2 de marzo de 2010

2 de marzo de 2010 - 1 comentario

Vino, libros... Barcelona


Bueno, pues aunque tarde, ya estoy aquí. La demora tiene un nombre, Barcelona. Aprovechando la tan señalada fecha del día de Andalucía, decidí pegarme el puente a caballo entre Manresa y Barcelona. En Manresa hay sangre de mi sangre y en Barcelona, que os voy a contar de Barcelona, simplemente diré que es la ciudad junto con Amsterdam que me hace disfrutar soñando despierto. Pero como todo en la vida tiene un pero, y ese pero es la dificultad de encontrar vino de nuestra tierra. Esto me parece realmente triste, creo que Barcelona es un potencial por su amalgama de culturas que la habitan y los millones de viajeros que la visitan para el disfrute del vino fino, pero más triste aún me parece que los miles de habitantes llegados desde nuestra comarca, y consumidores de vino fino, no hallan sido capaces de transmitir a su generaciones venideras, el placer de beberlo. En fin, los vividores de la denominación de origen tendrían que bajarse de sus pedestales, y ponerse las pilas. No os riáis, siempre he sido hombre de buena fe, igual algún día lo hacen.
Para paliar este dolor y necesidad de beber vino, tuve que cambiar el tercio, y echar mano de la Estrella Dam, la Moritz y la Xibeca, todas ellas cervezas pertenecientes al grupo cervecero Damm. También el tinto, o vino negro, como lo llaman los “polacos” palió mi tristeza antes mencionada. Y aquí, y como todos mis parientes me han tratado de forma majestuosa, tengo que destacar sin que nadie de los mentados se ofenda, (en especial "la Tere" ya que esta podía hacerlo, por como me acoje), como digo, destaco el Viña Ardanza que nos metimos entre pecho y espalda en la cena que disfrutamos en casa de mi primo “el manolo”. (Carma esta va por ti, por tus alcachofas y tus patatas rellenas). Bueno, que me “enreo” como os digo un Viña Ardanza, Reserva Especial 2001. Al parecer, a lo largo de la historia de dicha bodega solamente tres añadas han merecido esta calificación, la de 1964, la de 1973 y la que nos echamos a la boca. Simplemente la disfrutamos charlando de lo divino y de lo humano. ¿Hay quizás mejor manera?
Pero lo mejor está por llegar, ya que como recuerdo de mi viaje, me traje en mi mochila otro ejemplar en extinción de este vino. Es decir otra botellita de lo mismo. Y es que ahora, libros y vinos ocupan el lugar que han dejado regalitos y recuerdos con el cutre símbolo del lugar de origen. (Dígase santo, iglesia o acueducto entre otros).
Como veis, de la tertulia del jueves pasado hablo poco. Pero creo que con solo unos apuntes os podéis hacer una idea. Mi hermano volvió a desembarcar con sus colegas. “El volti” nos volvió a deleitar con acelgas con garbanzos y conejo al ajillo. El vino fue, de Fresco el Pureta, pasando por Solera El Despiste, y acabando con Fino Patahierro. Turrón de chocolate de la “mariquilla” con PX del “gueno”. Aquí tengo que matizar, hay más de un PX “gueno”. La música la puso Carlos Santana, Asfalto, Rosendo y nuestro cante jondo, “metoi quitando”, sonó un par de ocasiones.
En fin que como veis la tertulia sigue creciendo, solo espero que no nos veamos superados por algo que hemos creado nosotros mismo. Y por supuesto que siga siendo la válvula de oxígeno que nos ayuda a respirar.

Jueves 25
Vino.
Fresco El Pureta. Solera El Despiste. Fino Pata Hierro.
Tapeo. Queso Amsterdam, Mojama, Aceitunas “aliñá” Acelgas con Garbanzos y Conejo al ajillo.

Música. Carlos Santana (Supernatural). Asfalto. Rosendo

1 comentarios:

Buenas, Paco! Recuperándote?

Tal vez no formen parte de tu blog las nuevas tertulias del vino que has añadido a tu vida el último e intenso fin de semana. Tú buscabas una tregua y quizá te haya resultado casi excesivo. Te ahogamos en cariño, mimos y comilonas (estos catalanes no paran, cojones! van a dar con tu cuerpo los "parpallones", que diría tu chache)
Esperábamos los comensales catalanes que llegara Paco, el de Montilla, o el de la moscarda para mis hijos. Y con él también llegaba el desternillarse de risa, porque locuaz y divertido lo es para hartarse. Lo repentino de su visita no dió lugar a que le preparásemos buenos caldos catalanes, que los hay. Y aunque el vino blanco de la tierra no es tan refrescant como el fino de su barrica, en la comarca se elabora un Picapoll que bien vale una buena celebración. Y para iniciar la tertulia también es refrescante y de excelente paladar un Sumarroca mouscat. Pero nada de esto hubo, claro (queda ahí el apunte para descubrir nuevos vinos) Tuvo que conformarse con lo que había en casa, que seguro que tampoco estuvo mal.
Ir de mesa en mesa, y de familia a más familia es duro, durísimo, pero Paco aguantó el tirón como un valiente y a nada dijo que no.
Lo mejor, lo más entrañable fue que nos descubrió un pedacito más de su perfil. Con ese arte que se da para explicar historias, nos habló de la sordidez de la condición humana, y lo que brillaba en progresión ascendente era su excelente calidad como persona. Quedémonos, como él, con los recuerdos buenos, porque es la mejor manera de superar las pérdidas. Y añádase a su perfil, pues, la generosidad sin límite. UN CABALLERO.

Muchos besos y un abrazo muy fuerte.

Carme

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