño bracanero “Hugo Sanchez” a eso de las once y algo de la noche comenzó a potar. Aunque tampoco tenía pensado abandonar mucho después ya que como embajador de Bracana en Fitur tenía madrugón al dia siguiente. Prueba de ello es la expontanea que os dejo, donde queda plasmado que el Stand de Bracana fue uno de los más visitados y concurridos en la feria internacional de Turismo celebrada en Madrid.



Otra cosa habitual es la cara de incertidumbre de los nuevos embajadores cuando aparecen por la sede, ya que el desconocimiento de no saber lo que se van a encontrar les hace entrar con respeto y reparo, otra cosa bien distinta es la que llevan cuando salen.
En esta ocasión los invitados fueron cuatro, dos de ellos ya sabían de qué iba la película, como era el caso de “el mante” y “morry´s”, sin embargo “el jose mollete” y “el rafa” eran nuevos y como tales mantuvieron la compostura hasta que el vino pudo con ellos. Eso sí, todos, los cuatro, llegaron con buenas viandas y buen vino bajo el brazo, que unidos al aceitico con jamón y al plato estrella de la noche, del que luego hablaré, hicieron de la velada otra nueva orgia de sabores.
Por lo demás lo de casi siempre, consejo de ministros, juramentos para los noveles, digestivos y …


Pero como antes os decía, cada jueves esconde nuevas situaciones, y en esta cuarta tertulia del quinto año, “el ligre” tuvo a bién aparecer con una sirena. No una sirena salida del mar, sino una sirena de las que pegan unos pitidos que arde troya, con el fin de sustituir los palmetazos en la barra de “el pijo del padel” anunciando las tapitas en barra, por un pitorrazo que más bien parecía los de “El Pozo San Luis” en la cuenca del Valle de Samuño en Langreo, al acabar la jornada.
Ahh. Antes de que se me olvide, esta semana casi hubo pleno bracanero de no ser por la ausencia de “el ajiao” que estaba en Córdoba de picos pardos.
Pero hubo un detalle que no quiero dejar pasar ya que de cara a la Enciclopedia histórica e Ilustrada de Bracana, puede ser transcendental, y es que el Ministro de Alimentación durante buen rato cedió terreno… Me explico, uno de los invitados “el mante”, poco a poco y a lo suabón fue tomando terreno en la cocina, con la excusa de preparar un arroz negro.


El Ministro de Alimento, reculó, como nunca yo había visto antes, y se puso a las ordenes del susodicho “mante”, que con toda  la parafernalia del mundo le sacó la tinta a un calamar, que según pude oír, había traído de Huelva, luego arrimó el sofrito a la cazuela de barro, y junto al arroz y la tinta del calamar (solo faltaba la pluma de una gallina) preparó un arroz negro que resultó ser el plato estrella de la noche y con el que se relamieron los dedos, ni que decir los labios y lengua que quedaron negros.


En fin que dieron otro jueves histórico, bien regados y por supuesto bien cenados

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