26 de junio de 2015 - 
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Por fin solos
Precisamente, sin embajadores, aprovecharon el jueves de la pasada semana para estructuras los meses estivales que quedan por delante, hacer cuentas y dar prioridad a los invitados que debe pisar Tierra Santa ante de la desbandada general. Ya sabéis que cuando el calor comienza a apretar el Maestro se pone en plan Easy Rider con la caravana, el Pijo del Magreb, mi amo, se saca de la manda algún desmarque, mochila al hombro, y muchos de los bracaneros aprovechan para mojarse los compañones en la playita. Sin ir más lejos, el Pijo del pádel no vino el pasado jueves porque está de crucero con la Mariquilla.
Aún así, lo que siguen sin perdonar es la jatería y el bebercio. Otra vez se pusieron tiernos a base de tapitas en barra y unas gulas con güevos fritos, ilustradas justo arriba, junto al ministro de alimentación y el Ligre. Por tanto, entre vino, comida, cuentas, organización y proyectos, pasaron la velada. De estos últimos puedo comentar que se cae, o al menos cambia de forma, uno de los fiestones habituales en Brácana. Después de la fallida fiesta de disfraces del verano pasado, han optado por trasladar este mismo evento al mes de septiembre, y celebrarlo en la sede. No obstante, para llenar el hueco dejado, parece que a principios de julio volverán a reunir a bracaneros y cónyuges en la sede, pa pegarse un homenaje.
Bueno, pues dicho queda. Nos vemos o mejor dicho, nos leemos, la semana que viene.
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