24 de octubre de 2010

24 de octubre de 2010 - 2 comentarios

Visados sellados, continua la fiesta.

Esta semana han tenido sesión doble, bueno mejor dicho, hemos tenido, ya que yo he estado en ambas sesiones, quizás por eso el “espabilao” del portátil no ha escrito. El jueves tuvimos tertulia y el sábado paella.
La tertulia estuvo tranquila, se fueron pronto, a eso de la primera hora más temprana del día. De comer no faltó una vez máS de nada, en esta ocasión gambitas de Nigeria, champiñones rellenos y alcachofas rellenas con base de patatas asesadas. Y todo eso regadito con Fino Pata Hierro, mucha comida para seis tertulianos, bueno siete ya que el “Sr Cruz” llegó después de entrenar.
Media tertulia la dedicaron a planificar la paella del sábado, lista de comida, lista de bebida y todos esos rollos. Bien, pues tengo que decir, que la lista que hicieron fue desastrosa, como así se pudo ver el sábado. Además se embelezaron viendo el baloncesto, luego el tenis y para postre se pegaron un buen rato viendo el canal Recuerda de Montilla Televisión. Canal que no tiene otro fin que sacar imágenes de hace veinte años, pues una cosa tan simple los dejó enganchados, sobre todo a “Yussepe”, que flipaba cada vez que veía a alguién que conocía. Como fue el caso de “la mama del Antonio Veneno”, “el papa del Volti” o “Frasquito” el del partido comunista. Como digo, la cosa dio poco de sí, y prontito estaban caminito “a su templo”.

…Y llegó el sábado, “Yussepe” y “el pijo del padel”, comenzaron a buen ritmo, comprando, comiendo sardinitas y haciendo hora hasta que llegara el grueso de la expedición. Poco a poco fue llegando la gente. A mi me montaron en la rancherita y al llegar a la casilla de “Yussepe” me colgaron de unos hierros, desde donde controlaba todo el panorama, estaba cojonudo.
Sacaron aceitunas, un par de morcillas en rama, algo de queso y poquito más, en un plís plás dieron con lo poquito que compraron. “El pijo del padel” se puso nervioso al ver que ya solo quedaba la paella y que el personal tenía mas hambre que un “pilla bichos”. El tio requirió la presencia de “Yussepe” y mi amo. Mi amo se plantó y dijo que no quería saber de nada, que bastante tenía con aguantarlos los jueves, y “Yussepe” no paraba de reírse. Lógicamente se culpaban entre ellos del desastre que se avecinaba, entonces “el pijo del padel” hizo un “picaillo” de tomate, pimiento y atún, sacó un plato de aceite y un pan de rosco, y arrimaron un plato de mejillones que calmó un poco al personal. De todas formas los reproches de las “donnas” ya habían empezado, echando en cara los manjares que se meten en las tertulias y lo “tasaita” que estaba la comida allí. “El pepelui” guisó la paella, que supo a gloria y “la marina” preparó los postres que fueron acompañados de PX. Luego vino el “cacharreó”, y las risas.
Pero el momento mítico vino con la entrega de visados. ¡Madre mía la que liaron!.
“El Migue ortí” fue el responsable de la entrega, el crack se preparó una mesita, sacó un cartel en el que se leía “Subdelegado del Gobierno en Brácana”, “entrega de visados”, y empezó a llama a las “donnas” una a una para que hicieran entrega a sus respectivos. Hubo momentos de tensión, de chantaje y de risas. Cada vez que un tertuliano salía con el visado firmado y con el sello puesto (sello en el que se podía leer: TEN CUIDAO), lo hacía contento y alegre, no en vano ese visado le garantizaba la autorización para asistir a las próximas veinti seis tertulias. Eso si, las “donnas” encabezadas por una irreconocible “charito”, les sacaron a los chavales una cenita en la bodeguita de Las Camachas.
Conociéndolos, creo que pueden dar con el vino de Las Camachas, uno de los favoritos de los tertulianos.
También hubo reconocimiento a “el pepelui”, reconocimiento que consistió en la entrega de una jarra de inoxidable de litro en la que se podía leer: “Tertulia de Vino Fino”, la entrega la hizo mi amo, con gorro y chilaba puesta, y el resto del personal reconoció la labor de “el pepelui” con una gran ovación.
A eso de las ocho de la tarde mi amo recogió sus bártulos y se marchó a reposar. Al parecer el resto del personal siguió la fiesta hasta la primera hora más temprana del día.
Por cierto, tengo que decir que yo me lo pasé se puta madre, y que note el cariño de todo el mundo que me hablaban y me decían cosas bonitas, incluso me limpiaron la jaula, cosa que mi amo no había hecho desde que llegué a su morada. Eso lo agradeceré siempre, sobre todo, porque ahora la jaula parece más grande. Alguien dijo: ¡La “Briyis” ha muerto de la mierda que había en la jaula y de frio!
Yo ya dije aquí lo que pasó esa noche y no tengo nada más que decir, bueno sí, que hay mucho hijo suerto.

2 comentarios:

la verdad que los agapes estubieron un poco cortitos pero bueno eso dio pie a que empezara el buen royo y luego pasamos a el plato fuerte que fue la gran paella y los deliciosos postres y el fin de fiesta con los cubatas para repetir

'Pa' vivir 'asín' de bien es mejor no morirse

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