20 de enero de 2019

20 de enero de 2019 - Sin comentarios

Época de transición con el Pijo del Magreb al frente

El año 2019 ha comenzado de manera convulsa en Brácana. Ya os contaba hace algunas semanas que la dimisión del Presidente había dejado en manos de una comisión gestora los designios de la República, generando un periodo interino que ha culminado en la primera reunión del nuevo año. Vamos, que con carácter urgente se convocaron elecciones anticipadas, para lo que hubo que llamar al ojeador de la ONU que supervisa los procesos electorales bracaneros: el Carlitos Gracia. Con la ausencia de el Suerto, por razones personales que no vienen al caso, ejerciendo su derecho al voto de manera telemática, la votaciones comenzaron tarde, mientras atacaban con saña al jamón y el fino C.B. La jornada electoral comenzó con polémica porque en el reparto de las papeletas aparecieron algunas que ya venían tachadas con los nombres de el Suerto y el Ahijao. Aquello olía a chamusquina de manera que el ojeador de la ONU tuvo que imponerse, instando al futuro gobierno a crear una comisión de investigación para investigar lo ocurrido.


La tensión era evidente porque esta vez no había un candidato claro para sentarse en el sillón de la República. Una vez configurada la mesa electoral, compuesta por el Maestro y el Ahijao, como miembros más veterano y joven, respectivamente, comenzaron los votos. Antes del inicio del recuento, los sondeos de Puntoscopia, agencia encargada de los asuntos estadísticos en Brácana, apuntaban como favorito a el Suerto, aunque con una ventaja muy pequeña sobre el Pijo del Magreb. Ya con el 27 por ciento escrutado, contra pronóstico, era mi amo el que tomaba ventaja, con dos votos, seguido de la Pantera, el Ligre, el Abertxale y el Suerto con uno. Esta igualdad en las urnas, quedó rota con las siguientes papeletas. Con el 54 por ciento escrutado, era el Suerto el que tomaba la delantera con cuatro votos, seguido del Pijo del Magreb con dos, como máximos aspirantes a la presidencia. La siguiente papeleta escrutada produjo una nueva polémica. Aparecía con una pintada de VOX en mayúsculas, en clara alusión al resultado electoral en Andalucía, donde el partido de ultraderecha ha irrumpido por primera vez en la historia democrática de la comunidad. Hizo que la Junta electoral anulara esta papeleta, procediendo a declararlo como voto nulo. Esta situación provocó un ambiente aún más revuelto, que fue creciendo con el recuento posterior. Con poco más del 90 por ciento escrutado, el Pijo del Magreb y el Suerto empataban con cuatro votos, seguidos del Ligre con tres. Todo quedaba pendiente de la última papeleta, con la posibilidad de tener que celebrar una segunda vuelta en caso de empate. No fue necesario porque el Pijo del Magreb lograba un nuevo apoyo, alzándose con la victoria electoral, y convirtiéndose en el tercer presidente de la República, tras el Maestro y el Ligre I El Breve.


Sus primeras palabras, ya como presidente electo, dejan elementos para la reflexión. Fue un discurso muy institucional y populista en el que anunció como prioridad "vino sin arrobas y comida sin conocimiento" ¡Qué cabrón! Sin dudas sabe cómo ganarse al personal. No contento con ello, anunció que la primera medida a tomar será una reestructuración de la sede instalando ganchos para morcillas y chorizos. Tampoco se olvidó de otro asunto candente como las cónyuges bracaneras, a las que prometió mayor protagonismo... sin pisar la sede. También adelantó que habrá renovación de ministerios en un plazo máximo de dos semanas, aunque sin mover el de Alimentación - pilar básico en Brácana-. Tampoco habrá novedades en la cartera de Defensa, que seguirá recayendo en la Pantera, pero con un aumento del presupuesto en armamento (miedo me da después de lo visto con la maza en Nochevieja). Por último el nuevo presidente anunció un cierre de fronteras, algo que está muy de moda en política, a la gente que no le guste el vino ni la jatería.


Ya más calmados, sobre todo tras jalarse unos filetes de pollo en aliño a la plancha, le metieron mano a los postres, esta vez un roscón de reyes de ca Bellío. Si no tuvieron bastante con la polémica de las papeletas, aquí surgió un nuevo problema. El caso es que el Presidente, en la cresta de la ola tras asumir el cargo, tiró de dedocracia por decreto adjudicando doble pinche a quien le tocara el haba -o la haba, que no me quedó nada claro-. Os podeís imaginar que la legumbre en cuestión no apareció ya con el roscón finalizado, así que deduzco que el viernes alguien pudo hacerse una idea bastante aproximada de lo que es bajarse al moro.


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