26 de julio de 2025

26 de julio de 2025 - Sin comentarios

 10-4-25. AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS DEL BAR PARAISO

Abril traía consigo en este dos mil veinticinco la Semana Santa, y eso ralentiza la actividad bracanera, si a eso le unimos que un jueves queda exclusivo para ellos, pues como digo resultó ser un mes flojete en lo que respecta a la afluencia de invitados. Pero como suele decirse que lo bueno si breve dos veces bueno, pues dos tertulias con invitados y dos veces buenas, o muy buenas en este caso.


 Hubo que irse hasta la segunda semana (jueves 10) para arrancar motores con invitados, en este caso un par de ellos ya sabían por dónde iban los tiros en el oeste bracanero. Se trataba de Miguelito Feria, sí, el mismo que se gana la vida poniendo a la gente a corre y andar. Vaya crack, y José Cruz,que llegaron como maestros de un nobel. Ni más ni menos que Antonio Pizarro Chacón. Dicho así, pocos le pondrán cara, pero si decimos Antonio el del Bar Paraiso, todo queda ordenado. Llegó con ganas de participar de algo que tantas veces había oído hablar, y para no desentonas lo hizo con un bandejón de flamenquines con champiñón, plato estrella del Paraiso, a donde devolvió a los bracaneros, que al amparo de los flamenquines y el vino retrocedieron en el tiempo a golpe de estocadas a la bandeja. Antonio disfrutó de lo lindo, tanto o más que el personal, y desveló secretos que pocos sabían, como que lleva sangre de conquistadores, de ahí su apellido Pizarro. 



Luego mientras tomaban los digestivos correspondientes el ramillete de anécdotas de aquellos años ligados al bar no cesaron. Y es que Antonio, la Mari, el Juanito y la Loli, escribieron con letras mayúsculas la evolución del día a día en el barrio de las Casas Nuevas. Por allí pasó todo quisqui, cada uno con sus penas y con sus alegrías, en donde no solo encontraban comida y bebida, más de uno tenía en esta cuadrilla la sesión de psicología y amistad que andaban buscando. 


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