7 de enero de 2020

7 de enero de 2020 - Sin comentarios

Jueves de trasnoche

Pues como quien no quiere la cosa, en Brácana ya han mediado el mes de octubre, con nuevos invitados que, desde el jueves, ya son nuevos embajadores. El Rafa López y el Antonio Mesa llegaron a la última Tertulia de la mano de el Paticorto y el Suerto, que llevaban semanas rumiando esta invitación aunque, por H o por B, no había llegado a fraguarse.


Como en Brácana todo llega a su caer, era cuestión de tiempo que se cerrase y, aunque la velada fue bastante tranquila, se cerró a altas horas de la noche. Digo bien porque la llave de la sede se echó allá por la quinta hora más temprana del día. No es algo demasiado habitual, la verdad sea dicha, pero es que los invitados tenían palique pa' rato y el Paticorto, instigador y ejecutor a parte iguales, ejerció de cicerone. A eso de las una el personal ya había ahuecado ala y yo, que pensaba que aquello era pan comido, me recosté en los Montes Bracaneros con una pájara amiga mía, con la que de vez en cuando me gusta retozar. Se me hizo tarde y cuando eché mano advertí que la luz de la sede aún estaba encendida. Aunque la curiosidad mató al gato, decidí esperar a ver qué pasaba y fue entonces cuando comprobé que los tres zorzales ponían pies en polvorosa, rumbo al barrio de Tenerías de la vecina Ciudad de Montilla.


Con anterioridad, sí que pude comprobar que la Tertulia del jueves fue de esas buenas. De charla intensa: de política, baloncesto y otros nostalgias varias. De vino, mucho vino, como el que aportó el Rafa López de su cosecha particular. Y como no, de buena jatería porque la noche se cerró recuperando almas perdidas, a base de garbanzos con espinacas y bacalao. Buena noche como digo con el Rafa López y el Djordjevic de las Casas Nuevas, como apodaron a el Antonio Mesa. No os voy a engañar. A mí me sonó a choteo, porque la talla del personaje, no es precisamente de jugar al baloncesto. No obstante, según pude escuchar, en sus años mozos tenía buena mano para el lanzamiento, que ahora utiliza con la misma destreza para apurar copas de vino.


Me despido por hoy y la semana que viene me la tomo de descanso porque una vez más, y ya van un montón, se han pasado el calendario por el forro, modificando la planificación mensual. Al parecer dentro de dos semanas acuden a Santa Amalia para corresponder a el Manolo Ceballos tras su paso por la sede. Será que tienen que descansar porque la cosa pinta fea... o guapa, según se mire.


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