7 de enero de 2020

7 de enero de 2020 - Sin comentarios

Hermanos de jueves

No sé si fue antes el huevo o la gallina y, la verdad, tampoco me importa mucho, a pesar de que es algo que me incumbe directamente si tenemos en cuenta mi condición de ave, pequeña pero ave al fin y al cabo, mientras vivía. Digo esto porque el pasado jueves llegó hasta la sede bracanera una charpa que, casualidades de la vida, también se reúne en jueves. Creo que aquí Brácana tiene más ROA (Riguroso orden de antiguedad), aunque buscar el origen de todas estas cosas es un dilema metafísico, con un planteamiento metafórico, que ahora no viene al caso.


Sí, me estoy liando una semana más pero, al parecer el grupete en cuestión tiene fijado en el almanaque, que no en el calendario, reunión semanal en un uno de los garitos que hay en la Plaza de la Rosa, por cierto, con muchas similitudes con el pueblo bracanero. Esto es, honrar el vino, previo pie de cuba de cerveza, y la comida. Dicho así, tiene buena pinta y, la verdad, doy fe de que así es.
Bajo estas premias, para cerrar el mes de noviembre, el jueves llegaron hasta cinco nuevo invitados, ya embajadores, y uno veterano como el Pepe Moyano, que hizo de anfitrión. Recuerdo que la última vez que el susodicho pisó la sede, acabó ligeramente perjudicado aunque esta vez traía la lección aprendida. Junto a él aterrizaron en Brácana el Manolo del Árbol, el Paco Arroyo, el Pepe Espejo, el Manolo Luque-Romero y el Joaquín Ortega. Seis toros, seis, que se diría en el argot taurino, aunque la noche no iba de capote y muletas sino de vino y jatería.


Tengo que destacar dos ausencias. Por un lado la de mi amo que una temporada más, acusa la llegada del frio y causa baja por enfermedad. La otra está más justificada por motivos familiares. La semana pasada os contaba que se el Nuevo esperaba un retoño. Pues bien, ya se encuentra entre nosotros, con el nombre de Hugo, y esperando un bautizo vinatero como se merece un nuevo miembro de la República.


Pero bueno, a lo que iba. La del jueves fue la enésima comilona consecutiva que se pegan mis compinches. Anotad: surtido de ibéricos de los invtados, paté casero aportado por el Joaquín, asadura con huevos llevados por el Manolo Luque- Romero, costillas en salsa también de los invitados, y unas alcachofas con carne, receta de la República, para cerrar con una tanda de piña al natural. A esto es lo que yo llamo otra noche de ardores y Almax. Entre tanta gente me perdí con los temas de conversación, aunque sí sé que hablaron mucho de educación, por la profesión de algunos de los invitados y del siempre recurrente tema del fútbol y el baloncesto.


Me quedo de todas maneras con un feo detalle de el Paticorto. Ocupó el atril para agradecer la visita a los invitados, ante la ausencia injustificada del Presidente. Y claro, como el Pepe Moyano 'sólo' llevó una cuartilla de vino, lleno de alabanzas por su calidad, como Ministro de Comunicación afeó la escasez de tal maravilla, dejando al personal con ganas de pegarse un par de tientos más.
Anécdotas aparte, buena noche de charla, comida y vino, sin perdonar los digestivos, porque hubo quien ya tenía la chaqueta puesta y se la quitó para seguir contando anécdotas. Una muesca más para la historia bracanera.


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