23 de enero de 2010

23 de enero de 2010 - 1 comentario

"Tiempo, es lo que nos falta, lo que no sobra nunca siempre es el tiempo" (Estopa)


Como siempre llegué pocos minutos antes de que aparecieran los tertulianos, “el Cabanas”, volvió a llegar tarde, solo en la primera tertulia llegó a las ocho y media de la tarde noche. Hora marcada como comienzo de las tertulias. Con la comida otra vez triunfamos y con el vino tanto o más. Pero creo que vamos “degenerando un poco”, ya que “el Madrí” acabó bebiendo Presidente.

Jueves 21.
Vino. Fino Profesional del Volti y Fino Patahierro
Tapeo. Bacalao en tiritas, Queso de oveja de Villamartín, Cabeza de Cerdo, Champiñones rellenos de beicon con queso rallado a cuchillo y estragón. Y el rey de la noche, la “carrillá” al Oloroso y al Brandy Presidente.
Música. Dire Straits (Alchemy) y u poquito de Mark Knopfler con su Local Hero.

Bueno, pues nueva tertulia, y esta giró en torno a un buen fino de barril, a una buena carrillada al Oloroso y Brandy Presidente, y al paso del tiempo.

La verdad que el paso del tiempo y como nos desenvolvemos en él, suele ser tema habitual de las tertulias. La nostalgia se mezcla con carcajadas que te hacen sentir dolor en las “quijás”. Y a su vez la salsa de la carrillada se mezcla con el Fino Profesional, que para la ocasión nos “agenció” mi amigo Volti. La verdad es que el tío se enrolló, guisándonos la carne y aportando para la ocasión el antes mencionado fino.
Como digo, nuestro paso a través de los años suele salir bastante. Empiezo a creer que responde a la gran necesidad que tenemos las personas en aferrarnos a nuestro pasado. Está claro que nos da un subidón cuando por momento volvemos a meternos en nuetras propias vidas para vivir “in situ” las sensaciones pasadas.

En poco tiempo nos vimos en el teatro de la Axerquía “jartos” de vino, enloqueciendo con Loquillo y volviendo hacía Montilla con una fuga mítica. O en Granada dándole vino de la bota (otra vez el vino) al mítico Drázen Petrovic y a la máquina (como lo define “el Madrí”) el gran Fernando Martín o teniendo nuestros primeros escarceos con el sexo opuesto en una piscina perdida de Montemayor (aquí no aparece el vino. Teníamos trece o catorce años).
Como os digo, recreándonos en nuestra suerte, al más puro estilo José Tomás, sacándolo el jugo a cada momento y por supuesto a la salsa de la “carrillá”, que estaba “pá reventá” Por cierto, en poco mas de una hora agotamos el Fino Profesional y tuvimos que dar paso al Fino Patahierro.
En definitiva, que sin darnos cuenta y recordando nuestro buenos momento pasado, seguimos viviendo a tope y a la vez dejando momentos para recordar con el paso del tiempo.

1 comentarios:

Encantador blog el tuyo, un placer haberme pasado por tu espacio...

Saludos y un abrazo enorme.

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